Marco A. Flota / Grillotina
Los personajes de la grilla- o de la política, como dicen en los países civilizados- suelen convivir con los de la farándula- o del show business, como decimos en México.
Es fama que al Presidente Calderón le gusta invitar a Los Pinos al cantautor ibérico Joaquín Sabina, mucho más que al gobernador chiapaneco Juan Sabines.
Será porque a Sabines, dicen, también le encanta la juerga, pero Sabina, además, canta.
Más entrañables fueron las relaciones de don Adolfo López Mateos con aquella cantante folclórica Dora María o las de Díaz Ordaz con la cantante folclorriquísima Irma Serrano o las de López Portillo con la no más riquísima- por no decir buenísima- Sasha Montenegro. Aunque don Pepe, además, desposó a la actriz conocida como “La Reina de las Ficheras”, quizá porque él era una fichita.
Matrimonio que no es criticable, pues ahí en Francia tienen al presidente Sarkozy, casado con la cantante y actriz Carla Bruni. Aunque ésta lleva el riesgo de perder el título de La Primera Dama más Bella del Mundo, si La Gaviota, también actriz, llega a Los Pinos.
Hasta ahí todo bien. El problema viene cuando los políticos se quieren convertir en artistas o los artistas en políticos.
No es el caso de Peña Nieto, aunque se comente que La Gaviota sufre por momentos celos, pero artísticos, porque su marido ya sale en la tele más que ella. Los motivos de las apariciones de don Enrique en la pantalla chica son eminente políticos, nunca pretendería suplir a Jaime Camil como galán de Lucero en la telenovela “Eva por ella”.
Sería más factible que reaparezca en Televisa La Gaviota interpretando “Ave por él” (Y este es un tip para los creativos de Televisa y los publicistas del pricandidato). En cambio, a últimas fechas, se están dando casos de personajes del medio artístico que incursionan en la grilla.
No vamos a insistir en el caso de la actriz María Rojo, cuyas candentes escenas en una hamaca, de la película “La Tarea”, quizá le abrieron las puertas de la política: Ha sido jefa delegacional en el DF, diputada, senadora. Y se ha desempeñado mejor en esas tareas que muchos políticas que nomás llegan al cargo y se tiran en la hamaca.
Tampoco vamos a reiterar que Julio Alemán, Ignacio López Tarso y algún otro primerísimo actor llegaron a la Cámara de Diputados, por el simple hecho de ser líderes de la ANDA. Mención especial merece Silvia Pinal, quien ocupó un escaño en el Senado, pero como suplente de Esteban Moctezuma, aquel brillante político del tiempo de Zedillo, quien le tiró Los Pinos, pero no llegó (En cambio Tulio Hernández, siendo gobernador de Tlaxcala, tiró los perros a la Pinal.... y si le llegó).
Nos referimos, pues, a conocidos actores como Jorge Arvizu, famoso por su personaje de “El Tata”, quien hizo un spot promoviendo a López Obrador, anuncio que fue retirado por el IFE, para beneplácito de Cuauhtémoc Cárdenas, porque estaban arrastrando el prestigio del Tata Lázaro. Actualmente hay otro promocional del Morena, grabado por Héctor Bonilla, pero muchos creen que sigue siendo el Tata Arvizu.
Y lo que puede considerarse el colmo: El Partido del Trabajo acaba de lanzar para diputada a la cantante grupera Alicia Villarreal.
No vamos a decir que la guapa güerita no lo merezca, pero si al PAN se le ocurre responder postulando a Patylú, la esposa de César Nava, o si el PRI candidatea a Paty Manterola -quien alguna vez cenó en la Casa de Gobierno de Toluca, según indiscreto libro reciente- esto va a ser, para decirlo elegantemente, un despapaye.
Los personajes de la grilla- o de la política, como dicen en los países civilizados- suelen convivir con los de la farándula- o del show business, como decimos en México.
Es fama que al Presidente Calderón le gusta invitar a Los Pinos al cantautor ibérico Joaquín Sabina, mucho más que al gobernador chiapaneco Juan Sabines.
Será porque a Sabines, dicen, también le encanta la juerga, pero Sabina, además, canta.
Más entrañables fueron las relaciones de don Adolfo López Mateos con aquella cantante folclórica Dora María o las de Díaz Ordaz con la cantante folclorriquísima Irma Serrano o las de López Portillo con la no más riquísima- por no decir buenísima- Sasha Montenegro. Aunque don Pepe, además, desposó a la actriz conocida como “La Reina de las Ficheras”, quizá porque él era una fichita.
Matrimonio que no es criticable, pues ahí en Francia tienen al presidente Sarkozy, casado con la cantante y actriz Carla Bruni. Aunque ésta lleva el riesgo de perder el título de La Primera Dama más Bella del Mundo, si La Gaviota, también actriz, llega a Los Pinos.
Hasta ahí todo bien. El problema viene cuando los políticos se quieren convertir en artistas o los artistas en políticos.
No es el caso de Peña Nieto, aunque se comente que La Gaviota sufre por momentos celos, pero artísticos, porque su marido ya sale en la tele más que ella. Los motivos de las apariciones de don Enrique en la pantalla chica son eminente políticos, nunca pretendería suplir a Jaime Camil como galán de Lucero en la telenovela “Eva por ella”.
Sería más factible que reaparezca en Televisa La Gaviota interpretando “Ave por él” (Y este es un tip para los creativos de Televisa y los publicistas del pricandidato). En cambio, a últimas fechas, se están dando casos de personajes del medio artístico que incursionan en la grilla.
No vamos a insistir en el caso de la actriz María Rojo, cuyas candentes escenas en una hamaca, de la película “La Tarea”, quizá le abrieron las puertas de la política: Ha sido jefa delegacional en el DF, diputada, senadora. Y se ha desempeñado mejor en esas tareas que muchos políticas que nomás llegan al cargo y se tiran en la hamaca.
Tampoco vamos a reiterar que Julio Alemán, Ignacio López Tarso y algún otro primerísimo actor llegaron a la Cámara de Diputados, por el simple hecho de ser líderes de la ANDA. Mención especial merece Silvia Pinal, quien ocupó un escaño en el Senado, pero como suplente de Esteban Moctezuma, aquel brillante político del tiempo de Zedillo, quien le tiró Los Pinos, pero no llegó (En cambio Tulio Hernández, siendo gobernador de Tlaxcala, tiró los perros a la Pinal.... y si le llegó).
Nos referimos, pues, a conocidos actores como Jorge Arvizu, famoso por su personaje de “El Tata”, quien hizo un spot promoviendo a López Obrador, anuncio que fue retirado por el IFE, para beneplácito de Cuauhtémoc Cárdenas, porque estaban arrastrando el prestigio del Tata Lázaro. Actualmente hay otro promocional del Morena, grabado por Héctor Bonilla, pero muchos creen que sigue siendo el Tata Arvizu.
Y lo que puede considerarse el colmo: El Partido del Trabajo acaba de lanzar para diputada a la cantante grupera Alicia Villarreal.
No vamos a decir que la guapa güerita no lo merezca, pero si al PAN se le ocurre responder postulando a Patylú, la esposa de César Nava, o si el PRI candidatea a Paty Manterola -quien alguna vez cenó en la Casa de Gobierno de Toluca, según indiscreto libro reciente- esto va a ser, para decirlo elegantemente, un despapaye.
Comentarios