Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate
De algunos años para acá, se ha visto que a la mujer le empiezan a dar más y más tareas de alta responsabilidad en la vida pública del país, en dónde se le ve, ya sea como legisladora, como impartidora de justicia en el Poder Judicial o en elevados cargos de la Administración Pública.
Pero lo interesante del asunto es que son espacios que no se los han dado por gracia, sino más bien ha sido ella, quien a lo largo de los años, los ha ido conquistando con su decidida participación y su talento, a base de mucho esfuerzo y sobre todo derribando las ignominiosas barreras machistas que se le suelen alzar enormemente a su paso como para obstaculizarle su camino. Cargos públicos en los que su desempeño ha sido muy destacado, ya que en ocasiones, y en igualdad de circunstancias, ha demostrado ser más constante, más responsable y eficiente que el mismo el varón.
Todo esto viene a colación por la lucha política, proselitista, que actualmente despliega con intensidad por todo el país una mujer destacada, carismática e inteligente, como lo es Josefina Vázquez Mota, con el fin de convertirse en la candidata a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional.
En esa tesitura y a la luz de lo que dicen las encuestas, sin ninguna duda se aprecia que su precandidatura hasta el día de hoy, y referida únicamente dentro del panismo, es la que va muy adelante en preferencias electorales, lo cual significa que su proselitismo ha sido exitoso, que su discurso al parecer ha permeado bien dentro de la militancia de su partido y esto evidencia que consecuentemente su precampaña haya cobrado mayor brillo que la de sus adversarios políticos, Santiago Creel y Ernesto Cordero.
Lamentablemente por ser mujer y por pertenecer a un partido de derecha que se caracteriza por no conceder demasiadas libertades políticas, y que en las cuestiones de igualdad o equidad de género son cosas que por lo general desestima o no les da la debida importancia. Utilizadas, si se quiere, tan solo retóricamente cuando irremediablemente la ocasión se lo obliga. Vaya, es un partido que a lo largo de su historia ha demostrado ser esencialmente conservador, misógino o excluyente de la mujer, pues quizá le gustaría tenerla de vestido largo hasta los tobillos y con el velo cubriéndole el rostro. Bueno, a lo mejor esto no le iría tan mal a Josefina, mas cuando su discurso es de un estilo que se asemeja como si escucháramos a una rezandera.
Desde luego que el PAN rotundamente habrá de negar señalamientos de esta índole, y estará en su derecho de hacerlo y posiblemente argumentará a partir de su particular perspectiva, que contrario a lo que aquí se dice, mencionará que a la mujer le ha abierto todas las oportunidades en espacios de los distintos niveles de la esfera pública y que ahí están los ejemplos para demostrarlo. Pero le decimos que si bien eso es cierto, también le decimos que son limitados, y que al tratarse de determinados cargos de elección popular, como los referentes a gubernaturas o a la Presidencia de la República, éstos innegablemente están vedados para la mujer.
Esto es, vayamos un poco hacía atrás, en la larga historia del PAN, fundado en 1939 ¿a cuántas mujeres este partido ha impulsado como candidatas a gubernaturas? La respuesta es nada más Cocoa, la hermana del Presidente de la República, Felipe Calderón, que por cierto perdió la gubernatura michoacana. Podrán decir que también la esposa de Antonio Echevarría, el ex Gobernador de Nayarit, y sí, efectivamente, la señora Martha Elena García, fue candidata el año pasado a ese máximo cargo local, nada más que si recordamos lo fue de manera circunstancial, en el último minuto porque en esos momentos era diputada federal del PRD, y el PAN la hizo su candidata obligado porque no contaba con ningún prospecto fuerte. Ah, pero se nos olvida, también tienen la actual flamante candidatura de Isabel Miranda de Wallace al gobierno del Distrito Federal, cuestión que no se niega, nada más que se notó que no fue la convicción del PAN haberla postulado a esa posición política, sino que es por conveniencia al creer que ella podría aportarles un gran caudal de votos.
