Pedro Matías / Apro
El aspirante presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, anunció su intención de incorporar a su gabinete, en caso de ganar los comicios, a María Luisa Albores y Jorge Eduardo Navarrete como secretarios de la Reforma Agraria y de Relaciones Exteriores, respectivamente.
Al encabezar un acto con cerca de 9 mil indígenas, el político tabasqueño sostuvo que Navarrete vigilaría el respeto a la soberanía del país y que se pueda concretar una cooperación bilateral sin violaciones a la autonomía mexicana.
La política bilateral con Estados Unidos, advirtió López Obrador, se fincaría en la “cooperación para el desarrollo y no en lo militar”.
Navarrete es economista y diplomático mexicano, pues se desempeñó como subsecretario de Estado en dos ocasiones: de 1979 a 1985, como subsecretario de Asuntos Económicos en la SRE y, de 1995 a 1997, subsecretario de Política y Desarrollo en la Secretaría de Energía.
Además ha sido embajador de México en 10 naciones, entre ellas Venezuela, Austria, Yugoslavia, Reino Unido, República Popular China, Chile y Brasil.
En tanto que María Luisa Albores es egresada de la Universidad de Chapingo y cuenta con una especialidad en Producción Orgánica. Trabajó en la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske, una organización indígena productora de café, pimienta y miel orgánica en la sierra nororiental de Puebla.
Y en octubre pasado, López Obrador le encargó la coordinación del Rescate al Campo y Soberanía Alimentaria, dentro del Comité Ejecutivo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En otro tema, el tabasqueño hizo un llamado al Instituto Federal Electoral (IFE) para se respete la “veda electoral”, o en su caso se establezca un acuerdo de equidad, donde “no se cargue a favor de nadie (y) se aleje esa pretensión de querer imponer a un candidato con la publicidad, con la mercadotecnia, con la propaganda en medios de comunicación, sobre todo en la televisión”.
Al finalizar su último acto de precampaña, López Obrador dijo ser respetuoso del IFE, pero “si me solicitan entrevistas, voy a ir a esas entrevistas (aunque) no voy a llamar a votar ni voy a pedir que la gente vote por mí o por otros candidatos”.
Sin embargo, consideró que para no violentar la ley, hay dos cosas que pueden hacer todos, llámese IFE, candidatos y medios de comunicación:
“Que no se use dinero del presupuesto para comprar votos, conciencias o lealtades, como lo hace el PRI y lo hace el PAN, y el otro es con los medios de comunicación para que se haga un acuerdo de equidad, donde se abran espacios en condiciones de igualdad a todos los candidatos”.
En clara alusión al virtual abanderado presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, dijo que estos acuerdos son para “que no se cargue a favor de nadie, que se aleje esa pretensión de querer imponer a un candidato con la publicidad, con la mercadotecnia, con la propaganda en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión”.
Sobre la postura de la Iglesia católica, que hace un llamado a no votar por candidatos que promuevan el aborto o las bodas gay, el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México eludió responder los cuestionamientos:
“No tengo ningún problema con las iglesias, soy respetuoso de la fe, de la libertad religiosa y de los librepensadores”.
Resaltó que en el movimiento que encabeza “hay católicos, evangélicos, librepensadores, y nosotros no nos metemos en asuntos que tienen que ver con la fe y la religión”.
Enseguida sostuvo que “los verdaderos cristianos van a actuar de manera consecuente y van a apoyar a quien luche por la justicia, la honestidad y el amor al prójimo”.
Antes, en el auditorio Guelaguetza, dijo que “es urgente el que podamos serenar al país, que haya tranquilidad y seguridad pública, y yo estoy seguro que vamos a serenar a México”, al impulsar el desarrollo de la nación, pues “llevamos 30 años sin crecimiento económico y sin generar empleo”.
Y es que “si no hay crecimiento económico, no hay empleos; si nos hay empleos, no hay bienestar; y si no hay bienestar, no hay tranquilidad, ni paz social”, acotó.
Ante unos 8 mil asistentes al foro Los pueblos indígenas, López Obrador hizo el compromiso de “ser el guardián y a proteger las tierras comunales y ejidales de los pueblos de México.
“Por eso hago el compromiso de respetar ese uso de la tierra, de que vamos a atender los problemas que se presentan en Oaxaca por límites entre comunidades y pueblos. Por eso vamos a dar atención especial a todo lo que tiene que ver con los conflictos para que hay no haya derramamiento de sangre con pobladores de Oaxaca”.
