Pedro Echeverría V.
1. Manlio Fabio Beltrones, el real jefe nacional del PRI, es con mucho, el más hábil y hasta inteligente de todos los políticos priístas en estos momentos. Estuvo a punto de quedarse con la candidatura presidencial, pero la campaña adelantada de más de un año y los compromisos firmados por Enrique Peña Nieto con los empresarios y los dueños de los medios de información, tuvieron el peso determinante. Aquel personaje, conocido como ”Don Beltrone”, se le atribuye la jefatura de mafias al estilo italiano por ser un antiguo gobernador, legislador y funcionario de los gobiernos del PRI, pero ha sido tan hábil en su andar político, que –aunque ha vivido mucho tiempo en el pantano- ha conservado, al parecer, limpio su plumaje. Pues el día de ayer “Don Beltrone” nos regaló dos ideas: relanzar el TLC y una segunda etapa de la Iniciativa Mérida.
2. Señaló que “no es conveniente seguir basando la relación con nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, en un esquema que ya no responde a la realidad de este siglo XXI ni a la integración económica y cultural de la región fronteriza”. Dijo que hay que hay que aprovechar la renovación de las presidencias en México y Estados Unidos en 2012 para “relanzar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a una nueva fase de cooperación orientada a la competitividad, el empleo, el desarrollo y la seguridad, así como a la solución regional de los problemas bilaterales; que se debe complementar la colaboración que tenemos en materia de seguridad y justicia en el marco de la Iniciativa Mérida, con una segunda etapa de desarrollo del TLCAN”. Es inteligente apuntar ambas ideas.
3. EEUU ha sido “nuestro principal socio comercial” durante un siglo por lo menos; sin embargo esa relación “comercial” sólo ha beneficiado –tanto en lo agrícola, industrial, en recursos naturales y en todo tipo de negocios, a los mismos EEUU. Hemos malvendido durante 100 años productos agrícolas que ellos escogen y a cambio hemos comprado productos industrializados a los precios que han querido. ¿Y saben los mexicanos por qué? Porque nuestra vecindad de tres mil kilómetros de frontera ha servido para acrecentar cada año nuestra relación vergonzosa de esclavo que tiene al país más poderoso del mundo –los EEUU- como amo. Año tras año las organizaciones civiles y de izquierda han propuesto la apertura comercial de México hacia otros países con el fin de diversificar nuestro comercio; pero la respuesta siempre ha sido: nuestros compromisos con EEUU son tan grandes que sólo podemos comerciar con él.
4. Por eso tanto los candidatos presidenciales del PRI, Peña Nieto; del PAN, Josefina V. Mota, y el senador priísta Beltrones, no ven otra salida que entregar más los intereses de México a los EEUU renovando acuerdos. La revisión del TLC y de la Iniciativa Mérida –en terribles condiciones de debilidad- sólo beneficiará más a los EEUU quien impondrá muchas más trabas y condiciones al comercio, a la migración, a cualquier préstamo o ayuda que se solicite. Y mediante la iniciativa Mérida sería el mejor momento para que los yanquis estabilicen más bases militares en el país y establezcan definitivamente a la DEA, la CIA, el FBI, bajo la coordinación de la embajada de EEUU. En estos tiempos en que decenas de países buscan liberarse de los EEUU: el BRIC, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Ecuador, países del medio oriente y africanos, el planteo del PRI y del PAN de “mejorar” las relaciones con los EEUU es sin duda un tremendo entreguismo.
5. El nacionalismo o la defensa cerrada de lo nacional –que fue de avanzada en la lucha antiimperialista- parece hoy una ideología atrasada frente al internacionalismo de países y pueblos cuyas fronteras han sido hechas añicos demostrando que los seres humanos no tienen patria; sin embargo el comportamiento de los EEUU y de una decena de los más poderosos países están demostrando un nacionalismo a ultranza –agresivo- porque siguen saqueando las economías de los pueblos con el fin de beneficiar intereses propios. El TLC, firmado a fines de 1994 y puesto en práctica a principios del año siguiente, ha demostrado que “el libre comercio” es apertura comercial para México, pero es nacionalismo a ultranza para EEUU. Se vale de todas las mañas descalificadotas para seguir comprando barato recursos agrícolas, animales, energéticos y, al mismo tiempo para vender sus productos manufacturados sin la menor garantía.
