Javier Flores
Hay algo en lo que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha adelantado a sus adversarios políticos. Se trata del anuncio sobre las personalidades que ha invitado para que formen parte de su gabinete, en caso de ganar las elecciones presidenciales el próximo primero de julio. La mayoría son personajes con alta calificación para el desempeño de las funciones que hasta ahora, hipotéticamente, tendrían que asumir. Los partidos como el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) carecen de cuadros de nivel equivalente. Es por eso que la mayoría de los medios de comunicación, en particular los electrónicos, no han dado difusión suficiente a este tema.
María Luisa Albores en la Reforma Agraria, Juan Ramón de la Fuente en Educación, René Drucker en Ciencia y Tecnología, Marcelo Ebrard en Gobernación, Adolfo Hellmund en Energía, Javier Jiménez Espriú en Comunicaciones y Transportes, Rogelio Ramírez de la O en Hacienda, Sergio Rodríguez Cuevas en Salud, Claudia Sheimbaum en Medio Ambiente, Víctor Suárez en Agricultura, Miguel Torruco en Turismo y Fernando Turner en Economía; ellos son, hasta ahora, los invitados de AMLO. El enorme prestigio que acompaña a la mayoría de los señalados se suma al capital político del tabasqueño, al grado de que algunas personas que dudaban otorgarle su voto, lo harán al ver algunos de los nombres mencionados en el equipo.
Aunque en una dimensión distinta, es un efecto semejante al que produce el acercamiento reciente entre el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y AMLO. La unidad y la competencia política y profesional del equipo que presenta el aspirante de la izquierda otorgan certidumbre sobre la posibilidad de triunfo, especialmente sobre la factibilidad de rescatar y transformar a México.
Hace poco tiempo, Carlos Fuentes expresó preocupación de que, de llegar al poder, AMLO actuara como si todo lo supiera, en lugar de asesorarse con personas con mayores conocimientos que él en diferentes áreas. La integración de su futuro gabinete muestra que hay individuos con grandes conocimientos en sus respectivos campos, quienes pueden contribuir a la construcción de políticas públicas basadas en lo más avanzado del conocimiento. Asimismo, está más que probado que varios de ellos están dotados con fuertes convicciones, lo que les permite hablar con toda claridad y defender sus puntos de vista.
No puedo omitir señalar que a mí me ha llenado de alegría y esperanza la integración del área de política social, que incluye a la educación y la salud. La presencia de Juan Ramón de la Fuente resulta una garantía para emprender una auténtica revolución educativa en México. Lo mismo puede decirse de la inclusión del doctor Sergio Rodríguez Cuevas, pues la salud de la población quedaría garantizada mediante el impulso a la prevención y el estricto empleo de criterios médicos y científicos.
El equipo es de primera… ahora sólo falta que AMLO gane las elecciones.
Hay algo en lo que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha adelantado a sus adversarios políticos. Se trata del anuncio sobre las personalidades que ha invitado para que formen parte de su gabinete, en caso de ganar las elecciones presidenciales el próximo primero de julio. La mayoría son personajes con alta calificación para el desempeño de las funciones que hasta ahora, hipotéticamente, tendrían que asumir. Los partidos como el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) carecen de cuadros de nivel equivalente. Es por eso que la mayoría de los medios de comunicación, en particular los electrónicos, no han dado difusión suficiente a este tema.
María Luisa Albores en la Reforma Agraria, Juan Ramón de la Fuente en Educación, René Drucker en Ciencia y Tecnología, Marcelo Ebrard en Gobernación, Adolfo Hellmund en Energía, Javier Jiménez Espriú en Comunicaciones y Transportes, Rogelio Ramírez de la O en Hacienda, Sergio Rodríguez Cuevas en Salud, Claudia Sheimbaum en Medio Ambiente, Víctor Suárez en Agricultura, Miguel Torruco en Turismo y Fernando Turner en Economía; ellos son, hasta ahora, los invitados de AMLO. El enorme prestigio que acompaña a la mayoría de los señalados se suma al capital político del tabasqueño, al grado de que algunas personas que dudaban otorgarle su voto, lo harán al ver algunos de los nombres mencionados en el equipo.
Aunque en una dimensión distinta, es un efecto semejante al que produce el acercamiento reciente entre el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y AMLO. La unidad y la competencia política y profesional del equipo que presenta el aspirante de la izquierda otorgan certidumbre sobre la posibilidad de triunfo, especialmente sobre la factibilidad de rescatar y transformar a México.
Hace poco tiempo, Carlos Fuentes expresó preocupación de que, de llegar al poder, AMLO actuara como si todo lo supiera, en lugar de asesorarse con personas con mayores conocimientos que él en diferentes áreas. La integración de su futuro gabinete muestra que hay individuos con grandes conocimientos en sus respectivos campos, quienes pueden contribuir a la construcción de políticas públicas basadas en lo más avanzado del conocimiento. Asimismo, está más que probado que varios de ellos están dotados con fuertes convicciones, lo que les permite hablar con toda claridad y defender sus puntos de vista.
No puedo omitir señalar que a mí me ha llenado de alegría y esperanza la integración del área de política social, que incluye a la educación y la salud. La presencia de Juan Ramón de la Fuente resulta una garantía para emprender una auténtica revolución educativa en México. Lo mismo puede decirse de la inclusión del doctor Sergio Rodríguez Cuevas, pues la salud de la población quedaría garantizada mediante el impulso a la prevención y el estricto empleo de criterios médicos y científicos.
El equipo es de primera… ahora sólo falta que AMLO gane las elecciones.
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