José Cárdenas
La única sorpresa en el PAN es que no hubo sorpresa.
Este pleito no era para saber quién quedaba como candidato. Más bien se trataba de comprobar quién es el verdadero dueño del PAN: el Presidente o la militancia.
El enemigo a vencer nunca fue Ernesto Cordero. El ex secretario de Hacienda sólo jugó de alfil en el ajedrez presidencial. Felipe Calderón se encaprichó… y el que se encapricha pierde.
Siempre arriba en las encuestas, Josefina Vázquez Mota pesó lo suficiente para ganar la candidatura presidencial.
Logró vencer a la poderosa corriente que la despeinaba desde Los Pinos.
Hizo valer peso y carisma para contrarrestar el apoyo del aparato celeste a favor del precandidato “oficial”.
A Josefina no la impulsó Felipe Calderón. Al contrario.
Josefina no será la primera candidata a la Presidencia de la República Mexicana… pero sí la primera mujer de la derecha papista y clerical a quien la democracia cristiana le otorga esa posibilidad.
Antes ya habían competido Cecilia Soto, por el PT (1994); Rosario Ibarra de Piedra, dos veces (1982 y 1988), por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y Patricia Mercado por Alternativa Socialdemócrata (2006).
Josefina Vázquez Mota es hábil para la autopromoción y experta en el sencillo arte de decirle a cada quien lo que le gusta oír. Ha sido secretaria de Desarrollo Social, con Vicente Fox, y de Educación Pública, con Felipe Calderón.
De lo demás, nada. Su paso por la Cámara de Diputados como coordinadora de la bancada panista fue un trabajo a medias. No terminó lo que había comenzado… pero para subir una escalera no se necesita pisar todo el peldaño… se puede subir de puntitas… y de dos en dos.
Si bien la decisión no fue tomada por aquellos a quienes les preguntaban en las encuestas, la apabullante ventaja de Josefina (6 a 1) sobre Cordero y Creel fue determinante para los panistas a la hora de la urna.
La confianza de tantos días en Josefina se convirtió en certeza. En triunfo, inobjetable. Contundente. Irrefutable.
Con Josefina Vázquez Mota, el elenco de aspirantes presidenciales está completo.
El PRI con Enrique Peña Nieto, el candidato de mayor popularidad, por ahora. A la izquierda, tirando al centro, el amoroso Andrés Manuel López Obrador.
Ahora sólo falta conocer al candidato de La Maestra Elba Esther Gordillo. ¿Será un invitado de piedra? Quien sea, valga lo que valga, será tan insignificante como para no considerarlo… en cualquier análisis serio.
MONJE LOCO: Hace días, Carlos Fuentes causó revuelo al declarar que los aspirantes a la Presidencia en México son muy pequeños para los problemas tan grandes que enfrenta el país. Las palabras del escritor calaron hondo. Su diagnóstico es compartido por millones cuando predomina un sentimiento de pesimismo y frustración ante la magnitud de los problemas que agobian al país. ¿“El 2012 es la última oportunidad política para México”? Nadie sabe, nadie supo…
La única sorpresa en el PAN es que no hubo sorpresa.
Este pleito no era para saber quién quedaba como candidato. Más bien se trataba de comprobar quién es el verdadero dueño del PAN: el Presidente o la militancia.
El enemigo a vencer nunca fue Ernesto Cordero. El ex secretario de Hacienda sólo jugó de alfil en el ajedrez presidencial. Felipe Calderón se encaprichó… y el que se encapricha pierde.
Siempre arriba en las encuestas, Josefina Vázquez Mota pesó lo suficiente para ganar la candidatura presidencial.
Logró vencer a la poderosa corriente que la despeinaba desde Los Pinos.
Hizo valer peso y carisma para contrarrestar el apoyo del aparato celeste a favor del precandidato “oficial”.
A Josefina no la impulsó Felipe Calderón. Al contrario.
Josefina no será la primera candidata a la Presidencia de la República Mexicana… pero sí la primera mujer de la derecha papista y clerical a quien la democracia cristiana le otorga esa posibilidad.
Antes ya habían competido Cecilia Soto, por el PT (1994); Rosario Ibarra de Piedra, dos veces (1982 y 1988), por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y Patricia Mercado por Alternativa Socialdemócrata (2006).
Josefina Vázquez Mota es hábil para la autopromoción y experta en el sencillo arte de decirle a cada quien lo que le gusta oír. Ha sido secretaria de Desarrollo Social, con Vicente Fox, y de Educación Pública, con Felipe Calderón.
De lo demás, nada. Su paso por la Cámara de Diputados como coordinadora de la bancada panista fue un trabajo a medias. No terminó lo que había comenzado… pero para subir una escalera no se necesita pisar todo el peldaño… se puede subir de puntitas… y de dos en dos.
Si bien la decisión no fue tomada por aquellos a quienes les preguntaban en las encuestas, la apabullante ventaja de Josefina (6 a 1) sobre Cordero y Creel fue determinante para los panistas a la hora de la urna.
La confianza de tantos días en Josefina se convirtió en certeza. En triunfo, inobjetable. Contundente. Irrefutable.
Con Josefina Vázquez Mota, el elenco de aspirantes presidenciales está completo.
El PRI con Enrique Peña Nieto, el candidato de mayor popularidad, por ahora. A la izquierda, tirando al centro, el amoroso Andrés Manuel López Obrador.
Ahora sólo falta conocer al candidato de La Maestra Elba Esther Gordillo. ¿Será un invitado de piedra? Quien sea, valga lo que valga, será tan insignificante como para no considerarlo… en cualquier análisis serio.
MONJE LOCO: Hace días, Carlos Fuentes causó revuelo al declarar que los aspirantes a la Presidencia en México son muy pequeños para los problemas tan grandes que enfrenta el país. Las palabras del escritor calaron hondo. Su diagnóstico es compartido por millones cuando predomina un sentimiento de pesimismo y frustración ante la magnitud de los problemas que agobian al país. ¿“El 2012 es la última oportunidad política para México”? Nadie sabe, nadie supo…
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