La captura de ‘El Chapo’ Guzmán y luego su huida

Revista Saltillo

Autoridades de México utilizan todas las herramientas para recapturar a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, considerado por Estados Unidos como el narcotraficante más poderoso del mundo y quien recientemente cumplió 11 años de ser prófugo de la justicia.

Para la Procuraduría General de la República, la detención del líder del cártel de Sinaloa, al igual que la de otros capos, es un objetivo permanente, por lo que se han intensificado las labores de inteligencia para que rinda cuentas ante la justicia.

Autoridades de la dependencia informaron que la captura de Guzmán Loera es prioridad del Gobierno federal, ya que se le atribuye responsabilidad en la ola de violencia en varias entidades y su participación en el ilícito mercado de las drogas.

Muchas familias mexicanas han muerto a manos de sus sicarios. Ha provocado la desunión en los hogares y ha corrompido a toda clase de funcionarios del Gobierno mexicano y de Estados Unidos.

Para el experto en Seguridad Nacional, Jorge Chabat, México cuenta con servicios de inteligencia sofisticados, por lo cual las autoridades en varias ocasiones han estado a punto de aprehenderlo, pero su equipo lo ha defendido muy bien y evitado su captura.

También se habla de que las autoridades federales protegieron a “El Chapo” Guzmán y esto lo menciona el abogado Eduardo Sahagún, quien dijo que él llevó el caso y nunca las autoridades federales permitieron realizar pruebas oculares. Tampoco se revisaron los videos de las cámaras.

Los peritos no fueron al reclusorio, todo esto se quedará en el tintero porque no se pudieron desahogar todas las pruebas, dice el abogado.

“Es un blanco difícil de atrapar, por eso el intercambio de información con otros países es fundamental. Por ejemplo, ya se detuvo a Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, y falta que ocurra lo mismo con quien es considerado el narcotraficante más conocido”, puntualizó.

Nacido el 4 de abril de 1957 en La Tuna, municipio de Badiraguato, Sinaloa, “El Chapo” fue detenido por primera vez el 9 de junio de 1993 en la frontera entre Guatemala y México, y encarcelado en el Penal de máxima seguridad de Almoloya'''''', hoy de El Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.

Datos ministeriales señalan que el 22 de noviembre de 1995 fue trasladado al Penal de Puente Grande, Jalisco, de donde se escapó el 19 de enero de 2001, donde cumplía una sentencia de 20 años por delitos contra la salud, asociación delictuosa y cohecho.

De acuerdo con la versión oficial, después de pasar lista, el líder del cártel de Sinaloa se dirigió al área de lavandería, donde se escondió en un carro de transporte de ropa sucia para que custodios lo pasaran por distintos puntos hasta la aduana del penal.

A Guzmán Loera se le atribuye su participación en la balacera de la discoteca “Christine”, ocurrida en Puerto

Vallarta, Jalisco, en 1992; en el enfrentamiento donde murió el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de 1993 en Guadalajara, y en la ejecución de Rodolfo Carrillo Fuentes, en septiembre de 2004 en Culiacán, Sinaloa.

Reportes de inteligencia indican que antes y después de evadirse del Penal de Puente Grande fue apoyado por Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza, “El Azul”, quienes también son prófugos de la justicia.

En 2006 las autoridades encargadas de combatir el narcotráfico descubrieron una red de protección policiaca ligada al líder del cártel de Sinaloa, en los que estaban involucrados elementos federales, estatales y municipales, lo cual en ese tiempo dificultó su detención.

Testimonios de integrantes de esa organización detenidos, revelan que “El Chapo” se hace acompañar para su protección por un grupo de expertos en el manejo de armas de alto poder.

Guzmán Loera también tiene procesos judiciales en Estados Unidos, donde existe un juicio en su contra por cargos de conspiración para importar cocaína y la Drug Enforcement Administration (DEA) ofrece 5 millones de dólares por su captura.

La revista “Forbes” lo catalogó en 2009 como uno de los más poderosos y ricos hombres del mundo, al calcular su fortuna en mil millones de dólares, lo que fue considerado por el Gobierno mexicano como desproporcionado y sin sustento.

Los trabajos de inteligencia para recapturarlo son apoyados por declaraciones ministeriales de integrantes de su organización que ya fueron detenidos y por información que obtienen las autoridades mexicanas de testigos protegidos en Estados Unidos y México.

El ex titular de la extinta Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO) y experto en seguridad, Samuel González Ruiz, ha comentado que “El Chapo” Guzmán es el narcotraficante más relevante de México en la actualidad, por lo que su captura debe ser prioritaria.

Para Jorge Chabat, la detención del líder del cártel de Sinaloa sería un duro golpe a los barones de la droga y esto es viable, ya que los trabajos de inteligencia se han reforzado y no se descarta que pudiera caer en cualquier momento.

Por su parte, Javier Oliva Posadas, coordinador del diplomado en Defensa y Seguridad Nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que las labores para debilitar a la organización Guzmán Loera han rendido buenos frutos.

Señaló que las autoridades mexicanas no quitan el dedo del renglón para recapturarlo y lograrlo sería un triunfo trascendente del Gobierno federal, en la lucha contra la delincuencia organizada.

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