José Cárdenas
La cúpula del “nuevo” PRI endurece el puño. A partir de mañana, le dará “línea dura” a todos sus aspirantes a cualquier cargo de elección popular… desde regidores hasta gobernadores, pasando por alcaldes, diputados y senadores… nadie se salva.
Todos recibirán un curso intensivo de adiestramiento político.
–¿Una suerte de “lavado cerebral” al viejo estilo… soviético?
Primero que nada les dirán que no son simples candidatos, sino jefes de campaña de Enrique Peña Nieto… en cada Distrito, plaza o estado… en cada rincón.
Todo lo que no esté permitido, quedará prohibido.
Cualquier idea, propuesta… u ocurrencia, tendrá que ser palomeada por “el candidato” o, en su defecto, por el doctor Luis Videgaray. Por nadie más… ¡y pobre de aquel que desobedezca!
Las frases de campaña de todos los candidatos deben iniciarse con el vocablo “comprometidos”. Salvo ese detalle, todos los suspirantes tendrán “amplísima” libertad para “jugar” con la divina palabra. Podrán decir, por ejemplo, “comprometidos… contigo”, “comprometidos… con tu familia”, “comprometidos… con todos”, etcétera.
–¿Habrá algún lambiscón que se sienta: “Comprometido… con Peña Nieto?”
El uniforme oficial, rojo fuego, es obligatorio. Corbata, camisa, chamarra, pañuelo… ¿y calzones?
Fotos, propaganda, pendones, souvenirs, tortas y refrescos tendrán que ser autorizados por la “nomenklatura” del “Comité Central” del partido.
Desde luego, el manejo de la “lana”será vigilado con lupa. Nadie podrá gastar un peso sin autorización… del “kuomintang” peñanietista. Los equipos de campaña están obligados a comprobar en qué y para qué se gasta. Blindaje VII… por aquello del no te entumas.
Y como orden militar, todos, sin faltar alguno, tienen terminantemente prohibido hacer “ruido” en pleno silencio electoral… y el que se mueva, no sale en la foto.
Total, ya se vio: con Peña, todos… sin Peña, nada.
MONJE LOCO. No se entiende con claridad nuestra política petrolera. Mientras el gobierno succiona a Pemex con 5.5% del producto interno bruto, se habla de un índice de restitución que garantiza la viabilidad del recurso. Nadie sabe —y quien lo sabe no lo explica— cómo se vuelve renovable un recurso no renovable. El petróleo se convierte en gasolina o cualquier otro producto y se consume. Lo que se acabó, se acabó. Y del gas ni se diga… Pero en lo financiero las cosas están peor. El régimen fiscal tiene quebrado a Pemex desde hace mucho tiempo. Nada más en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón le han succionado cinco billones de pesos. Quizá por eso Pemex se convierta en estos días en oferta política rentable. Peña Nieto les ofrece a los gringos la apertura del sector al estilo de Brasil, pero el presidente Calderón le gana la postura con la firma de un convenio de explotación conjunta del Hoyo de la Dona. Uno promete abrir una empresa en ruinas. El otro, entregar un recurso de incalculables dimensiones.
La cúpula del “nuevo” PRI endurece el puño. A partir de mañana, le dará “línea dura” a todos sus aspirantes a cualquier cargo de elección popular… desde regidores hasta gobernadores, pasando por alcaldes, diputados y senadores… nadie se salva.
Todos recibirán un curso intensivo de adiestramiento político.
–¿Una suerte de “lavado cerebral” al viejo estilo… soviético?
Primero que nada les dirán que no son simples candidatos, sino jefes de campaña de Enrique Peña Nieto… en cada Distrito, plaza o estado… en cada rincón.
Todo lo que no esté permitido, quedará prohibido.
Cualquier idea, propuesta… u ocurrencia, tendrá que ser palomeada por “el candidato” o, en su defecto, por el doctor Luis Videgaray. Por nadie más… ¡y pobre de aquel que desobedezca!
Las frases de campaña de todos los candidatos deben iniciarse con el vocablo “comprometidos”. Salvo ese detalle, todos los suspirantes tendrán “amplísima” libertad para “jugar” con la divina palabra. Podrán decir, por ejemplo, “comprometidos… contigo”, “comprometidos… con tu familia”, “comprometidos… con todos”, etcétera.
–¿Habrá algún lambiscón que se sienta: “Comprometido… con Peña Nieto?”
El uniforme oficial, rojo fuego, es obligatorio. Corbata, camisa, chamarra, pañuelo… ¿y calzones?
Fotos, propaganda, pendones, souvenirs, tortas y refrescos tendrán que ser autorizados por la “nomenklatura” del “Comité Central” del partido.
Desde luego, el manejo de la “lana”será vigilado con lupa. Nadie podrá gastar un peso sin autorización… del “kuomintang” peñanietista. Los equipos de campaña están obligados a comprobar en qué y para qué se gasta. Blindaje VII… por aquello del no te entumas.
Y como orden militar, todos, sin faltar alguno, tienen terminantemente prohibido hacer “ruido” en pleno silencio electoral… y el que se mueva, no sale en la foto.
Total, ya se vio: con Peña, todos… sin Peña, nada.
MONJE LOCO. No se entiende con claridad nuestra política petrolera. Mientras el gobierno succiona a Pemex con 5.5% del producto interno bruto, se habla de un índice de restitución que garantiza la viabilidad del recurso. Nadie sabe —y quien lo sabe no lo explica— cómo se vuelve renovable un recurso no renovable. El petróleo se convierte en gasolina o cualquier otro producto y se consume. Lo que se acabó, se acabó. Y del gas ni se diga… Pero en lo financiero las cosas están peor. El régimen fiscal tiene quebrado a Pemex desde hace mucho tiempo. Nada más en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón le han succionado cinco billones de pesos. Quizá por eso Pemex se convierta en estos días en oferta política rentable. Peña Nieto les ofrece a los gringos la apertura del sector al estilo de Brasil, pero el presidente Calderón le gana la postura con la firma de un convenio de explotación conjunta del Hoyo de la Dona. Uno promete abrir una empresa en ruinas. El otro, entregar un recurso de incalculables dimensiones.
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