Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder
La manera de manifestarse la pérdida de valores, criminalizar las elecciones, politizar la administración de justicia y hacer uso faccioso de su procuración, son clara muestra de que los gobiernos de México se despeñan por el tobogán de la decadencia, puerta abierta a la dictadura.
¿Puede evitarse? No, por el camino que el PAN necesita aferrarse al poder y conducir las elecciones, al fortalecer los acuerdos “secretos” entre las agencias de seguridad estadounidenses y Los Pinos.
Aparentemente es la DEA la que determina la manera en que ha de usarse la procuración de justicia para desacreditar a quienes no ven en el PAN la solución a los problemas de México, a quienes desconfían de aquellos que hace seis años ofrecieron empleo a todos los mexicanos y en sustitución declararon una guerra que nadie quería ni necesitaba, porque tanta muerte únicamente sirve para encubrir sus propias complicidades.
En este momento es legítimo preguntarse si no sucede a la inversa de lo declarado, afirmado y sostenido por Alejandro Poiré, vocero presidencial en función de encargado del despacho de Gobernación. Dijo el funcionario en el Auditorio Jaime Torres Bodet que el narco infiltró todos los niveles de gobierno. ¿No será a la inversa? Desde que instrumentaron la libertad de Joaquín “El Chapo” Guzmán, es posible que los gobiernos blanquiazules infiltraran todos los niveles del narco, para atender las instrucciones de la DEA y el Departamento de Estado, pues es allá donde están los verdaderos barones de la droga.
La decadencia se manifiesta en todos los ámbitos de la vida civil, como en el empeño de desaparecer la Compañía Mexicana de Aviación, de transitar de un modelo de administración de justicia probatorio, a uno acusatorio, en la manera de gravar dos veces a los profesionistas, que han de pagar ISR e IETU, en la manera de saquear las Afores, de impedir el desarrollo de Pemex, de impulsar la sumisión a Estados Unidos y profundizar la humillación de los mexicanos, pues para los del PAN todos los que no son o piensan como ellos, o son narcos o nacos, con los que no hay que tener consideración.
Nunca como ahora el concepto de patria, el sentido de pertenencia a un país -a pesar de la desaparición del Estado-nación-, el sentirse mexicano está en riesgo, porque lo que buscan es subordinar el destino de México a los intereses de Estados Unidos, sin importar el costo, sin considerar que para ello necesitarán imponer una dictadura.
La manera de manifestarse la pérdida de valores, criminalizar las elecciones, politizar la administración de justicia y hacer uso faccioso de su procuración, son clara muestra de que los gobiernos de México se despeñan por el tobogán de la decadencia, puerta abierta a la dictadura.
¿Puede evitarse? No, por el camino que el PAN necesita aferrarse al poder y conducir las elecciones, al fortalecer los acuerdos “secretos” entre las agencias de seguridad estadounidenses y Los Pinos.
Aparentemente es la DEA la que determina la manera en que ha de usarse la procuración de justicia para desacreditar a quienes no ven en el PAN la solución a los problemas de México, a quienes desconfían de aquellos que hace seis años ofrecieron empleo a todos los mexicanos y en sustitución declararon una guerra que nadie quería ni necesitaba, porque tanta muerte únicamente sirve para encubrir sus propias complicidades.
En este momento es legítimo preguntarse si no sucede a la inversa de lo declarado, afirmado y sostenido por Alejandro Poiré, vocero presidencial en función de encargado del despacho de Gobernación. Dijo el funcionario en el Auditorio Jaime Torres Bodet que el narco infiltró todos los niveles de gobierno. ¿No será a la inversa? Desde que instrumentaron la libertad de Joaquín “El Chapo” Guzmán, es posible que los gobiernos blanquiazules infiltraran todos los niveles del narco, para atender las instrucciones de la DEA y el Departamento de Estado, pues es allá donde están los verdaderos barones de la droga.
La decadencia se manifiesta en todos los ámbitos de la vida civil, como en el empeño de desaparecer la Compañía Mexicana de Aviación, de transitar de un modelo de administración de justicia probatorio, a uno acusatorio, en la manera de gravar dos veces a los profesionistas, que han de pagar ISR e IETU, en la manera de saquear las Afores, de impedir el desarrollo de Pemex, de impulsar la sumisión a Estados Unidos y profundizar la humillación de los mexicanos, pues para los del PAN todos los que no son o piensan como ellos, o son narcos o nacos, con los que no hay que tener consideración.
Nunca como ahora el concepto de patria, el sentido de pertenencia a un país -a pesar de la desaparición del Estado-nación-, el sentirse mexicano está en riesgo, porque lo que buscan es subordinar el destino de México a los intereses de Estados Unidos, sin importar el costo, sin considerar que para ello necesitarán imponer una dictadura.
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