Silencio

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Gregorio Ortega Molina es periodista y narrador. Ha colaborado en Revista de América, El Nacional, El Universal, unomásuno, Páginauno, donde se desempeñó como editor, Ovaciones y TV Azteca, donde fue jefe de información de noticieros. Recibió ...
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La llamada veda electoral es benéfica para la sociedad, aunque perjudique a los beneficiados con la facturación de la propaganda política, a los acostumbrados a asegurar su futuro al servir a los candidatos de su preferencia. Hay deudas cuyo saldo se empieza a pagar después de la toma de posesión.

Azora que los partidos y los actores políticos se llamen a sorprendidos por verse obligados a hacer un alto en el camino. Es momento del balance, de guardar silencio para esforzarse por determinar lo que esperan los electores de los candidatos, cómo buscan la renovación de un contrato de esperanza que les ofrezca la transición, modifique el modelo político, cierre espacios a la corrupción y la impunidad, pero que, sobre todo, termine con tanta muerte inútil, ya sea por hambre o a balazos.

PRI y PRD debieran aprovechar para establecer las condiciones con las cuales podrán conjurar el presagio de sangre que se cierne sobre la elección presidencial, la criminalización de la contienda política y de la lucha por el poder, pues la remoción de José Luis Vargas y la imposición de Imelda Calvillo Tello fueron decididas para intentar conculcar el derecho al voto.

Debieran dedicar el silencio y la reflexión de seis semanas a estudiar la manera en que evitarán la anulación de la contienda, pues a eso parecen apostar quienes defienden su permanencia en el poder, por lo que si no quieren conflicto electoral deben buscar ganar por un margen mayor al 2.5 por ciento, porque todo lo demás será regateo. Olvídense del bloqueo de reforma y el voto por voto.

Los partidos de oposición deben comprender que lo que está en disputa es la transición con democracia o la contumaz persistencia del moribundo modelo político encarnado en una dictadura de derecha.

No le busquen los lectores explicaciones a lo que no lo tiene, pues la codicia, la contumacia, la concupiscencia por el poder es una debilidad humana que hoy desde el gobierno se manifiesta fuera de toda proporción, profundizando la pérdida de valores y estimulando la decadencia ética y moral, como puede apreciarse en las cifras, los datos duros de los resultados del gobierno del PAN desde el primero de diciembre del año 2000.

¡Claro que mienten y engañan! Para eso existen la propaganda y la contra propaganda que afirma tener evidencias de la participación de la delincuencia organizada en todos los niveles de gobierno y en las elecciones, pero que no se ven con transparencia ni son verificables. Bien pudieran recurrir a la re escenificación, como en el caso de Florence Cassez.

Seis semanas -cinco, ya- para el silencio y la reflexión, pues el PRD y el PRI no pueden hacerse cómplices para perjudicar a los mexicanos, y dejarse vencer por la tentación totalitaria que embelesa al PAN.

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