La imprudencia de Calderón un boomerang contra Josefina

Sinembargo

Qué imprudencia la de Felipe Calderón Hinojosa. Qué irresponsabilidad…

Él, como quizá nadie más, sabe las consecuencias que puede tener para la propia candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, que el Presidente de la República meta mano en la elección federal e incluso lo presuma en público.

México no está para que lo gobierne otra Presidenta o Presidente que llegue a Los Pinos con dudas, bajo sospecha de ser producto de un fraude operado incluso por el primer mandatario en turno, con la incredulidad y el recelo de la mayoría de los ciudadanos, tal y como le pasó en 2006 al propio Calderón Hinojosa.

No. El país que hereda Calderón –sumido en la violencia, incluso en la hambruna por una pobreza galopante, y en la inestabilidad social–, no está para más caprichos ni berrinches, producto del carácter irascible de una sola persona.

Aunque la oficina de Comunicación Social de la Presidencia de la República se apresuró a desmentir que el Presidente de México no dijo que, de acuerdo a las encuestas de la casa presidencial, Josefina está a sólo cuatro puntos del priísta Enrique Peña Nieto, nadie se tragó la píldora.

Calderón lo dijo, en una reunión “privada”, ante 700, sí, ante 700 consejeros del Banco Nacional de México, encabezada por el propio Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú, fundadores de Banamex, y claro que los medios de información –especialmente prensa y radio– no hicieron sino reproducir la información, que decenas de esos consejeros les confiaron tras el encuentro.

La imprudencia de Calderón, insistimos, quien seguro se sintió cómodo rodeado de los millonarios consejeros de dicho banco, arriesga la credibilidad de un posible triunfo de Vázquez Mota, de entrada le pone el sello de la duda,.

Pero, además, es una franca violación de las reglas dispuestas por el Instituto Federal Electoral en pleno periodo de veda electoral.

Leonardo Valdés Zurita, presidente del IFE, dijo ayer que ese instituto aplicará la ley sin limitación alguna en los casos en que se demuestre que un funcionario público incida sobre la equidad de la competencia en un proceso comicial.

Y ahí está ya una prueba de fuego: investigar al propio Presidente de México y demostrar si es verdad que el instituto será un árbitro imparcial en la contiende del próximo 2 de julio.

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