Se calienta la carrera presidencial

Un pastel entre tres
El efecto Mancera

Miguel Ángel Velázquez / Ciudad Perdida


El coro de los que pronosticaban que la elección presidencial sería sólo de dos tendrá que recomponer de alguna manera su postura, claro, si hacen caso, como acostumbran, de las encuestas, porque las más reciente, la levantada por Covarrubias y asociados, habla de una contienda muy cerrada en la que los competidores se reparten por tercios la posible votación.

El otro negativo para los que siempre presagian males al trabajo de Andrés Manuel López Obrador, es que la medición lo ubica, sin cambios, en el segundo lugar. Peña Nieto sigue en el primer puesto, pero pierde 12 puntos, y la medición se aprieta porque esos 12 puntos se suman a Josefina Vázquez Mota.

La encuesta tiene otra novedad. Esta vez, por primera vez, dice Covarrubias, Felipe Calderón cae por debajo de los seis puntos, y esa parte de la encuesta despierta ciertas dudas que no parecen tener una explicación clara. ¿Cómo es posible que se descalifique a Calderón y se sume popularidad a Vázquez Mota?

Vázquez Mota es Calderón, es Fox, es toda la desgracia que hoy se acumula sobre México, pero la encuesta señala que los decepcionados de Peña Nieto se refugian en la cueva azul, pero no transigen con la posibilidad de darle una oportunidad al cambio que se propone desde la izquierda.

Hace un par de días, en el programa de Radio Universidad, Discrepancias que nos toca conducir, la doctora Ana Cristina Covarrubias, cabeza de la empresa encuestadora, reveló que, según los estudios y las cifras que ha ido recabando, para los próximos meses la diferencias entre los competidores se irán cerrado de tal forma que se llegará a la mitad del año con porcentajes muy parecidos.

A fin de cuentas, para quienes creen en las encuestas, algo les dirá lo que señala Covarrubias, y si es así, también tendrán que echarle un ojo a lo que se plantea para la ciudad de México. Aquí, eso sí, por todos lados, y nadie lo desdice, la jefatura de Gobierno quedará, a menos que algo inesperado suceda, en manos de Miguel Ángel Mancera.

Las posibilidades de la priísta Beatriz Paredes se han ido desbarrancando conforme pasa el tiempo, y la empresaria de los anuncios espectaculares y ahora panista Isabel Miranda de Wallace simplemente no pinta, y parece que no tiene ninguna posibilidad de entrar a una competencia seria por la jefatura de Gobierno.

La verdad es que Mancera no ha tenido que hacer mucho para encaramarse en las mediciones. Su mejor proyecto es la continuidad, de qué, por qué. ¿Qué es lo que intenta decir Mancera? Las ambigüedades del ex procurador parecen no importarle a nadie, y su sola presencia ha logrado el milagro de enterrar las posibilidades de sus adversarios.

Lo malo de todo esto es que si las cosas no cambian, en algún momento tendrá que gobernar, y allí es donde las cosas se ponen difíciles. Es verdad que aún falta tiempo y que las definiciones podrían darse conforme avance el proceso, pero por el momento Mancera no da color.

Hay ciertos problemas en la ciudad que ya demandan su atención, cuando menos para que la gente sepa de qué lado mascará la iguana. El concurso de la gente en el desarrollo urbano del DF, con todos los problemas que acarrea, la participación de la iniciativa privada y de las firmas extrajeras en este renglón, son parte de las posturas que tendría que abordar el que se supone tiene una ventaja tan grande como la que hoy ostenta Mancera. En fin, todos esperan que la falta de definiciones sea nada más parte de la estrategia, porque si la cosa es falta de ideas acordes con las urgencias de la población. ¡Aguas!

De pasadita

Todo parece indicar, ahora sí, que en el PRD habrá acuerdo para postular a sus candidatos a la Asamblea Legislativa, y las delegaciones. El camino será trazado por las encuestas, según nos dicen. La culpa de este conflicto se le debe cargar a René Bejarano, que estuvo a punto de quedarse con casi o más de la mitad de las candidaturas. A esto reaccionó Nueva Izquierda, que en el consejo nacional tiene la opción de definir el proceso siempre que no exista acuerdo.

Así las cosas las encuestas podrán evitar que ni la tribu del perversor ni la de los chuchos, se conviertan en los jefes de la ciudad. Frente a los nuevos acomodos, las probabilidades de que Víctor Hugo Rubio llegue al Senado se incrementaron, luego de que Julio César Moreno se hizo a un lado. Lo que parece inaceptable, y es inaceptable, es que la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García, esté peleando por un escaño, después del desastre en aquella entidad. De cualquier forma hay que esperar porque, como los toros, el PRD no tiene palabra de honor.

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