José Cárdenas
Los concesionarios de los medios electrónicos exigen claridad y respeto a la libertad de expresión.
En el más reciente comunicado de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) se cuestiona el proceder del IFE y el TEPJF al imponer una cuaresma electoral sin precisar a fondo las reglas del juego. Por propiciar las arenas movedizas del pantano que significa interpretar una ley patidifusa.
La marca del PRI en los calzones de Juan Manuel Márquez, quien reta: “Si el IFE quiere trancazos, trancazos tendrá”; los sospechosos debates de una televisora en Nayarit; los michoacanazos cierres de campaña y una entrevista a Luisa María Calderón, candidata del PAN al gobierno, sólo son tres ejemplos utilizados por los concesionarios de radio y tele para reclamar la falta de criterios firmes para la mejor cobertura electoral.
Quienes toman las decisiones editoriales en los medios electrónicos caminan con pies de plomo.
La CIRT argumenta que el IFE aún no define cuándo se rebasa el terreno de lo informativo para entrar en el túnel de la propaganda… ni tampoco explica el significado de lo que llama “periodismo genuino”.
Los concesionarios de los medios electrónicos acusan que la reforma electoral de 2007 no sirve… que es un retroceso peligroso para la democracia… que debe revisarse.
Este cuestionamiento a los árbitros electorales es una batalla más de una guerra que no va a terminar el 1 de julio… ni mucho menos tiene como objetivo descabezar al IFE. El (des)prestigio de la autoridad es un mero daño colateral.
Lo importante será reformar la reforma que terminó en un bodrio... hecho con las patas.
MONJE LOCO: Como si algo faltara, la Arquidiócesis de México pone su granito o, mejor dicho, su costal de arena, para enrarecer y encarecer el ambiente electoral. Hace lo que no puede ni debe. Interviene en política. Publicar una “guía” para “orientar” el voto de los fieles católicos. Entre líneas tira línea para negar el voto al PRD y a los candidatos que ofendan a la Santa Madre Iglesia… También es una presión mustia para que se aprueben las reformas al artículo 24 de la Constitución, que permitirían sacar al culto religioso de los templos. La ley prohíbe a las iglesias meterse entre las patas de los caballos de la política. Pero… ¿la ley del hombre vale más frente a la ley de Dios?; ¿la jerarquía católica puede hacer lo que le dé su gana, sin importar las violaciones al artículo 130 de la Constitución, al inciso “A” del artículo 353 del Cofipe… y al precepto 14 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público? Punto y aparte. En términos apícolas, la abeja reina del panal ya tiene zángano mayor… ¿Cuadra Quadri… o descuadra? Nadie sabe, nadie supo...
Los concesionarios de los medios electrónicos exigen claridad y respeto a la libertad de expresión.
En el más reciente comunicado de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) se cuestiona el proceder del IFE y el TEPJF al imponer una cuaresma electoral sin precisar a fondo las reglas del juego. Por propiciar las arenas movedizas del pantano que significa interpretar una ley patidifusa.
La marca del PRI en los calzones de Juan Manuel Márquez, quien reta: “Si el IFE quiere trancazos, trancazos tendrá”; los sospechosos debates de una televisora en Nayarit; los michoacanazos cierres de campaña y una entrevista a Luisa María Calderón, candidata del PAN al gobierno, sólo son tres ejemplos utilizados por los concesionarios de radio y tele para reclamar la falta de criterios firmes para la mejor cobertura electoral.
Quienes toman las decisiones editoriales en los medios electrónicos caminan con pies de plomo.
La CIRT argumenta que el IFE aún no define cuándo se rebasa el terreno de lo informativo para entrar en el túnel de la propaganda… ni tampoco explica el significado de lo que llama “periodismo genuino”.
Los concesionarios de los medios electrónicos acusan que la reforma electoral de 2007 no sirve… que es un retroceso peligroso para la democracia… que debe revisarse.
Este cuestionamiento a los árbitros electorales es una batalla más de una guerra que no va a terminar el 1 de julio… ni mucho menos tiene como objetivo descabezar al IFE. El (des)prestigio de la autoridad es un mero daño colateral.
Lo importante será reformar la reforma que terminó en un bodrio... hecho con las patas.
MONJE LOCO: Como si algo faltara, la Arquidiócesis de México pone su granito o, mejor dicho, su costal de arena, para enrarecer y encarecer el ambiente electoral. Hace lo que no puede ni debe. Interviene en política. Publicar una “guía” para “orientar” el voto de los fieles católicos. Entre líneas tira línea para negar el voto al PRD y a los candidatos que ofendan a la Santa Madre Iglesia… También es una presión mustia para que se aprueben las reformas al artículo 24 de la Constitución, que permitirían sacar al culto religioso de los templos. La ley prohíbe a las iglesias meterse entre las patas de los caballos de la política. Pero… ¿la ley del hombre vale más frente a la ley de Dios?; ¿la jerarquía católica puede hacer lo que le dé su gana, sin importar las violaciones al artículo 130 de la Constitución, al inciso “A” del artículo 353 del Cofipe… y al precepto 14 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público? Punto y aparte. En términos apícolas, la abeja reina del panal ya tiene zángano mayor… ¿Cuadra Quadri… o descuadra? Nadie sabe, nadie supo...
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