Apro
Un mal rato le hicieron pasar hoy dos jóvenes al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, durante la ceremonia de inauguración del Foro Internacional de las Drogas: “Un Balance a un Siglo de su Prohibición” que se lleva a cabo en el Museo de Antropología e Historia de esta ciudad.
Y es que cuando más defendía el funcionario federal la estrategia gubernamental contra el narcotráfico, un par de asistentes al evento organizado por la Asociación México Unidos contra la Delincuencia, que encabeza Josefina Ricaño de Nava, lo increparon: a gritos, le exigieron respetar las decisiones de los adictos a las drogas.
Poiré intentó defenderse, argumentó que el asunto del narco va más allá de la legalización de las drogas porque genera otros delitos, como tráfico de armas, lavado de dinero y secuestro.
Pero otra voz lo acallo:
“¡Quítese las lagañas de billetes! Díganos algo nuevo, eso ya lo hemos escuchado”, le grito una persona que se identificó con el nombre de Alfonso, quien está a cargo de un centro de rehabilitación.
Lo secundó otro joven quien dijo llamarse Víctor Lima, activista y adicto a las drogas, y quien llevaba consigo un libro de Antonio Escotado, en el que se afirma que los consumidores de droga no hacen caso de los programas de prevención.
“Es que todos ustedes están ligados desde los grandes ejércitos, quiénes son los Zetas, los entregaron los propios ejércitos, muchos de los que te están cuidando son asesinos.
“Juárez es el estado mismo, es el estado de terror, un estado totalitario y si no quieren ver la realidad pues adelante sean pasivos, sigan con su remedo de democracia. Esto no es una democracia, nosotros los adictos tenemos el derecho a drogarnos es nuestra libertad inalienable”, espetó el joven.
Entrevistado al término del foro, Antonio se extendió en sus argumentos y lamentó que “se sigue viendo al consumidor de drogas como un enfermo, como que tiene que entrar a fuerzas a un régimen de prevención” en contra de su voluntad.
“Los que somos adictos no vamos a querer esas prevenciones porque realmente es nuestro gozo personal drogarnos”, dijo, citando al libro de Escohotado.
Durante el evento, en un mensaje de video previamente grabado, el expresidente brasileño Henrique Cardoso defendió su postura sobre la necesidad de cambiar los paradigmas sobre las drogas y su penalización. Consideró que éstos han fracasado y generado un incremento exponencial de la violencia y el consumo.
Además, el exmandatario sostuvo que “la violencia y corrupción asociados con el tráfico han alcanzado tal nivel que las instituciones democráticas y la esencia misma de la vida social está amenazada en varios países”.
Asimismo, dijo, “la fracasada guerra contra las drogas ha fortalecido al crimen organizado y ha devastado vidas humanas”.
Por esa razón Cardoso comentó que él y los expresidentes de México, Ernesto Zedillo, y de Colombia, Cesar Gavira, han impulsado el cambio de concepción de combate al narcotráfico a partir de cinco puntos.
El primero de ellos, dejar de creer que las leyes represivas por sí solas protegen a los ciudadanos, “no lo hacen y no lo harán”. El segundo, poner fin a la criminalización de los consumidores pues deben ser vistos como pacientes.
El siguiente es legalizar las drogas suaves como la cannabis para reducir el poder económico de los cárteles; el cuarto, invertir en información y disminución del consumo, y el último, establecer una lucha más inteligente contra el tráfico de drogas.
No obstante, Poiré, reviró que en el caso de México, los cárteles de las drogas han extendido sus actividades hacia el secuestro, extorsión, así como tráfico y trata de personas que no disminuirán con la legalización de las drogas, sostuvo.
Aunado a ello, reiteró, México ha pasado en los últimos años de ser un país de trasiego a uno de consumidores, lo que ha disparado la violencia por el control de territorios.
Al refrendar el trabajo del presidente Calderón, el secretario de Gobernación indicó que la estrategia del gobierno incluye la prevención del consumo, la reconstrucción social y el combate a los distintos cárteles del narcotráfico.
Destacó que durante el sexenio se han abierto mil escuelas de bachillerato, 100 universidades y se han repartido 30 millones de becas en todos los niveles educativos.
“No solamente se ha aumentado la cobertura del Programa Oportunidades para ir precisamente a esas zonas urbanas donde el fenómeno de las drogas es potencialmente más dañino, las zonas urbanas marginadas, por primera vez el Programa Oportunidades (es) específicamente destinado para esas zonas”, subrayó.
Por su parte, la primera dama, Margarita Zavala, quien también estuvo presente en el foro realizado en el Museo de Antropología, señaló que la legalización de las drogas traería consigo una serie de problemas como lo han hecho el alcohol y el cigarrillo.
“El abuso del alcohol trajo consigo un aumento de la violencia intrafamiliar y en la sociedad, así también la legalización de las drogas incrementaría de manera exponencial la violencia en la familia, vecinos con amigos, de un costo incalculable”, apuntó.
En el caso de los adolescentes, dijo que hay 21 millones de jóvenes entre los 10 y 19 años que puedan adquirir en la tiendita, afuera del colegio, en el supermercado o en el mercado, heroína o mariguana como se adquieren ahora cigarros y cervezas prohibidos a los menores pero que se venden.
“Con sus imperfecciones la prohibición mantiene la disponibilidad de las drogas más lejos y más oculta que las hipótesis de su libre disposición”, consideró.
