“Ya renuncié al Partido Revolucionario Institucional y compito como externa en Nueva Alianza”, afirmó la candidata.
LUIS VELÁZQUEZ Y MARIANA MALDONADO / 24 HORAS
El Partido Nueva Alianza (Panal) perfila a la ex priista Rosario Guerra para contender por el gobierno del Distrito Federal el próximo 1 de julio.
Sin embargo, el Panal también abrió las puertas al abogado y periodista Alfonso Martínez, ex vicepresidente de Efekto TV, para realizar su proceso interno que concluirá el próximo 17 de marzo.
En cuanto a su candidato presidencial, el nombre será dado a conocer hoy.
Luis Castro, presidente del Panal, no adelantó el nombre pero tampoco desmintió aquellos que han trascendido como los de Emilio Zebadúa, Esteban Moctezuma, Julio Frenk o Laura Elena Herrejón.
A su vez, Guerra, al ser presentada como precandidata de Nueva Alianza al GDF, advirtió que no abandonó las filas del PRI, sino más bien la dejaron fuera los grupos antagónicos de Beatriz Paredes y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
“Yo no dejo el PRI, el PRI me dejó hace un buen tiempo, cuando se dieron una serie de acontecimientos y no tuve ningún pronunciamiento de ningún tipo frente a las agresiones que se dieron hacia nuestro grupo”, dijo.
Guerra, quien encabezaba a la organización Tercera Vía en el PRI, comentó que no se afiliará a Nueva Alianza y se mantendrá en el proceso como externa.
“Ya renuncié al Partido Revolucionario Institucional y compito como externa en Nueva Alianza”, afirmó.
Jorge Gaviño, presidente de Nueva Alianza en el DF, aseguró que con Guerra y con Martínez tienen asegurado el registro, pero por supuesto aspiran a ganar la ciudad porque “tenemos más fuerza que el PRI y el PAN”.
Lo anterior, pese a que su fuerza en la ciudad se ha reducido considerablemente en los últimos seis años, puesto que su bancada en la Asamblea Legislativa pasó de cuatro legisladores en 2006 a una diputada en 2009.
Comentó que su partido no llenará las calles de propaganda política en el proceso de precampaña y la forma de elección será a través de la Comisión Estatal de Elección, conformada por 25 miembros, la cual deliberará el 17 de marzo próximo quien será su abanderado.
Guerra comentó que Beatriz Paredes es una candidata sólida, pero que verá afectada su imagen si permite que “golpeadores y delincuentes” permanezcan en el PRI y ocupen candidaturas a diputaciones federales, locales y delegaciones.
A mediados de noviembre del 2011, Rosario Guerra tuvo un altercado con Cristian Vargas, conocido como el dipuhooligan, en el registro de planillas para la renovación de la dirigencia local del PRI, y hasta el momento sigue abierta la averiguación previa ante la Procuraduría capitalina.
Pasado salinista, presente elbista
Rosario Guerra es una mujer liberal, aliada de los masones, que ha ocupado cargos de elección popular y en la administración pública por su militancia en el PRI.
En la década de los 80 trabajó con el ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, en la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto.
Ahí conoció a todos los salinistas como Manuel Camacho Solís, con quien aún mantiene una buena amistad.
En esa época también trabó una fuerte amistad con Beatriz Paredes, quien se perfila como abanderada del PRI al Gobierno del Distrito Federal para la contienda constitucional del 1 de julio próximo.
Su última competencia por un cargo de elección popular fue en el 2000, cuando contendió por la delegación Coyoacán, donde perdió ante la actriz María Rojo, a quien acusaba de negarse a debatir y centrar su campaña en bailes de danzón.
Sin embargo, logró elevar 10 puntos la votación en esa demarcación, que ha sido bastión de la izquierda, sobre los votos obtenidos en 1997. En esa LVII legislatura fue una de las operadoras de Humberto Roque Villanueva y aparece detrás del entonces coordinador de los diputados priistas celebrando la aprobación del aumento al IVA a 15%.
Politóloga y catedrática de la UNAM, Guerra ha sido electa diputada federal en dos ocasiones por Coyoacán.
En la Cámara de Diputados logró presidir la Mesa Directiva y es una de las cinco mujeres que ha contestado un Informe de Gobierno.
En los gobiernos del PRI, Rosario Guerra ocupó cargos en diversas dependencias, como directora General en la SHCP y subdirectora de Finanzas del ISSSTE.
En 2000, tras su derrota en Coyoacán, Guerra se alejó de la política, pero regresó para ocupar la Tesorería del PRI nacional y encabezar la delegación en Quintana Roo.
En su regreso a la vida partidaria, Guerra, ahora precandidata de Nueva Alianza al GDF, se volvió cercana al abanderado presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto.
A finales de 2010, Guerra se reencontró con perredistas y ex perredistas para defender en la Corte que no se penalizara a las mujeres que abortan.