Aunado a lo que hemos señalado, habrá de recordarse lo que en una ocasión el prominente panista, Diego Fernández de Ceballos, expresó, palabras más palabras menos, que el viejerío habría de estar en su casa. Es decir, interpretando con ello que la mujer tenía que ocuparse en tareas del hogar y no en cuestiones políticas.
Bueno, con esto queda claro que aún cuando en las encuestas levantadas a población abierta indiquen que favorecen con amplio margen la precandidatura presidencial de Josefina Vázquez Mota, se aprecia que ello no le servirá de gran cosa, porque al final lo que contará serán los resultados que arroje el proceso interno de su partido, el PAN, mecanismo electoral con el que exclusivamente se elegirá al que será el candidato ( o ¿candidata?) a la Presidencia de la República, y en el que, con su voto, participarán únicamente militantes y adherentes panistas.
Es decir, será en un proceso panista cerrado, con apariencia de mostrarlo democrático, pero lo cierto es que estará bajo un absoluto y estricto control interno, para que, a como de lugar, pase lo que pase, los resultados favorezcan a Ernesto Cordero, que indiscutiblemente es el delfín o el candidato preferido de Felipe Calderón, por lo que, créalo, ello no es poca cosa, ya que en tales condiciones tienen todo el poder para maniobrar en momentos críticos e inducir de antemano dichos resultados a favor de quien ellos deseen que salga electo, ya sea en primera o en una segunda vuelta.
Por esas ominosas razones creemos que Vázquez Mota hasta ahí llegará en sus aspiraciones a la candidatura presidencial, agregando que seguramente también los panistas en el fondo desearán tener a Josefina como a la Delgadina, paseándose de la sala a la cocina.
Pálida tinta: En relación con los 25 millones de pesos retenidos por la PGR a funcionarios del Gobierno de Veracruz, nomás falto que declararan que eran donaciones para fomentar la lectura en los niños de Toluca y así evitar que el día de mañana lleguen a causar vergüenzas ajenas como lo hizo Enrique Peña Nieto.
De algunos años para acá, se ha visto que a la mujer le empiezan a dar más y más tareas de alta responsabilidad en la vida pública del país, en dónde se le ve, ya sea como legisladora, como impartidora de justicia en el Poder Judicial o en elevados cargos de la Administración Pública.
Pero lo interesante del asunto es que son espacios que no se los han dado por gracia, sino más bien ha sido ella, quien a lo largo de los años, los ha ido conquistando con su decidida participación y su talento, a base de mucho esfuerzo y sobre todo derribando las ignominiosas barreras machistas que se le suelen alzar enormemente a su paso como para obstaculizarle su camino. Cargos públicos en los que su desempeño ha sido muy destacado, ya que en ocasiones, y en igualdad de circunstancias, ha demostrado ser más constante, más responsable y eficiente que el mismo el varón.
Todo esto viene a colación por la lucha política, proselitista, que actualmente despliega con intensidad por todo el país una mujer destacada, carismática e inteligente, como lo es Josefina Vázquez Mota, con el fin de convertirse en la candidata a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional.
En esa tesitura y a la luz de lo que dicen las encuestas, sin ninguna duda se aprecia que su precandidatura hasta el día de hoy, y referida únicamente dentro del panismo, es la que va muy adelante en preferencias electorales, lo cual significa que su proselitismo ha sido exitoso, que su discurso al parecer ha permeado bien dentro de la militancia de su partido y esto evidencia que consecuentemente su precampaña haya cobrado mayor brillo que la de sus adversarios políticos, Santiago Creel y Ernesto Cordero.
Lamentablemente por ser mujer y por pertenecer a un partido de derecha que se caracteriza por no conceder demasiadas libertades políticas, y que en las cuestiones de igualdad o equidad de género son cosas que por lo general desestima o no les da la debida importancia. Utilizadas, si se quiere, tan solo retóricamente cuando irremediablemente la ocasión se lo obliga. Vaya, es un partido que a lo largo de su historia ha demostrado ser esencialmente conservador, misógino o excluyente de la mujer, pues quizá le gustaría tenerla de vestido largo hasta los tobillos y con el velo cubriéndole el rostro. Bueno, a lo mejor esto no le iría tan mal a Josefina, mas cuando su discurso es de un estilo que se asemeja como si escucháramos a una rezandera.
