Ricardo Alemán
En efecto, resultó histórica la elección interna del PAN –para seleccionar a su aspirante presidencial–, ya que Josefina Vázquez Mota se alzó con una cómoda victoria –sobre Ernesto Cordero y Santiago Creel–, que canceló la necesidad de una segunda vuelta.
De esa manera, el PAN –partido que representa a la derecha mexicana y que llevó al Congreso a la primera mujer como diputada–, por primera vez en su historia postulará a una mujer al más alto puesto de elección popular; a la candidatura presidencial.
La señora Vázquez Mota se alzó con la victoria luego de superar una virtual candidatura de Estado, en donde desde la casa presidencial, pasando por la dirigencia del partido y no pocos gobiernos azules estatales, movieron todos los recursos políticos a favor del aspirante preferido por el grupo en el poder: la familia Calderón.
Sin embargo, y a pesar de que en casi todas las entidades del país se denunciaron irregularidades –pero sobre todo en los estados gobernados por el PAN–, la constante fue una marcada tendencia ilegal para favorecer la candidatura de Ernesto Cordero. Aún así, en los hechos se impusieron todas las tendencias que –por meses–, mostraron las encuestas. Es decir, que una mayoría de militantes y adherentes del PAN, prefieren a Josefina Vázquez Mota, por sobre Ernesto Cordero y Santiago Creel.
Así, a la luz del resultado de la elección interna del PAN –para seleccionar a su candidato presidencial–, aparece la primera interrogante obligada. ¿Se puede decir que estamos ante una derrota de Felipe Calderón? Era claro, para todos, que el precandidato, Ernesto Cordero, era una suerte de “Plan A” del equipo presidencial.
Sin embargo, para nadie es un secreto que Felipe Calderón es uno de los más acabados animales políticos –en términos aristotélicos, claro–, lo que supone que el primer panista del país en realidad jugó con dos cartas; la de Ernesto Cordero y la de Josefina Vázquez Mota. ¿Por qué dos cartas? Precisamente por eso, porque en cualquiera de los casos, el ganador sería el presidente Calderón.
De igual manera, también se confirma que –a pesar de todo el apoyo que le ofreció a Ernesto Cordero–, Felipe Calderón no fue hasta el final en el intento de imponer –a costa de lo que fuera–, al señor Cordero. Lo cierto es que se podría ratificar que el político Felipe Calderón “engañó a todos con la verdad”. ¿Qué quiere decir eso? Que el Presidente dio todas las señales de estar a favor de un candidato, cuando en realidad forzó la maquinaria del PAN, para fortalecer a la señora Vázquez Mota.
De esa manera, y a pesar de lo jaloneada que resultó la contienda interna del PAN, la señora Josefina Vázquez Mota se convierte no sólo en la candidata presidencial del PAN, sino que es una candidata que llega con una impensable legitimidad, además de que su partido, el PAN –y a pesar de todas las irregularidades denunciadas–, cumple con su historia democrática. Es el único partido que consultó a sus militantes para seleccionar a su candidato presidencial. Es decir, mejor imposible para la candidata presidencial del PAN.
Lo que sigue en el partido azul, como aquí lo señalamos en su momento, es que la dirigencia inicie el proceso “del día después”. Es decir, que los panistas lleven a cabo el reacomodo y la negociación entre el equipo ganador y los perdedores. Ese proceso resulta urgente, ya que la unidad es la divisa fundamental de un partido político que aspira a refrendar el poder. En el PAN están obligados a sumar fuerzas, de lo contario no tendrán la capacidad de derrotar al puntero absoluto de la contienda, Enrique Peña Nieto.
Por lo pronto, y una vez que la señora Vázquez Mota es ratificada como candidata presidencial –formal–, del PAN se podrá dar un reacomodo en las preferencias que arrojan las encuestas. ¿Qué quiere decir eso? Que la candidata del PAN pudiera acercarse a las preferencias de Enrique Peña Nieto y, claro, con ello alejarse del candidato de la izquierda.
Y es que la postulación de la señora Vázquez Mota es, en el fondo, la postulación de la primera mujer, con posibilidades reales de triunfo, a la Presidencia de la República. ¿Será capaz de convertirse en la primera presidenta de los mexicanos? La contienda apenas empieza y no hay nada para nadie. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Por cierto, ayer se eligió candidato a gobernador en Guanajuato, Jalisco y Yucatán. En el primer caso, el Gobernador impuso a su delfín, por sobre el mejor candidato, el doctor José Ángel Córdoba quien, en una de esas, pudiera saltar al PRI.
