Rosalia Vergara / Apro
El virtual candidato presidencial de las fuerzas de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, abrió a la redes sociales las puertas de su casa, aceptó que en las encuestas se ubica con el 20-25% de intención de voto y justificó el plantón que encabezó hace seis años en Paseo de la Reforma, pues con ello, sostuvo, evitó se desbordara la violencia en el marco del conflicto postelectoral.
“Yo tenía elementos suficientes para saber en ese entonces que había mucha molestia, mucho coraje y que se nos iba a desbordar el movimiento y que iba a haber muchos muertos, mucha violencia”.
Por eso, “si no hacíamos lo que hicimos, se nos iba a salir de cauce. Iba a haber violencia” y entonces el exjefe de gobierno de la Ciudad de México optó por realizar esa movilización para contener los ánimos de sus seguidores.
En lugar de su tradicional mensaje semanal, el político tabasqueño optó por difundir en Youtube una entrevista que concedió en octubre de 2011, junto a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y su pequeño hijo Jesús Ernesto.
Se trata de la primera parte del documental De frente y a los ojos, realizado por la cineasta Diana Cardozo, el cual dura unos siete minutos.
El video arranca con imágenes en blanco y negro del rostro sonriente de López Obrador, en momentos en que habla con su esposa; la cámara sigue el rostro de su cuarto hijo, Jesús Ernesto.
Después, close up a López Obrador y un corte al rostro del niño; se acerca el tabasqueño a limpiarle la nariz y darle un beso en la mejilla.
En una siguiente imagen, López Obrador está de pie abrazando a su esposa y hablando frente a la cámara; sigue otra toma en que mira a Jesús Ernesto, quien está recostado en el sillón comiendo algún dulce.
La entrevista está organizada por capítulos. Este es el primero y tiene dos ejes temáticos. El primero se titula: El 2006 visto desde el 2012. El plantón y sus consecuencias. Le sigue: El 2006 visto desde el 2012. El control mediático.
Cuando habla del 2006, López Obrador se torna serio, mueve mucho las manos y levanta el índice izquierdo:
“Mucha gente todavía tiene eso en la cabeza, ¿no? El plantón. Pero se olvida que si no hubiésemos hecho eso, hubiese habido violencia. Eso evitó la violencia. No se rompió un vidrio. Nos robaron la Presidencia, no es poca cosa. Hasta la fecha no se ha perdido una vida por nuestro movimiento, hemos actuado con mucha responsabilidad”.
Hace una pausa: “Si no hacíamos lo que hacíamos se nos hubiera salido de las manos el movimiento. Iba a haber violencia y no estaríamos hablando como estamos hablando. ¡Claro! Pagamos un precio altísimo. Porque nuestros adversarios utilizaron eso, fue terrible la campaña de desprestigio. Y no nos han dado tiempo; además, no tenemos cómo comunicarnos, de explicar que fue un acto de absoluta responsabilidad.
“Acaba de pasar. Bueno hay muchos ejemplos en el mundo. Bueno, lo de Egipto”, ejemplifica. Frunce el ceño para explicar:
“Destituyeron a (Hosni) Mubarak. Ochocientos muertos en dos, tres meses (en Egipto). ¿Qué lograron, una junta militar? Nosotros no queremos eso. Es más, un dirigente puede poner en riesgo su vida, pero no tiene el derecho de poner en riesgo la vida de los demás. Son momentos difíciles en los que uno debe optar”.
Luego destaca que en esos momentos, durante el plantón de 2006 en Reforma, tenía elementos suficientes como para saber que en ese entonces había mucha molestia y coraje “y se nos iba a desbordar el movimiento. Que iba haber muchos muertos, mucha violencia, y que quedaría estigmatizado, porque eso trataron de hacer, pero con el tiempo quedó demostrado que no hubo daños”.
La entrevista se interrumpe, aparece un fondo negro, luego un título: El 2006 visto desde el 2012. El control mediático.
López Obrador menciona que no sólo le robaron la Presidencia, sino que escaló la campaña de desprestigio en su contra, “querían borrarnos de la conciencia de la gente”, pero no lo lograron, se ufana.
Siempre hablando en tercera persona, el excandidato presidencial por segunda vez consecutiva, advierte:
“Dicen algunos, ‘pues sí pero ya no está como en 2006’. Pues sí. Pero resistir como hemos resistido, y ¿cómo estamos ahora? Pues bueno, les diría que estamos en las encuestas en 20 o 25% de aceptación. ¿Cuánto significa eso en número de ciudadanos que hay en el país? Pues 16, 18 millones de ciudadanos mexicanos”, comenta entre sonrisas.
Y en el 2006, acota, reconocieron al candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos unos 14 millones 300 mil votos. “Entonces, ahí estamos”, suelta con la sonrisa en los labios.
De pronto, endurece el gesto: “Que conste que no ha sido fácil informar, hacer que la gente despierte, porque sigue el dominio de los medios de comunicación, que es apabullante. O sea, el instrumento más eficaz para someter hoy día son los medios de comunicación. No necesitan al Ejército, a la fuerza bruta, con los medios se manipula la mente. Son los que alimentan la ignorancia en el país”.
Luego considera que los medios pueden distorsionar las cosas por algún tiempo, pero eso puede funcionar algunas veces, pero no todo el tiempo.
Entonces, resalta, lo que está pasando actualmente es que mucha gente “engañada” se está dando cuenta de que no puede seguir “lo mismo”, es decir, el mismo sistema de gobierno.
