México está fraccionado y sin rumbo

Claudia Rodríguez

Este Mèxico nuestro está fraccionado. No hay rumbo. Las gestiones de gobierno y de administración son al estilo del parche. Los responsables de diferentes áreas realizan su trabajo como en islas y no hay quien intente integrar los temas, las anomalías y las soluciones.

Faltan menos de cinco meses para las elecciones federales en las que habrá cambio del Ejecutivo y del Legislativo, y me pregunto si las instituciones de toda índole –no sólo las electorales y de partidos políticos— y la sociedad misma, estamos preparados y en condiciones para realizar decorosamente ese trance.

Mi particular respuesta es que no.

En primera instancia la sociedad tiene serios cuestionamientos sobre el desempeño institucional, y entre institutos políticos se tienen una tremenda desconfianza sobre un juego electoral limpio.

Los electores y la población que opina al respecto, sabe que un relevo de estafeta gubernamental y administrativa no forzosamente redituará en un cambio positivo a corto plazo que es lo que urge. El tránsito paulatino en el país, es un tiempo que no permite salir del ahogo.

Vivir, circular y proyectar en México, debe contemplar en cada mexicano múltiples factores adversos: Inseguridad, ilegalidad, insuficiencia en plazas de educación y empleo, inflación, sueldos astringentes, reducción de crédito y ¿cuántos más?

Pareciera cosa de locos que mientras que la fuerza de los criminales se muestra opulenta ante las fuerzas del Estado, la cabeza del Ejecutivo se muestre en una pista discursiva y publicitaria de su administración como si no pasara nada.

Ahora vemos que si la estrategia en contra de la delincuencia organizada contempló que recluir en prisiones a criminales relacionados con el mercado de las droga era la forma de cerrar sus ciclos criminales, pues hubo un terrible mal cálculo.

¡Tantos esfuerzos y muertos por aprehender a los criminales y son las mismas instituciones de gobierno, las que dejan escapar a los peligrosos delincuentes, así señalados por las autoridades de justicia!

Así es nuestro Mèxico. Lograr mayor esperanza de vida nacional pero no garantizar ni empleo, ni jubilaciones dignas para adultos y retirados. Crear aulas pero no elevar el nivel educativo. Becar y apoyar a estudiantes para concretar una carrera o licenciatura y no garantizarles un puesto de trabajo. Ofrecer plazas labores y no remunerarlas suficientemente. Organizar elecciones democráticas y decidirlas en un Tribunal.

Acta Divina… El presidente Felipe Calderón señaló que lo que se obtiene por la vía democrática, será duradero.

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