6. La izquierda mexicana tiene claridad acerca del enorme poder que representan los EEUU, pero debe estar más atenta acerca de su cada vez mayor presencia física en la República mexicana. Desde 1982, pero particularmente desde hace 12 años –a raíz de que el PAN asumió la Presidencia- los yanquis operan en México con más libertad que en los mismos EEUU. Desde aquel famoso grito de Fox: “Bienvenido mi amigo Bush” que lanzó desde su rancho en 2001 para recibir al presidente yanqui escoltado por poderosos aviones bombarderos, no se había visto tal relación de dependencia y sumisión de un presidente. Mucho más hoy cuando el gobierno de Calderón lanzó –al iniciar su gobierno en 2006- al ejército como fuerza de ocupación en más de la mitad del territorio nacional con el apuntalamiento de parte de ejército de los EEUU. ¿Qué busca entonces el senador del PRI Beltrones al pedir una revisión de acuerdos en condiciones de debilidad?
7. No puede exigirse ruptura total con la política yanqui, pero sí un respeto mutuo que significa igualdad, palabra que los yanquis no conocen. Respeto de los millones de trabajadores indocumentados mexicanos y de América Latina que con su trabajo hacen más poderosa la economía yanqui. Respeto a los productos mexicanos que se ofrecen en los EEUU, así como nosotros damos entrada a los productos de EEUU. Evitar el tráfico de armas y el intercambio con drogas con el fin de evitar más violencia y muerte. Eliminar “iniciativas Mérida” y demás planes que ponen en el centro a los fuerzas armadas, al ejército y todas las muertes de seres humanos. Condenemos a todos aquellos apoyadores de las políticas guerreristas e intervencionistas yanquis que siempre han provocado cientos de miles de muertes en diversos países. Esperamos que los Beltrones y los candidatos presidenciales dejen de ser sumisos a los intereses de EEUU.
1. Manlio Fabio Beltrones, el real jefe nacional del PRI, es con mucho, el más hábil y hasta inteligente de todos los políticos priístas en estos momentos. Estuvo a punto de quedarse con la candidatura presidencial, pero la campaña adelantada de más de un año y los compromisos firmados por Enrique Peña Nieto con los empresarios y los dueños de los medios de información, tuvieron el peso determinante. Aquel personaje, conocido como ”Don Beltrone”, se le atribuye la jefatura de mafias al estilo italiano por ser un antiguo gobernador, legislador y funcionario de los gobiernos del PRI, pero ha sido tan hábil en su andar político, que –aunque ha vivido mucho tiempo en el pantano- ha conservado, al parecer, limpio su plumaje. Pues el día de ayer “Don Beltrone” nos regaló dos ideas: relanzar el TLC y una segunda etapa de la Iniciativa Mérida.
2. Señaló que “no es conveniente seguir basando la relación con nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, en un esquema que ya no responde a la realidad de este siglo XXI ni a la integración económica y cultural de la región fronteriza”. Dijo que hay que hay que aprovechar la renovación de las presidencias en México y Estados Unidos en 2012 para “relanzar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a una nueva fase de cooperación orientada a la competitividad, el empleo, el desarrollo y la seguridad, así como a la solución regional de los problemas bilaterales; que se debe complementar la colaboración que tenemos en materia de seguridad y justicia en el marco de la Iniciativa Mérida, con una segunda etapa de desarrollo del TLCAN”. Es inteligente apuntar ambas ideas.
3. EEUU ha sido “nuestro principal socio comercial” durante un siglo por lo menos; sin embargo esa relación “comercial” sólo ha beneficiado –tanto en lo agrícola, industrial, en recursos naturales y en todo tipo de negocios, a los mismos EEUU. Hemos malvendido durante 100 años productos agrícolas que ellos escogen y a cambio hemos comprado productos industrializados a los precios que han querido. ¿Y saben los mexicanos por qué? Porque nuestra vecindad de tres mil kilómetros de frontera ha servido para acrecentar cada año nuestra relación vergonzosa de esclavo que tiene al país más poderoso del mundo –los EEUU- como amo. Año tras año las organizaciones civiles y de izquierda han propuesto la apertura comercial de México hacia otros países con el fin de diversificar nuestro comercio; pero la respuesta siempre ha sido: nuestros compromisos con EEUU son tan grandes que sólo podemos comerciar con él.