Un mal rato le hicieron pasar hoy dos jóvenes al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, durante la ceremonia de inauguración del Foro Internacional de las Drogas: “Un Balance a un Siglo de su Prohibición” que se lleva a cabo en el Museo de Antropología e Historia de esta ciudad.
Y es que cuando más defendía el funcionario federal la estrategia gubernamental contra el narcotráfico, un par de asistentes al evento organizado por la Asociación México Unidos contra la Delincuencia, que encabeza Josefina Ricaño de Nava, lo increparon: a gritos, le exigieron respetar las decisiones de los adictos a las drogas.
Poiré intentó defenderse, argumentó que el asunto del narco va más allá de la legalización de las drogas porque genera otros delitos, como tráfico de armas, lavado de dinero y secuestro.
Pero otra voz lo acallo:
“¡Quítese las lagañas de billetes! Díganos algo nuevo, eso ya lo hemos escuchado”, le grito una persona que se identificó con el nombre de Alfonso, quien está a cargo de un centro de rehabilitación.
Lo secundó otro joven quien dijo llamarse Víctor Lima, activista y adicto a las drogas, y quien llevaba consigo un libro de Antonio Escotado, en el que se afirma que los consumidores de droga no hacen caso de los programas de prevención.
“Es que todos ustedes están ligados desde los grandes ejércitos, quiénes son los Zetas, los entregaron los propios ejércitos, muchos de los que te están cuidando son asesinos.
“Juárez es el estado mismo, es el estado de terror, un estado totalitario y si no quieren ver la realidad pues adelante sean pasivos, sigan con su remedo de democracia. Esto no es una democracia, nosotros los adictos tenemos el derecho a drogarnos es nuestra libertad inalienable”, espetó el joven.
Entrevistado al término del foro, Antonio se extendió en sus argumentos y lamentó que “se sigue viendo al consumidor de drogas como un enfermo, como que tiene que entrar a fuerzas a un régimen de prevención” en contra de su voluntad.
“Los que somos adictos no vamos a querer esas prevenciones porque realmente es nuestro gozo personal drogarnos”, dijo, citando al libro de Escohotado.
Durante el evento, en un mensaje de video previamente grabado, el expresidente brasileño Henrique Cardoso defendió su postura sobre la necesidad de cambiar los paradigmas sobre las drogas y su penalización. Consideró que éstos han fracasado y generado un incremento exponencial de la violencia y el consumo.
Además, el exmandatario sostuvo que “la violencia y corrupción asociados con el tráfico han alcanzado tal nivel que las instituciones democráticas y la esencia misma de la vida social está amenazada en varios países”.
Asimismo, dijo, “la fracasada guerra contra las drogas ha fortalecido al crimen organizado y ha devastado vidas humanas”.
Por esa razón Cardoso comentó que él y los expresidentes de México, Ernesto Zedillo, y de Colombia, Cesar Gavira, han impulsado el cambio de concepción de combate al narcotráfico a partir de cinco puntos.
El primero de ellos, dejar de creer que las leyes represivas por sí solas protegen a los ciudadanos, “no lo hacen y no lo harán”. El segundo, poner fin a la criminalización de los consumidores pues deben ser vistos como pacientes.
El siguiente es legalizar las drogas suaves como la cannabis para reducir el poder económico de los cárteles; el cuarto, invertir en información y disminución del consumo, y el último, establecer una lucha más inteligente contra el tráfico de drogas.
No obstante, Poiré, reviró que en el caso de México, los cárteles de las drogas han extendido sus actividades hacia el secuestro, extorsión, así como tráfico y trata de personas que no disminuirán con la legalización de las drogas, sostuvo.
Aunado a ello, reiteró, México ha pasado en los últimos años de ser un país de trasiego a uno de consumidores, lo que ha disparado la violencia por el control de territorios.
Al refrendar el trabajo del presidente Calderón, el secretario de Gobernación indicó que la estrategia del gobierno incluye la prevención del consumo, la reconstrucción social y el combate a los distintos cárteles del narcotráfico.
Destacó que durante el sexenio se han abierto mil escuelas de bachillerato, 100 universidades y se han repartido 30 millones de becas en todos los niveles educativos.
“No solamente se ha aumentado la cobertura del Programa Oportunidades para ir precisamente a esas zonas urbanas donde el fenómeno de las drogas es potencialmente más dañino, las zonas urbanas marginadas, por primera vez el Programa Oportunidades (es) específicamente destinado para esas zonas”, subrayó.
Por su parte, la primera dama, Margarita Zavala, quien también estuvo presente en el foro realizado en el Museo de Antropología, señaló que la legalización de las drogas traería consigo una serie de problemas como lo han hecho el alcohol y el cigarrillo.
“El abuso del alcohol trajo consigo un aumento de la violencia intrafamiliar y en la sociedad, así también la legalización de las drogas incrementaría de manera exponencial la violencia en la familia, vecinos con amigos, de un costo incalculable”, apuntó.
En el caso de los adolescentes, dijo que hay 21 millones de jóvenes entre los 10 y 19 años que puedan adquirir en la tiendita, afuera del colegio, en el supermercado o en el mercado, heroína o mariguana como se adquieren ahora cigarros y cervezas prohibidos a los menores pero que se venden.
“Con sus imperfecciones la prohibición mantiene la disponibilidad de las drogas más lejos y más oculta que las hipótesis de su libre disposición”, consideró.
Comentarios