José Cárdenas
Nuestras prisiones sólo expresan barbarie. Son el basurero de los renglones torcidos de Dios —diría Torcuato Luca de Tena—.
Hace poco narramos la peor tragedia carcelaria en la historia de América Latina. El incendio en el penal hondureño de Comayagua. El saldo, 358 presos muertos… y la vergüenza.
Hoy, la tragedia tocó en Apodaca, Nuevo León.
Datos duros: escaparon cinco reos del fuero común y 25 presuntos integrantes del cártel de Los Zetas, liderados por Óscar Manuel Bernal Soriano, alias La Araña. Se llevaron entre las patas la vida de 44 internos. A las dos de la mañana había 43 mujeres y 25 niños… pero nadie dice nada… nadie hizo nada. La matanza fue denunciada dos horas después del motín, el homicidio masivo y la fuga. Cuatro funcionarios y 18 custodios podrían estar implicados. –¿Podrían?
Lo sucedido en Apodaca no es fruto de la casualidad.
En 2008, la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo León emitió recomendaciones cuyo cumplimiento habría evitado la tragedia de hoy… y las justificaciones de toda la vida.
“…adecuar horarios y espacios para que los procesados federales no tengan ningún contacto con el resto de la población penitenciaria…”
“…incrementar la plantilla de Personal de Seguridad y Custodia, así como de Profesional Técnico en todas las áreas…”
Cuando nada se cumple, la historia se repite.
El 4 de enero, en el penal de Altamira, Tamaulipas, 31 reos se mataron entre ellos. Se suman a 17 en Ciudad Juárez; 23 en Durango; 20 en Gómez Palacio; 14 más, también en Apodaca.
…y una vez más, el gobierno del Estado de Nuevo León culpa al federal por la existencia de reos de alta peligrosidad en cárceles que carecen de las instalaciones adecuadas…
Administrar las prisiones es un dolor de cabeza. El gobierno sucumbe ante la “ley de plata o plomo”.
–¿Sabe usted cuánto gana un custodio de un Centro de Readaptación Social en Tamaulipas o de Chihuahua, por ejemplo?
–Dos mil 936 pesos con 80 centavos mensuales. Carecen de capacitación. Trabajan como Dios les da a entender. Si se corrompen podrán vivir un poco mejor. Si no, se mueren.
El periodista Otto Granados (La Razón) lo pone de este modo: “La sobrepoblación (…) es grave: hay ahora unos 224 mil internos en cárceles que tienen capacidad sólo para 184 mil. Por ende, los motines, el autogobierno, la reproducción de un refinado microcosmos de las miserias humanas y el deterioro de los derechos de los reclusos definen a la mayor parte de nuestras prisiones.”
–¿Si en este país el gobierno no puede arreglar lo que ocurre tras las rejas, cómo pretende arreglar lo que pasa en las calles?
MONJE LOCO: El PRI recargado ataca de nuevo. Acusa a Cocoa Calderón de corrupta… y le saca al balcón la ropa sucia. El proyectil es una grabación donde la primera hermana del país instruye a sus subordinados a ganar la interna panista en Michoacán a “billetazos”. Pedro Joaquín Coldwell amenaza con más revelaciones. Revela que el gobierno tiene un guardadito de 330 mil millones para ganar la elección… y los priistas saben de lo que dicen, desde que ellos patentaron tales trampas. Ya se sabe, ya se supo…
Nuestras prisiones sólo expresan barbarie. Son el basurero de los renglones torcidos de Dios —diría Torcuato Luca de Tena—.
Hace poco narramos la peor tragedia carcelaria en la historia de América Latina. El incendio en el penal hondureño de Comayagua. El saldo, 358 presos muertos… y la vergüenza.
Hoy, la tragedia tocó en Apodaca, Nuevo León.
Datos duros: escaparon cinco reos del fuero común y 25 presuntos integrantes del cártel de Los Zetas, liderados por Óscar Manuel Bernal Soriano, alias La Araña. Se llevaron entre las patas la vida de 44 internos. A las dos de la mañana había 43 mujeres y 25 niños… pero nadie dice nada… nadie hizo nada. La matanza fue denunciada dos horas después del motín, el homicidio masivo y la fuga. Cuatro funcionarios y 18 custodios podrían estar implicados. –¿Podrían?
Lo sucedido en Apodaca no es fruto de la casualidad.
En 2008, la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo León emitió recomendaciones cuyo cumplimiento habría evitado la tragedia de hoy… y las justificaciones de toda la vida.
“…adecuar horarios y espacios para que los procesados federales no tengan ningún contacto con el resto de la población penitenciaria…”
“…incrementar la plantilla de Personal de Seguridad y Custodia, así como de Profesional Técnico en todas las áreas…”
Cuando nada se cumple, la historia se repite.
El 4 de enero, en el penal de Altamira, Tamaulipas, 31 reos se mataron entre ellos. Se suman a 17 en Ciudad Juárez; 23 en Durango; 20 en Gómez Palacio; 14 más, también en Apodaca.
…y una vez más, el gobierno del Estado de Nuevo León culpa al federal por la existencia de reos de alta peligrosidad en cárceles que carecen de las instalaciones adecuadas…
Administrar las prisiones es un dolor de cabeza. El gobierno sucumbe ante la “ley de plata o plomo”.
–¿Sabe usted cuánto gana un custodio de un Centro de Readaptación Social en Tamaulipas o de Chihuahua, por ejemplo?
–Dos mil 936 pesos con 80 centavos mensuales. Carecen de capacitación. Trabajan como Dios les da a entender. Si se corrompen podrán vivir un poco mejor. Si no, se mueren.
El periodista Otto Granados (La Razón) lo pone de este modo: “La sobrepoblación (…) es grave: hay ahora unos 224 mil internos en cárceles que tienen capacidad sólo para 184 mil. Por ende, los motines, el autogobierno, la reproducción de un refinado microcosmos de las miserias humanas y el deterioro de los derechos de los reclusos definen a la mayor parte de nuestras prisiones.”
–¿Si en este país el gobierno no puede arreglar lo que ocurre tras las rejas, cómo pretende arreglar lo que pasa en las calles?
MONJE LOCO: El PRI recargado ataca de nuevo. Acusa a Cocoa Calderón de corrupta… y le saca al balcón la ropa sucia. El proyectil es una grabación donde la primera hermana del país instruye a sus subordinados a ganar la interna panista en Michoacán a “billetazos”. Pedro Joaquín Coldwell amenaza con más revelaciones. Revela que el gobierno tiene un guardadito de 330 mil millones para ganar la elección… y los priistas saben de lo que dicen, desde que ellos patentaron tales trampas. Ya se sabe, ya se supo…
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