Desde luego que el PAN rotundamente habrá de negar señalamientos de esta índole, y estará en su derecho de hacerlo y posiblemente argumentará a partir de su particular perspectiva, que contrario a lo que aquí se dice, mencionará que a la mujer le ha abierto todas las oportunidades en espacios de los distintos niveles de la esfera pública y que ahí están los ejemplos para demostrarlo. Pero le decimos que si bien eso es cierto, también le decimos que son limitados, y que al tratarse de determinados cargos de elección popular, como los referentes a gubernaturas o a la Presidencia de la República, éstos innegablemente están vedados para la mujer.
Esto es, vayamos un poco hacía atrás, en la larga historia del PAN, fundado en 1939 ¿a cuántas mujeres este partido ha impulsado como candidatas a gubernaturas? La respuesta es nada más Cocoa, la hermana del Presidente de la República, Felipe Calderón, que por cierto perdió la gubernatura michoacana. Podrán decir que también la esposa de Antonio Echevarría, el ex Gobernador de Nayarit, y sí, efectivamente, la señora Martha Elena García, fue candidata el año pasado a ese máximo cargo local, nada más que si recordamos lo fue de manera circunstancial, en el último minuto porque en esos momentos era diputada federal del PRD, y el PAN la hizo su candidata obligado porque no contaba con ningún prospecto fuerte. Ah, pero se nos olvida, también tienen la actual flamante candidatura de Isabel Miranda de Wallace al gobierno del Distrito Federal, cuestión que no se niega, nada más que se notó que no fue la convicción del PAN haberla postulado a esa posición política, sino que es por conveniencia al creer que ella podría aportarles un gran caudal de votos.
Aunado a lo que hemos señalado, habrá de recordarse lo que en una ocasión el prominente panista, Diego Fernández de Ceballos, expresó, palabras más palabras menos, que el viejerío habría de estar en su casa. Es decir, interpretando con ello que la mujer tenía que ocuparse en tareas del hogar y no en cuestiones políticas.
Bueno, con esto queda claro que aún cuando en las encuestas levantadas a población abierta indiquen que favorecen con amplio margen la precandidatura presidencial de Josefina Vázquez Mota, se aprecia que ello no le servirá de gran cosa, porque al final lo que contará serán los resultados que arroje el proceso interno de su partido, el PAN, mecanismo electoral con el que exclusivamente se elegirá al que será el candidato ( o ¿candidata?) a la Presidencia de la República, y en el que, con su voto, participarán únicamente militantes y adherentes panistas.
Es decir, será en un proceso panista cerrado, con apariencia de mostrarlo democrático, pero lo cierto es que estará bajo un absoluto y estricto control interno, para que, a como de lugar, pase lo que pase, los resultados favorezcan a Ernesto Cordero, que indiscutiblemente es el delfín o el candidato preferido de Felipe Calderón, por lo que, créalo, ello no es poca cosa, ya que en tales condiciones tienen todo el poder para maniobrar en momentos críticos e inducir de antemano dichos resultados a favor de quien ellos deseen que salga electo, ya sea en primera o en una segunda vuelta.
Por esas ominosas razones creemos que Vázquez Mota hasta ahí llegará en sus aspiraciones a la candidatura presidencial, agregando que seguramente también los panistas en el fondo desearán tener a Josefina como a la Delgadina, paseándose de la sala a la cocina.
Pálida tinta: En relación con los 25 millones de pesos retenidos por la PGR a funcionarios del Gobierno de Veracruz, nomás falto que declararan que eran donaciones para fomentar la lectura en los niños de Toluca y así evitar que el día de mañana lleguen a causar vergüenzas ajenas como lo hizo Enrique Peña Nieto.
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