4. Por eso tanto los candidatos presidenciales del PRI, Peña Nieto; del PAN, Josefina V. Mota, y el senador priísta Beltrones, no ven otra salida que entregar más los intereses de México a los EEUU renovando acuerdos. La revisión del TLC y de la Iniciativa Mérida –en terribles condiciones de debilidad- sólo beneficiará más a los EEUU quien impondrá muchas más trabas y condiciones al comercio, a la migración, a cualquier préstamo o ayuda que se solicite. Y mediante la iniciativa Mérida sería el mejor momento para que los yanquis estabilicen más bases militares en el país y establezcan definitivamente a la DEA, la CIA, el FBI, bajo la coordinación de la embajada de EEUU. En estos tiempos en que decenas de países buscan liberarse de los EEUU: el BRIC, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Ecuador, países del medio oriente y africanos, el planteo del PRI y del PAN de “mejorar” las relaciones con los EEUU es sin duda un tremendo entreguismo.
5. El nacionalismo o la defensa cerrada de lo nacional –que fue de avanzada en la lucha antiimperialista- parece hoy una ideología atrasada frente al internacionalismo de países y pueblos cuyas fronteras han sido hechas añicos demostrando que los seres humanos no tienen patria; sin embargo el comportamiento de los EEUU y de una decena de los más poderosos países están demostrando un nacionalismo a ultranza –agresivo- porque siguen saqueando las economías de los pueblos con el fin de beneficiar intereses propios. El TLC, firmado a fines de 1994 y puesto en práctica a principios del año siguiente, ha demostrado que “el libre comercio” es apertura comercial para México, pero es nacionalismo a ultranza para EEUU. Se vale de todas las mañas descalificadotas para seguir comprando barato recursos agrícolas, animales, energéticos y, al mismo tiempo para vender sus productos manufacturados sin la menor garantía.
6. La izquierda mexicana tiene claridad acerca del enorme poder que representan los EEUU, pero debe estar más atenta acerca de su cada vez mayor presencia física en la República mexicana. Desde 1982, pero particularmente desde hace 12 años –a raíz de que el PAN asumió la Presidencia- los yanquis operan en México con más libertad que en los mismos EEUU. Desde aquel famoso grito de Fox: “Bienvenido mi amigo Bush” que lanzó desde su rancho en 2001 para recibir al presidente yanqui escoltado por poderosos aviones bombarderos, no se había visto tal relación de dependencia y sumisión de un presidente. Mucho más hoy cuando el gobierno de Calderón lanzó –al iniciar su gobierno en 2006- al ejército como fuerza de ocupación en más de la mitad del territorio nacional con el apuntalamiento de parte de ejército de los EEUU. ¿Qué busca entonces el senador del PRI Beltrones al pedir una revisión de acuerdos en condiciones de debilidad?
7. No puede exigirse ruptura total con la política yanqui, pero sí un respeto mutuo que significa igualdad, palabra que los yanquis no conocen. Respeto de los millones de trabajadores indocumentados mexicanos y de América Latina que con su trabajo hacen más poderosa la economía yanqui. Respeto a los productos mexicanos que se ofrecen en los EEUU, así como nosotros damos entrada a los productos de EEUU. Evitar el tráfico de armas y el intercambio con drogas con el fin de evitar más violencia y muerte. Eliminar “iniciativas Mérida” y demás planes que ponen en el centro a los fuerzas armadas, al ejército y todas las muertes de seres humanos. Condenemos a todos aquellos apoyadores de las políticas guerreristas e intervencionistas yanquis que siempre han provocado cientos de miles de muertes en diversos países. Esperamos que los Beltrones y los candidatos presidenciales dejen de ser sumisos a los intereses de EEUU.
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