Francisco Rodríguez / Índice Político
Hacer remontar a Ernesto Cordero del tercer al primer lugar en la interna del Partido Acción Nacional para que, finalmente, sea su candidato a la Presidencia va a costarle a Felipe Calderón una segunda ronda de votaciones. Un doble gasto si, como se ha dicho, es verdad que en municipios, estados y dependencias de la fallida Administración Federal “le están metiendo” mucho dinero a quien sin duda es el “delfín” del ocupante de Los Pinos.
Mucho dinero, en efecto, para movilizar a 1 millón 727 mil 042 ciudadanos, de los cuales 292 mil 436 son militantes activos y 1 millón 434 mil 606 son adherentes, una categoría que no existe en otras organizaciones políticas y que consiste en hacer méritos para ser admitido formalmente en las filas panistas.
Una segunda vuelta electoral en la interna panista muy seguramente implicaría que Santiago Creel, a quien se perfila en tercer lugar, se sumara a la aspiración de Cordero para, juntos, hacer frente a la popularidad de Josefina Vázquez, conseguida a costa de sus ausencias de los trabajos camerales en los que, de acuerdo a su propia versión, se dedicaba a tejer acuerdos… muy seguramente como los de Aracne, la vanidosa mortal que envidiaba a la diosa Palas Atenea.
Una segunda vuelta, porque Vázquez Mota le descompuso a Calderón el esquema, a grado tal que –en una de esas, como decimos– el michoacano no consiga imponer a Cordero ni aún con una intentona secundaria a la de este domingo 5 de febrero.
Una razón está dada en la más reciente reforma estatutaria de Acción Nacional, la llevada a cabo en el 2008, que dejó en manos de los adherentes y no de los militantes activos la decisión de nominar al candidato presidencial o en su caso al candidato a gobernador.
Pero, más interesante todavía, esa reforma estatutaria panista de 2008, arrancó el control del proceso de nominación del candidato presidencial a las estructuras partidistas nacional, estatales y municipales, las que por lo regular mantienen un control muy selectivo y limitado particularmente con los miembros activos y se mantienen muy alejadas de la membrecía que representan la gran cantidad de los miembros adherentes que, por supuesto, han crecido exponencialmente desde que en el 2000 llegó a Los Pinos un personaje que, sin ser cien por ciento panista, más bien adherente, apareció en las boletas electorales con el escudo del PAN… aunque él hubiese querido –y por tal dio fue que Vicente Fox dio la pelea ante el IFE– que mejor apareciera una fotografía con su imagen.
Es entonces que por tal, esas estructuras desplazadas han recurrido no sólo a la compra de voluntades, incluso al chantaje –si no votas por Cordero, pierdes la chamba, les dicen– hacia los adherentes, quienes inclinarán el fiel de la balanza en uno u otro sentido.
Y ese trabajo muy probablemente rendirá frutos cuando la señora Vázquez no obtenga el porcentaje de votos requeridos para proclamar su triunfo absoluto y, por tal, se tenga que ir a la segunda ronda de votaciones.
Todo ello chocará, por supuesto, con los no pocos ejercicios demoscópicos dados a conocer en días recientes y en los que se da a conocer que Vázquez está muy por encima de Creel y de Cordero, por lo que el PAN –de suyo ya desgastado por los malos resultados de las gestiones de Fox y Calderón–, perderá todavía más credibilidad ante el gran electorado, no sólo del panista.
Al ocupante de Los Pinos le está costando, y mucho, la imposición de su “delfín”. No conseguirá que este domingo se alce con el 50% más uno de los votos que emitan militantes y adherentes.
Pero al menos, como lo tienen calculado, sí impedirán que sea Vázquez quien sí obtenga dicha mayoría calificada.
Y paradójicamente, el ganador indiscutible del ejercicio dizque democrático de este próximo domingo será para quien ocupe el tercer lugar, muy probablemente Santiago Creel.
Podrá vender caro su amor y con ello inclinará la balanza a favor de Cordero… pero sólo hasta la segunda vuelta.
Índice Flamígero: Ernesto Cordero mismo, igual Felipe Calderón, han intentado desmentir que el primero sea el “favorito” del segundo. Pero, seamos serios, si Cordero no es el favorecido por el dedo de Calderón, ¿qué hacen en el equipo del ex secretario de Hacienda la hermana, la prima política y el cuñado del ocupante de Los Pinos. Luisa María Calderón, Mariana Gómez del Campo y Juan Ignacio Zavala forman filas en el equipo corderista. ¿Cree que el michoacano los dejaría colgados de la brocha?