En efecto, resultó histórica la elección interna del PAN –para seleccionar a su aspirante presidencial–, ya que Josefina Vázquez Mota se alzó con una cómoda victoria –sobre Ernesto Cordero y Santiago Creel–, que canceló la necesidad de una segunda vuelta.
De esa manera, el PAN –partido que representa a la derecha mexicana y que llevó al Congreso a la primera mujer como diputada–, por primera vez en su historia postulará a una mujer al más alto puesto de elección popular; a la candidatura presidencial.
La señora Vázquez Mota se alzó con la victoria luego de superar una virtual candidatura de Estado, en donde desde la casa presidencial, pasando por la dirigencia del partido y no pocos gobiernos azules estatales, movieron todos los recursos políticos a favor del aspirante preferido por el grupo en el poder: la familia Calderón.
Sin embargo, y a pesar de que en casi todas las entidades del país se denunciaron irregularidades –pero sobre todo en los estados gobernados por el PAN–, la constante fue una marcada tendencia ilegal para favorecer la candidatura de Ernesto Cordero. Aún así, en los hechos se impusieron todas las tendencias que –por meses–, mostraron las encuestas. Es decir, que una mayoría de militantes y adherentes del PAN, prefieren a Josefina Vázquez Mota, por sobre Ernesto Cordero y Santiago Creel.
Así, a la luz del resultado de la elección interna del PAN –para seleccionar a su candidato presidencial–, aparece la primera interrogante obligada. ¿Se puede decir que estamos ante una derrota de Felipe Calderón? Era claro, para todos, que el precandidato, Ernesto Cordero, era una suerte de “Plan A” del equipo presidencial.
Sin embargo, para nadie es un secreto que Felipe Calderón es uno de los más acabados animales políticos –en términos aristotélicos, claro–, lo que supone que el primer panista del país en realidad jugó con dos cartas; la de Ernesto Cordero y la de Josefina Vázquez Mota. ¿Por qué dos cartas? Precisamente por eso, porque en cualquiera de los casos, el ganador sería el presidente Calderón.
De igual manera, también se confirma que –a pesar de todo el apoyo que le ofreció a Ernesto Cordero–, Felipe Calderón no fue hasta el final en el intento de imponer –a costa de lo que fuera–, al señor Cordero. Lo cierto es que se podría ratificar que el político Felipe Calderón “engañó a todos con la verdad”. ¿Qué quiere decir eso? Que el Presidente dio todas las señales de estar a favor de un candidato, cuando en realidad forzó la maquinaria del PAN, para fortalecer a la señora Vázquez Mota.
De esa manera, y a pesar de lo jaloneada que resultó la contienda interna del PAN, la señora Josefina Vázquez Mota se convierte no sólo en la candidata presidencial del PAN, sino que es una candidata que llega con una impensable legitimidad, además de que su partido, el PAN –y a pesar de todas las irregularidades denunciadas–, cumple con su historia democrática. Es el único partido que consultó a sus militantes para seleccionar a su candidato presidencial. Es decir, mejor imposible para la candidata presidencial del PAN.
Lo que sigue en el partido azul, como aquí lo señalamos en su momento, es que la dirigencia inicie el proceso “del día después”. Es decir, que los panistas lleven a cabo el reacomodo y la negociación entre el equipo ganador y los perdedores. Ese proceso resulta urgente, ya que la unidad es la divisa fundamental de un partido político que aspira a refrendar el poder. En el PAN están obligados a sumar fuerzas, de lo contario no tendrán la capacidad de derrotar al puntero absoluto de la contienda, Enrique Peña Nieto.
Por lo pronto, y una vez que la señora Vázquez Mota es ratificada como candidata presidencial –formal–, del PAN se podrá dar un reacomodo en las preferencias que arrojan las encuestas. ¿Qué quiere decir eso? Que la candidata del PAN pudiera acercarse a las preferencias de Enrique Peña Nieto y, claro, con ello alejarse del candidato de la izquierda.
Y es que la postulación de la señora Vázquez Mota es, en el fondo, la postulación de la primera mujer, con posibilidades reales de triunfo, a la Presidencia de la República. ¿Será capaz de convertirse en la primera presidenta de los mexicanos? La contienda apenas empieza y no hay nada para nadie. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Por cierto, ayer se eligió candidato a gobernador en Guanajuato, Jalisco y Yucatán. En el primer caso, el Gobernador impuso a su delfín, por sobre el mejor candidato, el doctor José Ángel Córdoba quien, en una de esas, pudiera saltar al PRI.
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