Rapto en Caracas

Alberto Aguirre M.

Era la madrugada del último domingo de enero. El embajador de México ante la República Bolivariana de Venezuela, Carlos Pujalte Piñeiro, y su esposa, Paloma Ojeda, habían pasado una agradable velada en el Country Club de Caracas, en una fiesta que se prolongó un poco más de lo habitual.

Allá no hay alcoholímetros y tampoco muchas preocupaciones para quienes traen placas diplomáticas, pues rara vez son molestados por las fuerzas policiacas. Por eso, cuando el BMW 325i color plata –vale 42,000 dólares– que manejaba Pujalte Piñeiro fue obligado a detenerse por un comando armado, podía temerse lo peor.

Y es que en los 10 meses, por lo menos siete integrantes del cuerpo diplomático han sido víctimas de secuestros express. A pesar de las amenazas, hay legaciones, como la mexicana, que no contaban con servicios de vigilancia y protección; que confiaban en el régimen de Hugo Chávez Frías.

Solo el embajador mexicano y su esposa saben exactamente dónde los secuestraron. La información oficial es discrepante, pues mientras el gobernador de la provincia de Miranda y precandidato a la presidencia, Henrique Capriles, detalló que el rapto de la pareja ocurrió a las afueras del lujoso centro recreativo, el parte policiaco señala que fueron interceptados mientras cruzaban el barrio de Alta Florida.

El secuestro express duró tres horas. En ese lapso el representante mexicano fue obligado a trasladarse a su residencia, para recopilar una fuerte suma de efectivo, en dólares, que entregó a los plagiarios… aunque el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró que gracias a la presión inmediata de los organismos de seguridad, los secuestradores tuvieron que liberar a la pareja mexicana, lo que –de ser cierto– significaría que no tuvo que pagarse un rescate.

Sin dinero en los bolsillos y sin su vehículo, Pujalte y Ojeda fueron liberados en la autopista Valle Coche, a las afueras de la capital venezolana. Después de pedir auxilio a la policía, tardaron tres horas en llegar a la sede de la embajada, ubicada en el barrio más exclusivo de Caracas.

En ese lapso, los servicios de inteligencia del régimen chavista desplegaron un operativo para capturar a los criminales. Algún éxito tuvo, pues el lujoso auto fue localizado la mañana del lunes 30, frente a una vulcanizadora en la calle Los Mangos, del barrio de Chapelín, en el departamento de Libertador, aledaño a la capital venezolana.

Todavía ayer, el vehículo se encontraba en la sede de la División de Análisis y Seguimiento Estratégico del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, bajo el examen de los peritos.

Hoy, la recién designada procuradora general de la República, Cilia Flores, recibirá un informe detallado de las indagatorias y tendrá que afrontar la creciente presión social, que urge a las autoridades federales a frenar la ola de secuestros que golpea a la zona metropolitana.
Y más le vale que lo haga antes de que comience la temporada electoral, pues ya se escuchan voces de algunos precandidatos que buscan sacar ventaja de la situación, como Capriles y el precandidato a la alcaldía de Chacao, Ramón Muchacho, quien expresó su solidaridad al embajador de México raptado.

EFECTOS SECUNDARIOS

DESLINDE. Indignados por haber sido atrapados con las manos en la masa, los priístas exigen al gobierno del presidente Felipe Calderón frenar las “imputaciones falsas” que enrarecen el clima electoral. Es su derecho, pero los argumentos esgrimidos para explicar que dos empleados del gobierno de Veracruz trasladaran –sin notificar a las autoridades correspondientes– 25 millones de pesos en efectivo resultan inverosímiles. Si como dicen los priístas, ese monto no iría a sus campañas, sino a festividades jarochas, ¿entonces a la de quién? La única elección en puerta es la interna panista, del próximo domingo 5. Dicen los que saben que todos los caminos de este entuerto –Javier Duarte, Industria Fílmica Producciones (la compañía que recibiría ese voluminoso pago) y los abogados del mandatario veracruzanos– conducen a terrenos panistas. ¿Será?

¿DEFECTUOSA? Dicen que carece de “valor periodístico” y también presumen que “por lo menos” cinco medios informativos de la Ciudad de México rechazaron difundir la grabación en la que se escucha Josefina Vázquez Mota tildar de “patán” y “rastrero” a Ernesto Cordero Arroyo. Pero los operadores políticos de la aspirante presidencial dedicaron horas extras para tratar de contener su difusión. En el camino, proporcionaron información irrefutable sobre la veracidad de los audios. Sí, en plural. Cuatro, de acuerdo a lo que detallaron: dos con el ex secretario de Turismo, Rodolfo El Negro Elizondo; una con el ex vocero de los diputados federales panistas, Herminio Rebollo Pinal, y una más con el ex gobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano. Hasta les pusieron nombres: están “la del Whisky”, “la de Cordero patán”, la de los ex gobernadores y la de “estoy cansada”. Y amagaron con acudir a la PGR a denunciar a quienes resulten responsables de la intervención de las comunicaciones de la aspirante presidencial. Anoche, con el tan evadido debate, terminaron dos semanas de pesadilla para Vázquez Mota.

COMPLEMENTO. El gobernador de Chihuahua, César Duarte, expidió un acuerdo que busca complementar el decreto del Gobierno Federal para que la crisis que viven los tarahumaras no se repita cada año. Así queda integrado un importante paquete de recursos provenientes de las organizaciones de la sociedad civil y los tres órdenes de gobierno que serán destinados a obras de infraestructura, salud y fomento al empleo.

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