Hacer remontar a Ernesto Cordero del tercer al primer lugar en la interna del Partido Acción Nacional para que, finalmente, sea su candidato a la Presidencia va a costarle a Felipe Calderón una segunda ronda de votaciones. Un doble gasto si, como se ha dicho, es verdad que en municipios, estados y dependencias de la fallida Administración Federal “le están metiendo” mucho dinero a quien sin duda es el “delfín” del ocupante de Los Pinos.
Mucho dinero, en efecto, para movilizar a 1 millón 727 mil 042 ciudadanos, de los cuales 292 mil 436 son militantes activos y 1 millón 434 mil 606 son adherentes, una categoría que no existe en otras organizaciones políticas y que consiste en hacer méritos para ser admitido formalmente en las filas panistas.
Una segunda vuelta electoral en la interna panista muy seguramente implicaría que Santiago Creel, a quien se perfila en tercer lugar, se sumara a la aspiración de Cordero para, juntos, hacer frente a la popularidad de Josefina Vázquez, conseguida a costa de sus ausencias de los trabajos camerales en los que, de acuerdo a su propia versión, se dedicaba a tejer acuerdos… muy seguramente como los de Aracne, la vanidosa mortal que envidiaba a la diosa Palas Atenea.
Una segunda vuelta, porque Vázquez Mota le descompuso a Calderón el esquema, a grado tal que –en una de esas, como decimos– el michoacano no consiga imponer a Cordero ni aún con una intentona secundaria a la de este domingo 5 de febrero.
Una razón está dada en la más reciente reforma estatutaria de Acción Nacional, la llevada a cabo en el 2008, que dejó en manos de los adherentes y no de los militantes activos la decisión de nominar al candidato presidencial o en su caso al candidato a gobernador.
Pero, más interesante todavía, esa reforma estatutaria panista de 2008, arrancó el control del proceso de nominación del candidato presidencial a las estructuras partidistas nacional, estatales y municipales, las que por lo regular mantienen un control muy selectivo y limitado particularmente con los miembros activos y se mantienen muy alejadas de la membrecía que representan la gran cantidad de los miembros adherentes que, por supuesto, han crecido exponencialmente desde que en el 2000 llegó a Los Pinos un personaje que, sin ser cien por ciento panista, más bien adherente, apareció en las boletas electorales con el escudo del PAN… aunque él hubiese querido –y por tal dio fue que Vicente Fox dio la pelea ante el IFE– que mejor apareciera una fotografía con su imagen.
Es entonces que por tal, esas estructuras desplazadas han recurrido no sólo a la compra de voluntades, incluso al chantaje –si no votas por Cordero, pierdes la chamba, les dicen– hacia los adherentes, quienes inclinarán el fiel de la balanza en uno u otro sentido.
Y ese trabajo muy probablemente rendirá frutos cuando la señora Vázquez no obtenga el porcentaje de votos requeridos para proclamar su triunfo absoluto y, por tal, se tenga que ir a la segunda ronda de votaciones.
Todo ello chocará, por supuesto, con los no pocos ejercicios demoscópicos dados a conocer en días recientes y en los que se da a conocer que Vázquez está muy por encima de Creel y de Cordero, por lo que el PAN –de suyo ya desgastado por los malos resultados de las gestiones de Fox y Calderón–, perderá todavía más credibilidad ante el gran electorado, no sólo del panista.
Al ocupante de Los Pinos le está costando, y mucho, la imposición de su “delfín”. No conseguirá que este domingo se alce con el 50% más uno de los votos que emitan militantes y adherentes.
Pero al menos, como lo tienen calculado, sí impedirán que sea Vázquez quien sí obtenga dicha mayoría calificada.
Y paradójicamente, el ganador indiscutible del ejercicio dizque democrático de este próximo domingo será para quien ocupe el tercer lugar, muy probablemente Santiago Creel.
Podrá vender caro su amor y con ello inclinará la balanza a favor de Cordero… pero sólo hasta la segunda vuelta.
Índice Flamígero: Ernesto Cordero mismo, igual Felipe Calderón, han intentado desmentir que el primero sea el “favorito” del segundo. Pero, seamos serios, si Cordero no es el favorecido por el dedo de Calderón, ¿qué hacen en el equipo del ex secretario de Hacienda la hermana, la prima política y el cuñado del ocupante de Los Pinos. Luisa María Calderón, Mariana Gómez del Campo y Juan Ignacio Zavala forman filas en el equipo corderista. ¿Cree que el michoacano los dejaría colgados de la brocha?
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