José Cárdenas
El PRI y el PAN se acusan mutuamente de narcopolítica. Se atacan los unos a los otros.
El PAN pegó primero… para cortar la cabeza de Humberto Moreira. Y pegó otra vez, con el de los tres ex gobernadores de Tamaulipas presuntamente vinculados con el crimen… ¡Golpazos!
…pero el PRI no está manco.
Es el mensaje de Pedro Joaquín Coldwell, tanto a los panistas como al presidente Calderón.
Nadie podía esperar que los priistas se quedaran con los brazos cruzados después de la andanada contra Eugenio Hernández, Manuel Cavazos y Tomás Yarrington… y el insistente golpeteo a la legitimidad de la elección de Fausto Vallejo en Michoacán.
El PRI contraataca al panismo con las mismas armas de su rival. Combate el fuego con fuego.
El primer blanco es Luisa María Cocoa Calderón.
Grabación en mano —vaya usted a saber cómo fue obtenida—, el tricolor acusa a la primera hermana del país de corrupta, por intentar una elección de Estado mediante recursos públicos y el manejo de funcionarios federales para imponer su fallida candidatura al gobierno michoacano.
El golpe dado a la Cocoa trae jiribilla. También va dirigido a la fiscal electoral Imelda Calvillo Tello, quien ahora tiene una oportunidad inmejorable para demostrar su imparcialidad y autonomía respecto al partido en el gobierno. No olvidemos que su antecesor, José Luis Vargas, perdió la chamba —dicen— por no respaldar las denuncias del panismo michoacano.
El segundo obús priista va “derechito” contra el presidente Calderón. Pedro Joaquín Coldwell lo acusa de tener un cochinito que pesa 330 mil millones de pesos, para ganar la próxima elección… a como dé lugar. Según el líder del PRI, el dinero sale de huecos financieros hallados en la revisión de la Cuenta Pública.
El uso de esa lana para fines electorales es mera especulación… pero si alguien sabe cómo conseguir recursos de la nada para financiar elecciones, son precisamente los priistas.
El tercer disparo es el de menor calibre, pero también puede resultar letal…
El PRI de Baja California denunció a los ex gobernadores Eugenio Elorduy y Ernesto Ruffo por mantener relaciones con el narcotráfico durante sus mandatos. Igualito que en Tamaulipas. La denuncia se sustenta en publicaciones periodísticas y los dichos de Sergio Aponte Polito, ex comandante de la Segunda Región Militar. El general Aponte acusó a ambos ex gobernadores de asociarse con los hermanos Arellano Félix. El golpe contra Ruffo Appel, el primer gobernador panista de la historia, trae copia para Josefina Vázquez Mota. Ruffo es uno de los principales apoyos de la aspirante celeste.
En fin. La guerra de lodo está en su apogeo… y no va a parar antes del 1 de julio…
No hay duda. A todos los políticos la lucha por el poder los hace iguales. Aunque haya unos más iguales que otros… O como dice el tango, en el mismo lodo… todos (acaban) manoseados.
MONJE LOCO: Dice el Éxodo (21: 23-25) “...Mas si hubiera muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo; diente por diente, mano por mano; pie por pie, quemadura por quemadura; herida por herida, golpe por golpe.” ¿Por fin, en la política electoral mexicana hemos llegado a los tiempos bíblicos? Nadie sabe, nadie supo…
El PRI y el PAN se acusan mutuamente de narcopolítica. Se atacan los unos a los otros.
El PAN pegó primero… para cortar la cabeza de Humberto Moreira. Y pegó otra vez, con el de los tres ex gobernadores de Tamaulipas presuntamente vinculados con el crimen… ¡Golpazos!
…pero el PRI no está manco.
Es el mensaje de Pedro Joaquín Coldwell, tanto a los panistas como al presidente Calderón.
Nadie podía esperar que los priistas se quedaran con los brazos cruzados después de la andanada contra Eugenio Hernández, Manuel Cavazos y Tomás Yarrington… y el insistente golpeteo a la legitimidad de la elección de Fausto Vallejo en Michoacán.
El PRI contraataca al panismo con las mismas armas de su rival. Combate el fuego con fuego.
El primer blanco es Luisa María Cocoa Calderón.
Grabación en mano —vaya usted a saber cómo fue obtenida—, el tricolor acusa a la primera hermana del país de corrupta, por intentar una elección de Estado mediante recursos públicos y el manejo de funcionarios federales para imponer su fallida candidatura al gobierno michoacano.
El golpe dado a la Cocoa trae jiribilla. También va dirigido a la fiscal electoral Imelda Calvillo Tello, quien ahora tiene una oportunidad inmejorable para demostrar su imparcialidad y autonomía respecto al partido en el gobierno. No olvidemos que su antecesor, José Luis Vargas, perdió la chamba —dicen— por no respaldar las denuncias del panismo michoacano.
El segundo obús priista va “derechito” contra el presidente Calderón. Pedro Joaquín Coldwell lo acusa de tener un cochinito que pesa 330 mil millones de pesos, para ganar la próxima elección… a como dé lugar. Según el líder del PRI, el dinero sale de huecos financieros hallados en la revisión de la Cuenta Pública.
El uso de esa lana para fines electorales es mera especulación… pero si alguien sabe cómo conseguir recursos de la nada para financiar elecciones, son precisamente los priistas.
El tercer disparo es el de menor calibre, pero también puede resultar letal…
El PRI de Baja California denunció a los ex gobernadores Eugenio Elorduy y Ernesto Ruffo por mantener relaciones con el narcotráfico durante sus mandatos. Igualito que en Tamaulipas. La denuncia se sustenta en publicaciones periodísticas y los dichos de Sergio Aponte Polito, ex comandante de la Segunda Región Militar. El general Aponte acusó a ambos ex gobernadores de asociarse con los hermanos Arellano Félix. El golpe contra Ruffo Appel, el primer gobernador panista de la historia, trae copia para Josefina Vázquez Mota. Ruffo es uno de los principales apoyos de la aspirante celeste.
En fin. La guerra de lodo está en su apogeo… y no va a parar antes del 1 de julio…
No hay duda. A todos los políticos la lucha por el poder los hace iguales. Aunque haya unos más iguales que otros… O como dice el tango, en el mismo lodo… todos (acaban) manoseados.
MONJE LOCO: Dice el Éxodo (21: 23-25) “...Mas si hubiera muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo; diente por diente, mano por mano; pie por pie, quemadura por quemadura; herida por herida, golpe por golpe.” ¿Por fin, en la política electoral mexicana hemos llegado a los tiempos bíblicos? Nadie sabe, nadie supo…
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