Rebelión en la granja bejaranista
Cargos al mejor postor
Miguel Ángel Velázquez / Ciudad Perdida
La elección de candidatos a jefes delegacionales, diputados locales y federales y senadores puede marcar el declive de una de las fuerzas políticas hegemónicas más importantes del PRD en la ciudad de México, la que comanda René Bejarano, es decir, Izquierda Democrática Nacional o IDN.
Inmune, hasta ahora, a muchos de los males del perredismo, IDN permanecía, con muy pocas excepciones, como un bloque sólido donde el mando era o es, pese a todo, absolutamente vertical. Lo que Bejarano o Dolores Padierna delineaban no se contradecía, no se desobedecía, y no sólo en esa tribu, sino en todo el PRD. Pero el liderazgo parece haber entrado en franco ocaso.
Bejarano considera suyas las delegaciones Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Álvaro Obregón y Tlalpan, pero mediante acuerdos inconfesables tenía, o tiene, presencia en casi todas las delegaciones perredistas del Distrito Federal. Con ello IDN logró torcer, en no pocas ocasiones, cualquiera de las voluntades partidistas o de gobierno que no la favorecían.
Esta vez, en dos de las cuatro delegaciones de su pertenencia, Bejarano enfrenta problemas graves. En Cuauhtémoc y Tlalpan, los delegados que impuso no aceptaron esta vez su propuesta, y han tratado de evitar que imponga a alguno de sus monaguillos y con ello se ponga en riesgo la permanencia del PRD en las dos demarcaciones. Habrá que decir, en honor a la verdad, que en esas dos delegaciones la tarea de los delegados ha sido un absoluto fracaso, no sólo para el perredismo en la capital, sino para ese partido en general.
Además, uno de sus más fieles seguidores, Adrián Ruvalcaba, se separó no sólo de la tribu (IDN), sino del partido, y ahora milita en el PRI, es decir, con el Partido Verde. Entonces, para ser puntuales, Bejarano empieza a perder el control y a ceder terreno, sin posibilidad de recuperación.
No es que la tribu del perversor se esté desmoronando, pero esta vez simplemente no crecerá. En su proyecto Bejarano pretendía ir más allá de los territorios que controla. Quería Milpa Alta, Magdalena Contreras, Iztapalapa y Xochimilco, es decir, extender la mano sobre la mitad del Distrito Federal, y causó una reacción en contra que todavía no se manifiesta con toda su fuerza.
Y es que el método que usa el líder de IDN –más allá de la encuesta que defendía– es prometer a todos los que pudieran tener alguna posibilidad cualquiera de los puestos de gobierno, esté a su alcance o no. Propone un candidato, o dos o tres para un solo puesto, los encarece y después los vende o los cambia por lo que mejor le convenga.
Así hizo con Benito Mirón, a quien prometió su apoyo para que contendiera por la jefatura de Gobierno, y luego lo abandonó. Lo mismo pasó con Laura Velázquez, a quien le ofreció respaldo para que se convirtiera en candidata a suceder a Marcelo Ebrard, y lo peor, le ha impedido proponer a un candidato porque allá en Azcapotzalco impondrá a su cuñado, Antonio Padierna, hermano de Dolores, pese a las recomendaciones de la ex secretaria de Economía y ex delegada de la demarcación.
Y no es todo: hay quien asegura que hasta Miguel Hidalgo, delegación donde el PAN muy probablemente pierda, mandó traer a Agustín Barrios Gómez –que ya perdió la elección delegacional hace seis años– de algún lugar de Estados Unidos, donde vive, para ofrecerle el poder delegacional. Él, Bejarano, sabe que Barrios Gómez no tiene ninguna posibilidad, pero le servirá como instrumento de presión, intercambio o venta cuando así lo requiera.
Total, el acuerdo al que ya han llegado los militantes perredistas es desechar la encuesta, como ya lo habíamos adelantado, y caminar por un acuerdo que respete los territorios hasta hoy ganados por las tribus, y tan tán. El 11 y el 12 de febrero, cuando se reúna el consejo electivo que aprobará las candidaturas y se respalde a Miguel Ángel Mancera, ya habrá un acuerdo muy bien planchado en el que cada tribu quedará limitada a los espacios que hoy controla. Nada más, pero nada menos.
De pasadita
Un nombre en la delegación Cuauhtémoc está haciendo temblar todos los acuerdos. Se trata de Rosa Icela Rodríguez, actual mandamás del organismo de gobierno encargado de cuidar de los adultos mayores, a quien todos esperaban como la esperanza de que esa delegación dejara la postración en la que la sumieron los dos delegados anteriores, que por cierto son producto del dedazo del perversor.
