José Cárdenas
El Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor envió una carta a la procuradora general de la República, Marisela Morales. En ella exige al gobierno una pronta explicación de las versiones que suponen la remoción del titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE).
El líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, se vacuna antes de la infección.
En conferencia de prensa reveló que el presidente Calderón hará todo lo que esté a su alcance para criminalizar la elección federal con la sustitución del fiscal electoral. Según Pedro Joaquín, José Luis Vargas no le sirve al gobierno porque se ha negado a golpear al PRI. Adelanta que, en su lugar, Felipe Calderón colocará a un gatillero dispuesto a disparar a todo lo que se mueva en oposición al régimen panista. Y así fue, al cuarto para las doce. La nueva titular de la FEPADE es Imelda Calvillo Tello, quien se desempeñó como titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Fiscales y Financieros. Trae la pistola desenfundada.
Y el mandamás priista brinca mostradores al afirmar que en Los Pinos se prepara una “persecución aviesa e ilegal de candidatos y partidos de oposición al gobierno”.
Se ve… se siente… el PRI está caliente. Los “rojos” oyen pasos. Están nerviosos por la cacería de brujas... y brujos; por el golpeteo a algunos ex gobernadores presuntamente vinculados con el narco, según los dichos de testigos protegidos por la DEA. Así de grave.
Las denuncias del jefe del PRI podrían parecer exageradas, sin embargo, los antecedentes dicen otra cosa.
El michoacanazo y el caso Hank Rhon confirman que el empleo de la justicia con fines electorales es una práctica común. A ello sumemos el “moreirazo”… aún lejos de resolverse.
Si se cumple la profecía de Pedro Joaquín, el gobierno jugaría al filo de la navaja. Una acusación más sin sustento podría restar toda credibilidad a las autoridades, sin importar la mala fama de los otrora poderosos gobernadores tricolores en desgracia… pero si al Presidente le sale la jugada, Enrique Peña Nieto podría caer… y de tan arriba que anda, dolerá mucho más.
MONJE LOCO: El IFE se hace pelotas. En la famosa “cuaresma electoral” —los 45 días “de guardar”— los candidatos no podrán debatir ni hacer mítines… y menos pedir el voto. Lo único que pueden es dar entrevistas… Aunque calladitos se verán más bonitos. Pues, entonces, que aprovechen los días de guardar… para ponerse a pensar.
El Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor envió una carta a la procuradora general de la República, Marisela Morales. En ella exige al gobierno una pronta explicación de las versiones que suponen la remoción del titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE).
El líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, se vacuna antes de la infección.
En conferencia de prensa reveló que el presidente Calderón hará todo lo que esté a su alcance para criminalizar la elección federal con la sustitución del fiscal electoral. Según Pedro Joaquín, José Luis Vargas no le sirve al gobierno porque se ha negado a golpear al PRI. Adelanta que, en su lugar, Felipe Calderón colocará a un gatillero dispuesto a disparar a todo lo que se mueva en oposición al régimen panista. Y así fue, al cuarto para las doce. La nueva titular de la FEPADE es Imelda Calvillo Tello, quien se desempeñó como titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Fiscales y Financieros. Trae la pistola desenfundada.
Y el mandamás priista brinca mostradores al afirmar que en Los Pinos se prepara una “persecución aviesa e ilegal de candidatos y partidos de oposición al gobierno”.
Se ve… se siente… el PRI está caliente. Los “rojos” oyen pasos. Están nerviosos por la cacería de brujas... y brujos; por el golpeteo a algunos ex gobernadores presuntamente vinculados con el narco, según los dichos de testigos protegidos por la DEA. Así de grave.
Las denuncias del jefe del PRI podrían parecer exageradas, sin embargo, los antecedentes dicen otra cosa.
El michoacanazo y el caso Hank Rhon confirman que el empleo de la justicia con fines electorales es una práctica común. A ello sumemos el “moreirazo”… aún lejos de resolverse.
Si se cumple la profecía de Pedro Joaquín, el gobierno jugaría al filo de la navaja. Una acusación más sin sustento podría restar toda credibilidad a las autoridades, sin importar la mala fama de los otrora poderosos gobernadores tricolores en desgracia… pero si al Presidente le sale la jugada, Enrique Peña Nieto podría caer… y de tan arriba que anda, dolerá mucho más.
MONJE LOCO: El IFE se hace pelotas. En la famosa “cuaresma electoral” —los 45 días “de guardar”— los candidatos no podrán debatir ni hacer mítines… y menos pedir el voto. Lo único que pueden es dar entrevistas… Aunque calladitos se verán más bonitos. Pues, entonces, que aprovechen los días de guardar… para ponerse a pensar.
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