PRI vs PAN… y AMLO beneficiario

José Carreño Figueras

Todos los indicios apuntan a que la inminente campaña electoral, esa que oficialmente está por empezar pero en realidad ya comenzó, será un brutal golpeteo entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de Acción Nacional (PAN), con la “coalición de izquierdas” como espectador y quizás beneficiario.

Uno de los primeros actos de la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, fue señalar al PRI y su candidato, Enrique Peña Nieto, como el enemigo a vencer en los comicios.

El punto es tanto cuanto más importante porque fue una señal doble, al presidente Felipe Calderón por un lado y al -“pre”- candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

Señal para el primero porque según todas las percepciones, Vázquez Mota conquistó la candidatura a pesar de los deseos de Calderón, que siempre según esas opiniones hubiera deseado más bien que el candidato fuese Ernesto Cordero.

Guiño para el segundo porque Vázquez Mota evitó criticarlo más allá de una mención formal que López Obrador se apresuró a descalificar aunque para muchos pareció una oferta de unir fuerzas, al menos de comunidad de intereses en evitar el retorno del PRI.

Y hay quien dice que Calderón preferiría entregar el poder a López Obrador que a Peña Nieto…

Lo cierto en todo caso es que la entrada de Vázquez Mota en la contienda electoral representa un elemento nuevo, importante, en la política mexicana, pero menos por su carácter de mujer –aunque es importante- que por su impacto.

Con su llegada, las elecciones se convirtieron en una carrera de tres, aunque sería un error pensar que será entre tres “tercios” de tamaño similar. Es viable de hecho pensar en una gran masa de indecisos por ser convencidos.

Cierto que Vázquez Mota representa al PAN, una “marca” deteriorada luego de casi doce años de gobiernos controversiales y la “guerra contra las drogas” lanzada por el gobierno Calderón.

Pero al mismo tiempo la de Vázquez Mota es una candidatura lograda, al menos aparentemente, a pesar del presidente Calderón, lo que le da cierta credibilidad ante un electorado disgustado con el PAN.

Y junto con la preocupación en algunos sectores del PRI por las limitaciones de Peña Nieto –menos por la presunta “ignorancia” de libros que por los problemas para manejar lo inesperado- y los problemas de López Obrador –espléndidas tácticas, dudosa estrategia- en la presunta coalición de “izquierdas”, la aparición de la candidata del PAN altera la química de la actual campaña política.

Lo cierto es que si el PRI pierde votos es probable que una buena parte se vaya al sector de izquierda.

La condición de mujer no rendirá muchos votos feministas a Vázquez Mota, dado que representa una opción conservadora, pero contradictoriamente obliga a sus rivales a irse con cuidado y no aparecer como abusivos, para no suscitar una reacción contraria.

En términos reales Vázquez Mota tiene la posibilidad de crecer más que AMLO, uno de los políticos más carismáticos del país, pero tan conocido que las opiniones sobre él están firmemente asentadas.

Dicho eso, la rivalidad PRI-PAN desembocará probablemente en un baño de lodo, y aunque López Obrador y sus seguidores resultarán salpicados no será tanto como sus adversarios. Y eso tal vez lo ayude.

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