José Antonio Román / Enviado La Jornada
Plataforma Bicentenario, aguas del Golfo de México, 26 de febrero. Al inaugurar formalmente la plataforma Bicentenario de Petróleos Mexicanos (Pemex) en aguas nacionales del Golfo de México, el presidente Felipe Calderón aseguró que la paraestatal alcanzó ya una tasa de más de ciento por ciento en la restitución de reservas probadas, con lo cual se garantiza la producción permanente de hidrocarburos, su viabilidad de largo plazo, y con ello que siga siendo palanca para el desarrollo nacional. Esto es, subrayó, algo que no habíamos podido decir (los mexicanos) en los últimos 30 años.
Señaló que ésta es una de las metas más trascendentales de la empresa en varias décadas. Yo no sé cuándo fue la última vez que Pemex tuvo una tasa de reposición del cien por ciento de reservas. Quizá nunca, o quizá se alcanzó a finales de la década de los setenta, para no volverse a alcanzar nuevamente, dijo.
Advirtió que de continuar la tendencia registrada a principios de la década pasada, cuando la tasa de reposición era sólo de 22 por ciento, muy pronto se hubieran agotado tales reservas y se hubiese debilitado la espina dorsal de la actividad económica que da ingreso a los mexicanos, que es la actividad petrolera. Esta situación ponía en riego la producción y la subsistencia misma de Pemex, insistió. La producción hubiese alcanzado sólo para nueve años.
Así, ante el secretario de Energía, Jordy Herrera; el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel; el secretario general del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, y un pequeño grupo de trabajadores de la plataforma, Calderón destacó también el aumento de la inversión destinada a la exploración, al pasar de 2 mil millones de pesos en 2000, a más de 30 mil millones de pesos en la actualidad.
Calderón se refirió al tratado suscrito recientemente con el gobierno de Estados Unidos para explotar los yacimientos transfronterizos de hicrocarburos. De ser aprobado por el Senado, dijo, se garantizan los derechos soberanos de México sobre su petróleo y gas localizados en esos yacimientos, y se evita el temor de muchos mexicanos de que fueran extraídos unilateralmente mediante el llamado efecto popote.
Acompañado por los funcionarios públicos y sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo, Calderón recorrió la plataforma semisumergible de perforación, que tuvo un costo de 10 mil millones de pesos, capaz de perforar pozos a más de 10 kilómetros de profundidad respecto de la superficie del mar, y a más de 6 kilómetros de profundidad debajo del lecho marino.
En su intervención, el mandatario dijo que con esta plataforma Bicentenario, con la Centenario, inaugurada el año pasado, y la West Pegasus, que viene en camino, México entra de lleno en una nueva era de exploración petrolera en aguas ultraprofundas. Señaló que desde el comienzo de su gobierno se propuso explorar la vasta riqueza que se encuentra en el subsuelo marino en el Golfo de México. Por ello, agregó, era imperativo impulsar la reforma de Pemex.
Era imperativo ir por este gran tesoro escondido que nos permitirá hacer realidad todo nuestro potencial energético petrolero y de gas que como país tenemos. Este año se perforarán al menos seis pozos en aguas profundas y ultraprofundas.
Por su parte, el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, señaló que Pemex se ubica ahora entre las seis empresas del mundo que realizan este tipo de perforaciones petroleras.
Dijo que la producción de hidrocarburos se ha estabilizado; la reposición de reservas va en rápido aumento, y las proyecciones sólidas apuntan a un crecimiento que, hacia 2017, debe llevar a una plataforma sostenible de alrededor de 3 millones de barriles de petróleo crudo al día.
Plataforma Bicentenario, aguas del Golfo de México, 26 de febrero. Al inaugurar formalmente la plataforma Bicentenario de Petróleos Mexicanos (Pemex) en aguas nacionales del Golfo de México, el presidente Felipe Calderón aseguró que la paraestatal alcanzó ya una tasa de más de ciento por ciento en la restitución de reservas probadas, con lo cual se garantiza la producción permanente de hidrocarburos, su viabilidad de largo plazo, y con ello que siga siendo palanca para el desarrollo nacional. Esto es, subrayó, algo que no habíamos podido decir (los mexicanos) en los últimos 30 años.
Señaló que ésta es una de las metas más trascendentales de la empresa en varias décadas. Yo no sé cuándo fue la última vez que Pemex tuvo una tasa de reposición del cien por ciento de reservas. Quizá nunca, o quizá se alcanzó a finales de la década de los setenta, para no volverse a alcanzar nuevamente, dijo.
Advirtió que de continuar la tendencia registrada a principios de la década pasada, cuando la tasa de reposición era sólo de 22 por ciento, muy pronto se hubieran agotado tales reservas y se hubiese debilitado la espina dorsal de la actividad económica que da ingreso a los mexicanos, que es la actividad petrolera. Esta situación ponía en riego la producción y la subsistencia misma de Pemex, insistió. La producción hubiese alcanzado sólo para nueve años.
Así, ante el secretario de Energía, Jordy Herrera; el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel; el secretario general del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, y un pequeño grupo de trabajadores de la plataforma, Calderón destacó también el aumento de la inversión destinada a la exploración, al pasar de 2 mil millones de pesos en 2000, a más de 30 mil millones de pesos en la actualidad.
Calderón se refirió al tratado suscrito recientemente con el gobierno de Estados Unidos para explotar los yacimientos transfronterizos de hicrocarburos. De ser aprobado por el Senado, dijo, se garantizan los derechos soberanos de México sobre su petróleo y gas localizados en esos yacimientos, y se evita el temor de muchos mexicanos de que fueran extraídos unilateralmente mediante el llamado efecto popote.
Acompañado por los funcionarios públicos y sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo, Calderón recorrió la plataforma semisumergible de perforación, que tuvo un costo de 10 mil millones de pesos, capaz de perforar pozos a más de 10 kilómetros de profundidad respecto de la superficie del mar, y a más de 6 kilómetros de profundidad debajo del lecho marino.
En su intervención, el mandatario dijo que con esta plataforma Bicentenario, con la Centenario, inaugurada el año pasado, y la West Pegasus, que viene en camino, México entra de lleno en una nueva era de exploración petrolera en aguas ultraprofundas. Señaló que desde el comienzo de su gobierno se propuso explorar la vasta riqueza que se encuentra en el subsuelo marino en el Golfo de México. Por ello, agregó, era imperativo impulsar la reforma de Pemex.
Era imperativo ir por este gran tesoro escondido que nos permitirá hacer realidad todo nuestro potencial energético petrolero y de gas que como país tenemos. Este año se perforarán al menos seis pozos en aguas profundas y ultraprofundas.
Por su parte, el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, señaló que Pemex se ubica ahora entre las seis empresas del mundo que realizan este tipo de perforaciones petroleras.
Dijo que la producción de hidrocarburos se ha estabilizado; la reposición de reservas va en rápido aumento, y las proyecciones sólidas apuntan a un crecimiento que, hacia 2017, debe llevar a una plataforma sostenible de alrededor de 3 millones de barriles de petróleo crudo al día.
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