Libro de Scherer inaugura juicio histórico a Calderón: Aristegui

Álvaro Delgado

Con Calderón de cuerpo entero, el más reciente libro del periodista Julio Scherer García, se inicia el juicio al gobierno de Felipe Calderón, advirtieron hoy Carmen Aristegui y Alfonso Durazo, mientras que Manuel Espino reveló que no quería que fuera presidente de México.

Aristegui, Durazo y Espino presentaron el libro de Scherer García ante más de 300 personas que abarrotaron el Salón de Actos del Palacio de Minería, y los tres desmenuzaron la obra, de la que los dos segundos participan con sus testimonios sobre Calderón.

Aristegui, quien recordó que hace “un año y días” perdió y recuperó su programa en MVS por “un berrinche de notables proporciones” de Calderón, señaló que, tal como lo ha expuesto el historiador Lorenzo Meyer, ha comenzado el juicio al sexenio.

“Empieza el inicio de los juicios precisamente a Felipe Calderón, el juicio de la historia, para decirlo en términos en los que se suele hablar, evidentemente ya empezó y don Julio es de los primeros que escribe precisamente para este ejercicio”, puntualizó la periodista.

Y añadió: “Sin duda va a ser un sexenio a analizar de una y mil maneras, de todos los ángulos posibles, (como) desde el ángulo periodístico don Julio aporta Calderón de cuerpo entero.”

Espino, expulsado del Partido Acción Nacional (PAN) que presidía en 2006, dijo que compartió con Scherer información que tienen derecho a saber los mexicanos sobre Calderón, porque el periodista “quería escribir historia con la verdad”.

El político duranguense aclaró que en el libro “no hay chisme, no hay mitote, son páginas de historia”, y aludió a las reacciones que produjo en la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación, el PAN y la casa de campaña de Josefina Vázquez Mota.

“Yo lamento, pero al mismo tiempo celebro, que los testaferros del calderonato hayan trabajado horas extras desde que se publicó el avance del libro en la revista Proceso, y de Bucareli, de Los Pinos, de una oficina de partido de la colonia Del Valle y de una oficina de campaña de la colonia Del Valle comenzaron a diseñarse jugadas de comunicación para neutralizar, contrarrestar o desprestigiar a un libro que todavía no estaba en las librerías, pero que ya se sabía que pronto iba a aparecer.”

Añadió: “Y quienes lamentablemente como periodistas reaccionan en contra del libro, sin haberlo siquiera conocido, evidenciaron a quién estaban sirviendo, y periodistas a los yo tenía aprecio y respeto por su objetividad, y comenzaron a poner énfasis en un tema, en un enfoque de un tema, el tema del alcoholismo, y el enfoque de que era injusto hablar del alcoholismo del presidente.

“Yo nunca le dije alcohólico al presidente, porque no me espanta que una persona tome bebidas alcohólicas (…) Ese no es el problema, el problema es que se tome de manera irresponsable, el problema es que se tome cuando se trabaje y el problema es que se tome cuando se trabaja en una responsabilidad del tamaño de la Presidencia de la República. Y yo no sé si el presidente toma o no, pero sé que tomaba cuando era diputado y lo hacía cuando trabajaba”.

En la presentación del libro de Scherer García, en el marco de la Feria Internacional de Libro de la UNAM, Espino reveló: “Yo conocía las inclinaciones de Felipe Calderón y por eso yo no quería que fuera el presidente o el candidato a presidente de mi partido. Eso es público y nunca lo he negado”.

Pero cuando ya fue candidato lo tuvo que apoyar, porque era su obligación. “Cuando era precandidato por supuesto que no quería, pero tampoco me atrevía a difundir, porque siendo presidente de un partido político nacional hubiera sido muy mal visto que, estando en el papel de árbitro, tratara de persuadir a los militantes de por qué no votar por una persona. Pero esa ya es experiencia y esa ya es historia que se plasma en los libros de don Julio Scherer.”

Por su parte, Durazo dijo que Scherer se anticipa a lo que vendrá después de que Calderón deje el cargo, porque es cuando todas las estructuras que los cercan para ignorar las realidad empiezan a ceder y es también cuando los intereses cómplices que protegían con el silencio empiezan a romper sus ataduras.

Durazo, exsecretario del priista Luis Donaldo Colosio, advirtió que la conducta de Calderón anticipa que se involucrará en la elección federal más que Vicente Fox, de quien él fue también secretario.

“Creo que las dimensiones que tomará con Calderón resultarán inéditas”, vaticinó Durazo, quien afirmó que el presidente “no estaba preparado emocionalmente para llegar a esa responsabilidad y que parece no tener una línea roja que respetar. Es decir, el ‘haiga sido como haiga sido’ en estado puro”.

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