Sinembargo
El PRI de 2012 no es el nuevo ni el viejo, es el mismo de toda la vida; igual de burdo y ordinario con los ciudadanos a los que gobierna o quiere gobernar, igual de monolítico cuando del reparto del poder se trata.
La aparición de Humberto Moreira Valdés en las listas preliminares del partido tricolor al Senado de la República, además por el principio de representación proporcional o plurinominal –que ya es de por sí es vergonzoso y abusivo dentro de la actual operación del Legislativo–es un burla para los mexicanos y especialmente para los coahuilenses.
Es el colmo de los colmos que un ex gobernador y ex presidente nacional del PRI que está en entredicho y que, incluso, podría ser alcanzado por el brazo de la ley por su sospechosa administración de los recursos públicos durante su gobierno en Coahuila sea “premiado” o, más bien, “protegido” con una curul, para simplemente obtener el fuero constitucional.
Aunque el PRI tiene planeado aprobar sus listas de candidatos a diputados y senadores por el principio de representación proporcional hasta dentro de un mes, el nombre de Humberto Moreira Valdés quedó registrado.
Para nadie es una incógnita que si “el Profe bailador” alcanza el Senado, le sería aún más fácil encubrir sus supuestas vinculaciones con la escandalosa deuda pública estatal por más de 34 mil millones de pesos, captada en una parte con documentos falsos y el involucramiento de distintos funcionarios de primer nivel en su sexenio.
Su desgastada imagen, reputación y credibilidad lo obligaron a renunciar como presidente nacional del PRI el pasado 2 de diciembre, justo para no “ensuciar” ni entorpecer el camino de Enrique Peña Nieto hacia las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio.
Pero si se confirma su participación como candidato plurinominal al Senado, seguro que los opositores aprovecharán su presencia para recriminar a Peña Nieto y al PRI su jugarreta para dotar de protección a uno de los políticos más criticados de los últimos meses y cuya honradez está en duda permanente.
Ahora, Moreira no es el único. En el mismo caso estaría Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla, quien todavía batalla por un escaño, aunque su participación en el proceso electoral no ha sido confirmada.
Marín Torres fue vinculado con pederastas durante su administración y, además, actualmente una buena parte de su gabinete es perseguido por la justicia por actos de corrupción cometidos cuando trabajaron para el ex gobernador priista.
Ese es, pues, el PRI. Ni nuevo ni viejo, simplemente el mismo de siempre.
El PRI de 2012 no es el nuevo ni el viejo, es el mismo de toda la vida; igual de burdo y ordinario con los ciudadanos a los que gobierna o quiere gobernar, igual de monolítico cuando del reparto del poder se trata.
La aparición de Humberto Moreira Valdés en las listas preliminares del partido tricolor al Senado de la República, además por el principio de representación proporcional o plurinominal –que ya es de por sí es vergonzoso y abusivo dentro de la actual operación del Legislativo–es un burla para los mexicanos y especialmente para los coahuilenses.
Es el colmo de los colmos que un ex gobernador y ex presidente nacional del PRI que está en entredicho y que, incluso, podría ser alcanzado por el brazo de la ley por su sospechosa administración de los recursos públicos durante su gobierno en Coahuila sea “premiado” o, más bien, “protegido” con una curul, para simplemente obtener el fuero constitucional.
Aunque el PRI tiene planeado aprobar sus listas de candidatos a diputados y senadores por el principio de representación proporcional hasta dentro de un mes, el nombre de Humberto Moreira Valdés quedó registrado.
Para nadie es una incógnita que si “el Profe bailador” alcanza el Senado, le sería aún más fácil encubrir sus supuestas vinculaciones con la escandalosa deuda pública estatal por más de 34 mil millones de pesos, captada en una parte con documentos falsos y el involucramiento de distintos funcionarios de primer nivel en su sexenio.
Su desgastada imagen, reputación y credibilidad lo obligaron a renunciar como presidente nacional del PRI el pasado 2 de diciembre, justo para no “ensuciar” ni entorpecer el camino de Enrique Peña Nieto hacia las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio.
Pero si se confirma su participación como candidato plurinominal al Senado, seguro que los opositores aprovecharán su presencia para recriminar a Peña Nieto y al PRI su jugarreta para dotar de protección a uno de los políticos más criticados de los últimos meses y cuya honradez está en duda permanente.
Ahora, Moreira no es el único. En el mismo caso estaría Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla, quien todavía batalla por un escaño, aunque su participación en el proceso electoral no ha sido confirmada.
Marín Torres fue vinculado con pederastas durante su administración y, además, actualmente una buena parte de su gabinete es perseguido por la justicia por actos de corrupción cometidos cuando trabajaron para el ex gobernador priista.
Ese es, pues, el PRI. Ni nuevo ni viejo, simplemente el mismo de siempre.
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