Pasarela, encuestas y precandidatos

Katia D'Artigues / Campos Elíseos

El bono electoral

Muy interesante el Laboratorio Político que ayer realizó la AMAI (Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública). La idea era reunir a especialistas, periodistas y también los precandidatos presidenciales para hacer una pregunta pertinente sobre una de las neomanzanas de la discordia de estos electorales tiempos: ¿Qué uso le dan a las encuestas? Claro, ya que los tenían ahí pues fue oportunidad para responder muchas preguntas más…

Aunque la transmisión en vivo se canceló por el famoso -y ridículo- periodo de “intercampañas”, los periodistas nos enteramos de todo porque bueno, pusieron un circuito cerrado a donde estaban los personajes. Y porque integrantes del gremio fueron parte importante de la misma reflexión.

Obvio que todos dijeron que las encuestas eran importantes y las usaban para tomar decisiones. Josefina Vázquez Mota relató que durante su gestión en Sedesol, por ejemplo, las utilizó para saber la opinión de usuarios de programas sociales; AMLO dijo que las encuestas, cuando estaban bien hechas, eran buenas -no de bondad, aclaro- y que él mismo las utilizó como presidente del PRD… y Enrique Peña Nieto varias veces dijo que trabaja con y no para las encuestas. Y bueno, pues aprovechó para cerrar la reciente Encuestagate y decir que -y más tras la visita de Pedro Joaquín Coldwell a Los Pinos- confiaba en el Presidente.

Carlos Loret, en una mesa con Roy Campos y Adriana Pérez Cañedo, comentó el uso y abuso en los medios de las encuestas y de cómo a veces también nosotros violamos la ley (como gremio) por ganar la noticia. Propuso que la AMAI fuera un sello de garantía contra las encuestas patito. Algo que urge, por cierto.

Roberto Rock aceptó que hace falta claridad por parte de los encuestadores, sobre todo por el tema de quién paga las encuestas. Y Rossana Fuentes-Beraín hizo un comentario inteligentísimo. Que los encuestadores, como los periodistas, trabajan con la materia prima más difícil: Los seres humanos.

Pero los precandidatos, ya encarrerados, también contestaron algunas preguntas personales. En ese tono tuvo que ser, no fuera a ser que el IFE los acuse de hacer el proselitismo que bueno, ¡siguen haciendo!

Así nos enteramos de trascendentales temas como que AMLOve, quien cuenta como una de sus pasiones el beisbol, le pone caras a las pelotas que batea. O que su comida favorita es el cocido, bebidas naturales como el chilatole y el pozol, y de refrescos Pascual Boing… Hasta le preguntaron la diferencia entre amor y sexo. Dijo que no era lo mismo hacer el amor que tener sexo.

O que Peña Nieto le gusta el bacalao que hacía su abuela, los pambazos de Atlacomulco. Que lo inspira el último presidente mexiquense: Adolfo López Mateos. Por cierto, también conocido por su apodo: López Paseos. Espacio que también utilizó para aclarar que no es un hombre seductor, sino “de familia”. Y que Twitter, red social donde él tiene más seguidores y negativos, es una “herramienta” de la era moderna que comenzó como espacio de comunicación para jóvenes, pero se incorporaron los adultos.

Vázquez Mota, por su parte, dijo sentirse orgullosa de venir de una familia no favorecida y recordó que su abuela vendía tamales. ¿Qué alimentos y bebidas le gustan? El café, todo tipo de quesos y pescado. Comentó que había sido ganadora gracias a los “josefinos de clóset”. Es decir: Simpatizantes que no declararon que ella era su favorita. Y se aventó un chiste: “Los chinos dicen que las mujeres sostienen la mitad del cielo. Yo digo que las mujeres sostienen el cielo entero y a uno que otro marido”. Caray.

Ah, y que Gabriel Quadri no pudo ir por “problemas de agenda”.

Sobre cómo los precandidatos se desenvolvieron, pues Vázquez Mota caminó por todo el escenario, lo aprovechó. Nunca se sentó y habló sin apuntes. Peña Nieto siempre estuvo detrás del pódium, casi agarrándose de él, y habló apoyado en apuntes. Y AMLO no improvisó nada, leyó su discurso.

Dos meses de salario como bono. Eso recibirán todos los empleados del IFE, incluidos los consejeros electorales. ¿La razón? La carga de trabajo a la que estarán sometidos rumbo a las elecciones de julio próximo. ¿A cuántos trabajadores del país les dan este tipo de bono por adelantado sin saber, siquiera, si habrá alguna queja final de su trabajo terminado?

Qué jefes tan barcos somos, ¿no cree? Digo, ellos ganan de nuestros impuestos…

Desde la semana pasada, el presidente Hugo Chávez dio a conocer que de nuevo se sometería a una cirugía a fin de extirparle un nueva “lesión”. Ahora, vía Wikileaks nos enteramos de lo que parecen ser malas noticias.

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