Martha Anaya / El Alhajero
¡Buen baño de barbarismo! se llevó este fin de semana el ahora tan parisino José Ángel Gurría.
Bueno, poco faltó para que lo mandaran ¡al cuarto de las escobas! (reporteros dixit) a presentar ante la prensa su documento sobre la necesidad de aplicar reformas estructurales para superar la crisis.
Gritos, empellones y mentadas de madre -en distintos idiomas-, fueron el comité de recepción para el flamante secretario general de la OCDE, a su ingreso al minúsculo salón que se preparó para la ocasión: 20 sillas y una sola bocina al fondo del cuarto, ¡para más de 100! periodistas. ¡Parecía el Metro Hidalgo en hora pico!
Periodistas ingleses, franceses, estadunidenses, alemanes, chinos, japoneses, sajones, enviados a cubrir los trabajos de los ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos Centrales del G20, terminaron huyendo hacia la sala de prensa -también minúscula, por cierto- y donde no había red inalámbrica para los usuarios de laptop.
Los pocos que aguantaron apretujones y demás, terminarían comentando lo “ridículo” que resultaba ver al secretario general de la OCDE en la reunión del “club de los países más ricos” dando una rueda de prensa en semejante cuchitril.
Y LOS FUNCIONARIOS MEXICANOS, MUDOS
Si no fuera por gringos, europeos y brasileños, las actividades previas del G20 hubieran pasado de noche.
Mientras las delegaciones buscaban a los reporteros de sus países para ofrecer briefings o hacer declaraciones, los funcionarios mexicanos de Hacienda no atinaban a decir ni a qué hora, ni dónde iniciaría el encuentro.
El ministro alemán de Finanzas buscó dos veces a los reporteros para responder a las presiones de los gringos, que demandan a los europeos que ellos solitos se las vean con su crisis.
Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EU, buscó a sus corresponsales para adelantar que antes de dotar de más recursos al FMI, los europeos deben crear su propio mecanismo anticrisis.
Los brasileños le entraron también y advirtieron que si quieren que contribuyan con más dinero al FMI, le den entonces un mayor peso en el organismo.
Del lado de México, no fue sino hasta las 10 de la noche que la oficina de la Presidencia envió el discurso de Felipe Calderón y finalmente se pudo saber lo que pensaba de la crisis en la zona euro.
Demasiado tarde: o quedó fuera en la prensa internacional, o fue reducido a un párrafo de remate.
.LOZOYA, ASPE Y MONTAÑO PASAN LAS DE CAÍN EN EU
Los priistas hacen lobby en Estados Unidos para tratar de revertir la percepción, lanzada desde el área azul, de que pactarían con los narcos en caso de recuperar su estancia en Los Pinos el próximo 1 de julio.
Emilio Lozoya Jr. (hijo del ex secretario de Energía con Carlos Salinas, Emilio Lozoya Thalman), es quien lleva la batuta en la estrategia; es apoyado por el ex secretario de Hacienda (también en tiempos de Salinas), Pedro Aspe, y por el ex embajador de México ante la ONU (igualmente en el sexenio salinista), Jorge Montaño.
Los tres personajes han elegido el capitolio como el área de trabajo principal para convencer a los vecinos del norte de que continuarán la guerra contra el narcotráfico. Pero apoyar la candidatura de Enrique Peña Nieto no les está resultado fácil, debido a ciertos rostros que acompañan al priista y que a ellos mismo les resultan “indefendibles”.
GEMAS: La ex canciller Rosario Green anda encantada por el acuerdo petrolero sellado con Estados Unidos: “¡hasta los felicité!”, nos dice, aunque aún no recibe copia del documento final que se signó.
¡Buen baño de barbarismo! se llevó este fin de semana el ahora tan parisino José Ángel Gurría.
Bueno, poco faltó para que lo mandaran ¡al cuarto de las escobas! (reporteros dixit) a presentar ante la prensa su documento sobre la necesidad de aplicar reformas estructurales para superar la crisis.
Gritos, empellones y mentadas de madre -en distintos idiomas-, fueron el comité de recepción para el flamante secretario general de la OCDE, a su ingreso al minúsculo salón que se preparó para la ocasión: 20 sillas y una sola bocina al fondo del cuarto, ¡para más de 100! periodistas. ¡Parecía el Metro Hidalgo en hora pico!
Periodistas ingleses, franceses, estadunidenses, alemanes, chinos, japoneses, sajones, enviados a cubrir los trabajos de los ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos Centrales del G20, terminaron huyendo hacia la sala de prensa -también minúscula, por cierto- y donde no había red inalámbrica para los usuarios de laptop.
Los pocos que aguantaron apretujones y demás, terminarían comentando lo “ridículo” que resultaba ver al secretario general de la OCDE en la reunión del “club de los países más ricos” dando una rueda de prensa en semejante cuchitril.
Y LOS FUNCIONARIOS MEXICANOS, MUDOS
Si no fuera por gringos, europeos y brasileños, las actividades previas del G20 hubieran pasado de noche.
Mientras las delegaciones buscaban a los reporteros de sus países para ofrecer briefings o hacer declaraciones, los funcionarios mexicanos de Hacienda no atinaban a decir ni a qué hora, ni dónde iniciaría el encuentro.
El ministro alemán de Finanzas buscó dos veces a los reporteros para responder a las presiones de los gringos, que demandan a los europeos que ellos solitos se las vean con su crisis.
Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EU, buscó a sus corresponsales para adelantar que antes de dotar de más recursos al FMI, los europeos deben crear su propio mecanismo anticrisis.
Los brasileños le entraron también y advirtieron que si quieren que contribuyan con más dinero al FMI, le den entonces un mayor peso en el organismo.
Del lado de México, no fue sino hasta las 10 de la noche que la oficina de la Presidencia envió el discurso de Felipe Calderón y finalmente se pudo saber lo que pensaba de la crisis en la zona euro.
Demasiado tarde: o quedó fuera en la prensa internacional, o fue reducido a un párrafo de remate.
.LOZOYA, ASPE Y MONTAÑO PASAN LAS DE CAÍN EN EU
Los priistas hacen lobby en Estados Unidos para tratar de revertir la percepción, lanzada desde el área azul, de que pactarían con los narcos en caso de recuperar su estancia en Los Pinos el próximo 1 de julio.
Emilio Lozoya Jr. (hijo del ex secretario de Energía con Carlos Salinas, Emilio Lozoya Thalman), es quien lleva la batuta en la estrategia; es apoyado por el ex secretario de Hacienda (también en tiempos de Salinas), Pedro Aspe, y por el ex embajador de México ante la ONU (igualmente en el sexenio salinista), Jorge Montaño.
Los tres personajes han elegido el capitolio como el área de trabajo principal para convencer a los vecinos del norte de que continuarán la guerra contra el narcotráfico. Pero apoyar la candidatura de Enrique Peña Nieto no les está resultado fácil, debido a ciertos rostros que acompañan al priista y que a ellos mismo les resultan “indefendibles”.
GEMAS: La ex canciller Rosario Green anda encantada por el acuerdo petrolero sellado con Estados Unidos: “¡hasta los felicité!”, nos dice, aunque aún no recibe copia del documento final que se signó.
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