LUIS VELÁZQUEZ Y MARIANA MALDONADO / 24 HORAS
El Partido Nueva Alianza (Panal) perfila a la ex priista Rosario Guerra para contender por el gobierno del Distrito Federal el próximo 1 de julio.
Sin embargo, el Panal también abrió las puertas al abogado y periodista Alfonso Martínez, ex vicepresidente de Efekto TV, para realizar su proceso interno que concluirá el próximo 17 de marzo.
En cuanto a su candidato presidencial, el nombre será dado a conocer hoy.
Luis Castro, presidente del Panal, no adelantó el nombre pero tampoco desmintió aquellos que han trascendido como los de Emilio Zebadúa, Esteban Moctezuma, Julio Frenk o Laura Elena Herrejón.
A su vez, Guerra, al ser presentada como precandidata de Nueva Alianza al GDF, advirtió que no abandonó las filas del PRI, sino más bien la dejaron fuera los grupos antagónicos de Beatriz Paredes y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
“Yo no dejo el PRI, el PRI me dejó hace un buen tiempo, cuando se dieron una serie de acontecimientos y no tuve ningún pronunciamiento de ningún tipo frente a las agresiones que se dieron hacia nuestro grupo”, dijo.
Guerra, quien encabezaba a la organización Tercera Vía en el PRI, comentó que no se afiliará a Nueva Alianza y se mantendrá en el proceso como externa.
“Ya renuncié al Partido Revolucionario Institucional y compito como externa en Nueva Alianza”, afirmó.
Jorge Gaviño, presidente de Nueva Alianza en el DF, aseguró que con Guerra y con Martínez tienen asegurado el registro, pero por supuesto aspiran a ganar la ciudad porque “tenemos más fuerza que el PRI y el PAN”.
Lo anterior, pese a que su fuerza en la ciudad se ha reducido considerablemente en los últimos seis años, puesto que su bancada en la Asamblea Legislativa pasó de cuatro legisladores en 2006 a una diputada en 2009.
Comentó que su partido no llenará las calles de propaganda política en el proceso de precampaña y la forma de elección será a través de la Comisión Estatal de Elección, conformada por 25 miembros, la cual deliberará el 17 de marzo próximo quien será su abanderado.
Guerra comentó que Beatriz Paredes es una candidata sólida, pero que verá afectada su imagen si permite que “golpeadores y delincuentes” permanezcan en el PRI y ocupen candidaturas a diputaciones federales, locales y delegaciones.
A mediados de noviembre del 2011, Rosario Guerra tuvo un altercado con Cristian Vargas, conocido como el dipuhooligan, en el registro de planillas para la renovación de la dirigencia local del PRI, y hasta el momento sigue abierta la averiguación previa ante la Procuraduría capitalina.
Pasado salinista, presente elbista
Rosario Guerra es una mujer liberal, aliada de los masones, que ha ocupado cargos de elección popular y en la administración pública por su militancia en el PRI.
En la década de los 80 trabajó con el ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, en la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto.
Ahí conoció a todos los salinistas como Manuel Camacho Solís, con quien aún mantiene una buena amistad.
En esa época también trabó una fuerte amistad con Beatriz Paredes, quien se perfila como abanderada del PRI al Gobierno del Distrito Federal para la contienda constitucional del 1 de julio próximo.
Su última competencia por un cargo de elección popular fue en el 2000, cuando contendió por la delegación Coyoacán, donde perdió ante la actriz María Rojo, a quien acusaba de negarse a debatir y centrar su campaña en bailes de danzón.
Sin embargo, logró elevar 10 puntos la votación en esa demarcación, que ha sido bastión de la izquierda, sobre los votos obtenidos en 1997. En esa LVII legislatura fue una de las operadoras de Humberto Roque Villanueva y aparece detrás del entonces coordinador de los diputados priistas celebrando la aprobación del aumento al IVA a 15%.
Politóloga y catedrática de la UNAM, Guerra ha sido electa diputada federal en dos ocasiones por Coyoacán.
En la Cámara de Diputados logró presidir la Mesa Directiva y es una de las cinco mujeres que ha contestado un Informe de Gobierno.
En los gobiernos del PRI, Rosario Guerra ocupó cargos en diversas dependencias, como directora General en la SHCP y subdirectora de Finanzas del ISSSTE.
En 2000, tras su derrota en Coyoacán, Guerra se alejó de la política, pero regresó para ocupar la Tesorería del PRI nacional y encabezar la delegación en Quintana Roo.
En su regreso a la vida partidaria, Guerra, ahora precandidata de Nueva Alianza al GDF, se volvió cercana al abanderado presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto.
A finales de 2010, Guerra se reencontró con perredistas y ex perredistas para defender en la Corte que no se penalizara a las mujeres que abortan.
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