El aspirante presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, anunció su intención de incorporar a su gabinete, en caso de ganar los comicios, a María Luisa Albores y Jorge Eduardo Navarrete como secretarios de la Reforma Agraria y de Relaciones Exteriores, respectivamente.
Al encabezar un acto con cerca de 9 mil indígenas, el político tabasqueño sostuvo que Navarrete vigilaría el respeto a la soberanía del país y que se pueda concretar una cooperación bilateral sin violaciones a la autonomía mexicana.
La política bilateral con Estados Unidos, advirtió López Obrador, se fincaría en la “cooperación para el desarrollo y no en lo militar”.
Navarrete es economista y diplomático mexicano, pues se desempeñó como subsecretario de Estado en dos ocasiones: de 1979 a 1985, como subsecretario de Asuntos Económicos en la SRE y, de 1995 a 1997, subsecretario de Política y Desarrollo en la Secretaría de Energía.
Además ha sido embajador de México en 10 naciones, entre ellas Venezuela, Austria, Yugoslavia, Reino Unido, República Popular China, Chile y Brasil.
En tanto que María Luisa Albores es egresada de la Universidad de Chapingo y cuenta con una especialidad en Producción Orgánica. Trabajó en la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske, una organización indígena productora de café, pimienta y miel orgánica en la sierra nororiental de Puebla.
Y en octubre pasado, López Obrador le encargó la coordinación del Rescate al Campo y Soberanía Alimentaria, dentro del Comité Ejecutivo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En otro tema, el tabasqueño hizo un llamado al Instituto Federal Electoral (IFE) para se respete la “veda electoral”, o en su caso se establezca un acuerdo de equidad, donde “no se cargue a favor de nadie (y) se aleje esa pretensión de querer imponer a un candidato con la publicidad, con la mercadotecnia, con la propaganda en medios de comunicación, sobre todo en la televisión”.
Al finalizar su último acto de precampaña, López Obrador dijo ser respetuoso del IFE, pero “si me solicitan entrevistas, voy a ir a esas entrevistas (aunque) no voy a llamar a votar ni voy a pedir que la gente vote por mí o por otros candidatos”.
Sin embargo, consideró que para no violentar la ley, hay dos cosas que pueden hacer todos, llámese IFE, candidatos y medios de comunicación:
“Que no se use dinero del presupuesto para comprar votos, conciencias o lealtades, como lo hace el PRI y lo hace el PAN, y el otro es con los medios de comunicación para que se haga un acuerdo de equidad, donde se abran espacios en condiciones de igualdad a todos los candidatos”.
En clara alusión al virtual abanderado presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, dijo que estos acuerdos son para “que no se cargue a favor de nadie, que se aleje esa pretensión de querer imponer a un candidato con la publicidad, con la mercadotecnia, con la propaganda en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión”.
Sobre la postura de la Iglesia católica, que hace un llamado a no votar por candidatos que promuevan el aborto o las bodas gay, el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México eludió responder los cuestionamientos:
“No tengo ningún problema con las iglesias, soy respetuoso de la fe, de la libertad religiosa y de los librepensadores”.
Resaltó que en el movimiento que encabeza “hay católicos, evangélicos, librepensadores, y nosotros no nos metemos en asuntos que tienen que ver con la fe y la religión”.
Enseguida sostuvo que “los verdaderos cristianos van a actuar de manera consecuente y van a apoyar a quien luche por la justicia, la honestidad y el amor al prójimo”.
Antes, en el auditorio Guelaguetza, dijo que “es urgente el que podamos serenar al país, que haya tranquilidad y seguridad pública, y yo estoy seguro que vamos a serenar a México”, al impulsar el desarrollo de la nación, pues “llevamos 30 años sin crecimiento económico y sin generar empleo”.
Y es que “si no hay crecimiento económico, no hay empleos; si nos hay empleos, no hay bienestar; y si no hay bienestar, no hay tranquilidad, ni paz social”, acotó.
Ante unos 8 mil asistentes al foro Los pueblos indígenas, López Obrador hizo el compromiso de “ser el guardián y a proteger las tierras comunales y ejidales de los pueblos de México.
“Por eso hago el compromiso de respetar ese uso de la tierra, de que vamos a atender los problemas que se presentan en Oaxaca por límites entre comunidades y pueblos. Por eso vamos a dar atención especial a todo lo que tiene que ver con los conflictos para que hay no haya derramamiento de sangre con pobladores de Oaxaca”.
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