Los raros Bichir

Marco A. Flota / Grillotina

Debido a la veda- o intercampaña- impuesta por el IFE a los precandidatos, hay que rebuscar entre las noticias para encontrar temas relacionados lo más posible, con la política.

Así, hoy comentaremos de los raros Bichir, que no es lo mismo que bichos raros, sino una tribu, pero de actores, no de grillos del PRD, aunque por ahí van, al parecer, sus preferencias electorales. Los Bichir están de moda porque uno de ellos, Demián, podría obtener el premio Óscar como Mejor Actor, allá en Hollywood.

El cine es un tema que, al menos en México, se relaciona con la política. Baste recordar que un hermano de Luis Echeverría, Rodolfo, fue el mandón de la industria cinematográfica durante aquel sexenio. Por cierto, Rodolfo Landa- nombre artístico- fue un notorio villano, pero en el cine, no en la vida real como Luis. Una hermana de López Portillo, Margarita, hizo y deshizo en el cine al sexenio siguiente, al grado de que se llegó a decir que no la gran actriz Marga López, sino Margarita, era quien había provocado más lágrimas en la historia de nuestra cinematografía.

Pero estos Bichir son como los Soler de la Epoca de Oro del Cine Nacional. Como los Chávez en el boxeo o los Silveti en los toros. O como los Del Mazo, los Reyes Heroles, los Hank, los Madrazo, los Murat, los Cervera Pacheco y etc. etc. en la política.

Pues bien, decíamos, Demián Bichir podría ganar el próximo domingo un Óscar. Que no es lo mismo que el Nobel, pero sí de mayor rango que el premio Villaurrutia, hoy en entredicho porque se otorgó a un señor Alatriste que firmaba como suyo lo escrito por otros autores, lo que se considera plagio. Pero no es criticable si usted es ex presidente, digamos Fox, autor de un libro que todavía no ha leído. Salinas de Gortari, en cambio, sí es autor de varios libros que nadie ha leído.

Para que se entienda, digamos que el Óscar de Hollywood equivale a una senaduría y el Ariel- que se otorga en México- a una diputación. Y ningún actor mexicano ha ganado un Óscar, mientras las senadurías se regalan y hasta pueden comprarse.

A reserva de que algún experto nos contradiga, el máximo premio obtenido por un actor mexicano, fue el de Pedro Infante en el Festival de Berlín, por su interpretación de “Tizoc”, un indito que confundía a María Félix con una virgen, para lo cual hace falta mucha imaginación. (Con todo respeto es como confundir a la Maistra Elba con la Madre Teresa).

Hace unos años Salma Hayek fue nominada a la estatuilla dorada como Actriz Protagónica, por su actuación en la película “Frida”, basada en la vida de la pintora Khalo. Sin embargo Salma, como la Selección en los Mundiales, sólo nos dio esperanzas.
Se espera que Demián Bichir- hijo de Alejandro y hermano de Bruno y Odiseo, todos actores- haga un mejor papel este año. Y es que lleva como rivales a George Clooney, tan inexpresivo como Santiago Creel y a cierto actor francés protagonista de una película muda (Papel que le hubiera quedado bien a Peña Nieto).
Sin embargo, hay otro mexicano nominado al mismo premio, aunque en el renglón de mejor fotografía cinematográfica: Emmanuel Lubezki. Y él sí tiene muchas más posibilidades de obtener el premio. Porque a Emmanuel Lubezki le dicen “Chivo”, no Cordero.


¡RRIINNGG!

-Bueno, Movimiento de Regeneración Nacional...
-¡Felicidades por el spot del Tata promoviendo al Peje!
-Sólo que nos quitaron el spot del Tata, el actual es de Héctor Bonilla...
-Pues no hay mucha diferencia...


EPIGRILLO

“¿A mí homenajes? ¡Ni madre!”,
exclamó el famoso Chente.
Declaración que es muy padre,
mas del cantante Vicente,
no del que ¿fue? presidente.

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