Cargos al mejor postor
Miguel Ángel Velázquez / Ciudad Perdida
La elección de candidatos a jefes delegacionales, diputados locales y federales y senadores puede marcar el declive de una de las fuerzas políticas hegemónicas más importantes del PRD en la ciudad de México, la que comanda René Bejarano, es decir, Izquierda Democrática Nacional o IDN.
Inmune, hasta ahora, a muchos de los males del perredismo, IDN permanecía, con muy pocas excepciones, como un bloque sólido donde el mando era o es, pese a todo, absolutamente vertical. Lo que Bejarano o Dolores Padierna delineaban no se contradecía, no se desobedecía, y no sólo en esa tribu, sino en todo el PRD. Pero el liderazgo parece haber entrado en franco ocaso.
Bejarano considera suyas las delegaciones Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Álvaro Obregón y Tlalpan, pero mediante acuerdos inconfesables tenía, o tiene, presencia en casi todas las delegaciones perredistas del Distrito Federal. Con ello IDN logró torcer, en no pocas ocasiones, cualquiera de las voluntades partidistas o de gobierno que no la favorecían.
Esta vez, en dos de las cuatro delegaciones de su pertenencia, Bejarano enfrenta problemas graves. En Cuauhtémoc y Tlalpan, los delegados que impuso no aceptaron esta vez su propuesta, y han tratado de evitar que imponga a alguno de sus monaguillos y con ello se ponga en riesgo la permanencia del PRD en las dos demarcaciones. Habrá que decir, en honor a la verdad, que en esas dos delegaciones la tarea de los delegados ha sido un absoluto fracaso, no sólo para el perredismo en la capital, sino para ese partido en general.
Además, uno de sus más fieles seguidores, Adrián Ruvalcaba, se separó no sólo de la tribu (IDN), sino del partido, y ahora milita en el PRI, es decir, con el Partido Verde. Entonces, para ser puntuales, Bejarano empieza a perder el control y a ceder terreno, sin posibilidad de recuperación.
No es que la tribu del perversor se esté desmoronando, pero esta vez simplemente no crecerá. En su proyecto Bejarano pretendía ir más allá de los territorios que controla. Quería Milpa Alta, Magdalena Contreras, Iztapalapa y Xochimilco, es decir, extender la mano sobre la mitad del Distrito Federal, y causó una reacción en contra que todavía no se manifiesta con toda su fuerza.
Y es que el método que usa el líder de IDN –más allá de la encuesta que defendía– es prometer a todos los que pudieran tener alguna posibilidad cualquiera de los puestos de gobierno, esté a su alcance o no. Propone un candidato, o dos o tres para un solo puesto, los encarece y después los vende o los cambia por lo que mejor le convenga.
Así hizo con Benito Mirón, a quien prometió su apoyo para que contendiera por la jefatura de Gobierno, y luego lo abandonó. Lo mismo pasó con Laura Velázquez, a quien le ofreció respaldo para que se convirtiera en candidata a suceder a Marcelo Ebrard, y lo peor, le ha impedido proponer a un candidato porque allá en Azcapotzalco impondrá a su cuñado, Antonio Padierna, hermano de Dolores, pese a las recomendaciones de la ex secretaria de Economía y ex delegada de la demarcación.
Y no es todo: hay quien asegura que hasta Miguel Hidalgo, delegación donde el PAN muy probablemente pierda, mandó traer a Agustín Barrios Gómez –que ya perdió la elección delegacional hace seis años– de algún lugar de Estados Unidos, donde vive, para ofrecerle el poder delegacional. Él, Bejarano, sabe que Barrios Gómez no tiene ninguna posibilidad, pero le servirá como instrumento de presión, intercambio o venta cuando así lo requiera.
Total, el acuerdo al que ya han llegado los militantes perredistas es desechar la encuesta, como ya lo habíamos adelantado, y caminar por un acuerdo que respete los territorios hasta hoy ganados por las tribus, y tan tán. El 11 y el 12 de febrero, cuando se reúna el consejo electivo que aprobará las candidaturas y se respalde a Miguel Ángel Mancera, ya habrá un acuerdo muy bien planchado en el que cada tribu quedará limitada a los espacios que hoy controla. Nada más, pero nada menos.
De pasadita
Un nombre en la delegación Cuauhtémoc está haciendo temblar todos los acuerdos. Se trata de Rosa Icela Rodríguez, actual mandamás del organismo de gobierno encargado de cuidar de los adultos mayores, a quien todos esperaban como la esperanza de que esa delegación dejara la postración en la que la sumieron los dos delegados anteriores, que por cierto son producto del dedazo del perversor.
Comentarios