Entusiasmo vs. realidad

PIB: ¿signos positivos?
Volaris-Interjet: a la villa

Carlos Fernández-Vega / México SA


Con más entusiasmo que hechos contundentes, algunos sectores dicen registrar algunos signos positivos de avance en la economía mexicana, aunque al mismo tiempo reconocen que tales indicios, en lo nacional e internacional, no alcanzan para generar certidumbre ni para impulsar el motor económico interno. Así, en 2012 México crecerá menos que en 2011, y sustancialmente por debajo de 2010, se generarán menos empleos formales, no se espera mayor impulso por parte del vecino del norte y se está a la expectativa del curso que tome la crisis europea.

Por ánimo no paran, pero el primer reconocimiento de que las cosas no van de la mano de su entusiasmo es que los pronósticos sobre el crecimiento del producto interno bruto paulatina, pero sostenidamente va a la baja en este año electoral. Sobre el particular, los analistas de la Cámara de Diputados señalan que lo anterior se ve plasmado en el hecho de que el propio sector privado pronostica un crecimiento de 3.33 por ciento para 2012, es decir, casi un punto porcentual por debajo de su propia estimación seis meses atrás.

Lo anterior se adereza con otros indicadores a la baja, como las remesas, que manifiestan la debilidad que presenta la demanda de mano de obra en Estados Unidos. Además, el Banco de México está consciente de los riesgos que prevalecen para la economía estadunidense (y, por ende, para la mexicana) y prevé que se podría dar un endurecimiento de las condiciones monetarias en caso de que se presenten presiones generalizadas sobre los precios. En el vecino del norte el aumento en el empleo y los resultados positivos de la industria manufacturera, aunque todavía débiles, impulsaron los mercados bursátiles, pero queda claro que la recuperación económica ha sido demasiado lenta. Los riesgos que ofrecen los acontecimientos en Europa podrían deteriorar las perspectivas económicas de aquel país.

De acuerdo con el Inegi, apuntan los analistas de la Cámara de Diputados, en el primer mes de 2012 el índice de confianza del consumidor aumentó 3.36 por ciento anual, 9.03 puntos porcentuales por debajo del incremento observado en el mismo mes de 2011. Pese a que este indicador ha mantenido crecimiento desde principios de 2010, con una pausa en diciembre de 2011, su nivel aún se mantiene por debajo del observado antes del periodo de crisis. En términos anuales, en enero de 2012 los consumidores apreciaron que su situación económica es menos favorable actualmente comparada con la de hace un año, aunque esperan que mejore para los próximos 12 meses; además, percibieron que la situación económica del país mejoró en comparación con la observada hace un año, pero no anticipan que mejore en el futuro. Parecería que los consumidores están entrando en una zona de incertidumbre ante el menoscabo del contexto económico mundial y de su impacto sobre el desempeño económico nacional que muestra menor dinamismo.

Destaca que los consumidores mexicanos mantienen la posibilidad de comprar, a largo y corto plazos, bienes de consumo duraderos, situación que podría apoyar la dinámica de la demanda interna a través del consumo interno; sin embargo, este consumo podría significar riesgos económicos en la medida en que no sea sustentable y se realice por medio de crédito al consumo, sin que se pueda solventar en el futuro; además, en la encuesta sobre las expectativas del sector privado recabada por el Banco de México, se ajustó a la baja el pronóstico de generación de empleos tanto para 2012 como para 2013, lo que podría incidir en la dinámica del consumo.

Por lo que toca al envío de dólares por la paisanada, los analistas de San Lázaro señalan que en diciembre pasado las remesas ascendieron a mil 766.3 millones de dólares, cifra superior en 3.5 por ciento al monto captado en el mismo mes de 2010. Así, el envío de remesas cierra 2011 con una pérdida de dinamismo sustancial, pues tan sólo en septiembre pasado creció a una tasa máxima de 21.2 por ciento. En términos anuales, ni la depreciación del tipo de cambio (11.1 por ciento en diciembre) ni las mejores cifras de empleo para los migrantes mexicanos en Estados Unidos (en diciembre de 2011 la tasa de desempleo para los hispanos en ese país fue de 11.1 por ciento, en tanto que en igual mes del año previo había ascendido a 13 por ciento) fueron suficientes para impulsar el envío de recursos a nuestro país, lo cual fue en detrimento de los ingresos de los hogares mexicanos. De esa forma, en 2011 se registró un envío de remesas por 22 mil 731 millones de dólares, un crecimiento anual de 6.9 por ciento, mientras en 2010 se mantuvieron sin cambios (21 mil 271.2 millones), por lo que su crecimiento es insuficiente para remontar a los niveles previos a la crisis, si se considera que en 2008 y 2009 se registraron importantes contracciones (-3.5 y -15.5 por ciento, respectivamente).

Por lo que hace a las expectativas económicas del sector privado, puntualizan que de la primera encuesta de 2012 se desprende que la economía mexicana está en desaceleración, ya que se pronostica un menor dinamismo a lo observado en 2010 (5.39 por ciento), lo que implica que la mayor dinámica de la demanda interna no será suficiente para compensar la desaceleración de la demanda externa como para mantener constante, por lo menos, el nivel de crecimiento económico. Se vaticina que este menor dinamismo se mantenga en 2013 puesto que se augura que el alza del producto interno bruto sea de 3.37 por ciento ese año, cifra por debajo de lo que se esperaba en la encuesta de diciembre (3.44), aunque marginalmente superior a lo que se prevé para 2012. En lo que toca al nivel de empleo formal, proyectan un incremento anual para el cierre de 2012, de 549 mil trabajadores asegurados al IMSS, cifra menor a lo que se anticipaban los especialistas del sector privado en la encuesta previa (559 mil trabajadores) y a su máximo estimado de 655 mil asegurados en enero de 2011. Para 2013 se pronostican 45 mil puestos de trabajo menos, en línea con el ajuste a la baja en la tasa de crecimiento económico para dicho año.

Las rebanadas del pastel

Mientras la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se mantiene en el éter, el juez federal Felipe Consuelo Soto, responsable del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, ordenó ayer a la Dirección General de Aeronáutica Civil que devuelva los slots y rutas que pertenecen a esa aerolínea (usufructuadas en los últimos 18 meses por sus competidoras), pero Interjet y Volaris ya comenzaron a gritar que de regresar, no regresan nada, porque el que se fue a la villa...

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