Enseguida pide a los ciudadanos “que no nos vean con desconfianza”, que se acerquen a conocer sus propuestas.
Para finalizar, la imagen vuelve al blanco y negro. De pie, Beatriz y López Obrador sonríen de frente a dos enormes libreros. Platican, sólo se logra escuchar una música de fondo y, al fondo, emerge una palabra: “Continuará”…
El virtual candidato presidencial de las fuerzas de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, abrió a la redes sociales las puertas de su casa, aceptó que en las encuestas se ubica con el 20-25% de intención de voto y justificó el plantón que encabezó hace seis años en Paseo de la Reforma, pues con ello, sostuvo, evitó se desbordara la violencia en el marco del conflicto postelectoral.
“Yo tenía elementos suficientes para saber en ese entonces que había mucha molestia, mucho coraje y que se nos iba a desbordar el movimiento y que iba a haber muchos muertos, mucha violencia”.
Por eso, “si no hacíamos lo que hicimos, se nos iba a salir de cauce. Iba a haber violencia” y entonces el exjefe de gobierno de la Ciudad de México optó por realizar esa movilización para contener los ánimos de sus seguidores.
En lugar de su tradicional mensaje semanal, el político tabasqueño optó por difundir en Youtube una entrevista que concedió en octubre de 2011, junto a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y su pequeño hijo Jesús Ernesto.
Se trata de la primera parte del documental De frente y a los ojos, realizado por la cineasta Diana Cardozo, el cual dura unos siete minutos.
El video arranca con imágenes en blanco y negro del rostro sonriente de López Obrador, en momentos en que habla con su esposa; la cámara sigue el rostro de su cuarto hijo, Jesús Ernesto.
Después, close up a López Obrador y un corte al rostro del niño; se acerca el tabasqueño a limpiarle la nariz y darle un beso en la mejilla.
En una siguiente imagen, López Obrador está de pie abrazando a su esposa y hablando frente a la cámara; sigue otra toma en que mira a Jesús Ernesto, quien está recostado en el sillón comiendo algún dulce.
La entrevista está organizada por capítulos. Este es el primero y tiene dos ejes temáticos. El primero se titula: El 2006 visto desde el 2012. El plantón y sus consecuencias. Le sigue: El 2006 visto desde el 2012. El control mediático.
Cuando habla del 2006, López Obrador se torna serio, mueve mucho las manos y levanta el índice izquierdo:
“Mucha gente todavía tiene eso en la cabeza, ¿no? El plantón. Pero se olvida que si no hubiésemos hecho eso, hubiese habido violencia. Eso evitó la violencia. No se rompió un vidrio. Nos robaron la Presidencia, no es poca cosa. Hasta la fecha no se ha perdido una vida por nuestro movimiento, hemos actuado con mucha responsabilidad”.
Hace una pausa: “Si no hacíamos lo que hacíamos se nos hubiera salido de las manos el movimiento. Iba a haber violencia y no estaríamos hablando como estamos hablando. ¡Claro! Pagamos un precio altísimo. Porque nuestros adversarios utilizaron eso, fue terrible la campaña de desprestigio. Y no nos han dado tiempo; además, no tenemos cómo comunicarnos, de explicar que fue un acto de absoluta responsabilidad.
“Acaba de pasar. Bueno hay muchos ejemplos en el mundo. Bueno, lo de Egipto”, ejemplifica. Frunce el ceño para explicar:
“Destituyeron a (Hosni) Mubarak. Ochocientos muertos en dos, tres meses (en Egipto). ¿Qué lograron, una junta militar? Nosotros no queremos eso. Es más, un dirigente puede poner en riesgo su vida, pero no tiene el derecho de poner en riesgo la vida de los demás. Son momentos difíciles en los que uno debe optar”.
Luego destaca que en esos momentos, durante el plantón de 2006 en Reforma, tenía elementos suficientes como para saber que en ese entonces había mucha molestia y coraje “y se nos iba a desbordar el movimiento. Que iba haber muchos muertos, mucha violencia, y que quedaría estigmatizado, porque eso trataron de hacer, pero con el tiempo quedó demostrado que no hubo daños”.
La entrevista se interrumpe, aparece un fondo negro, luego un título: El 2006 visto desde el 2012. El control mediático.
López Obrador menciona que no sólo le robaron la Presidencia, sino que escaló la campaña de desprestigio en su contra, “querían borrarnos de la conciencia de la gente”, pero no lo lograron, se ufana.
Siempre hablando en tercera persona, el excandidato presidencial por segunda vez consecutiva, advierte:
“Dicen algunos, ‘pues sí pero ya no está como en 2006’. Pues sí. Pero resistir como hemos resistido, y ¿cómo estamos ahora? Pues bueno, les diría que estamos en las encuestas en 20 o 25% de aceptación. ¿Cuánto significa eso en número de ciudadanos que hay en el país? Pues 16, 18 millones de ciudadanos mexicanos”, comenta entre sonrisas.
Y en el 2006, acota, reconocieron al candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos unos 14 millones 300 mil votos. “Entonces, ahí estamos”, suelta con la sonrisa en los labios.
De pronto, endurece el gesto: “Que conste que no ha sido fácil informar, hacer que la gente despierte, porque sigue el dominio de los medios de comunicación, que es apabullante. O sea, el instrumento más eficaz para someter hoy día son los medios de comunicación. No necesitan al Ejército, a la fuerza bruta, con los medios se manipula la mente. Son los que alimentan la ignorancia en el país”.
Luego considera que los medios pueden distorsionar las cosas por algún tiempo, pero eso puede funcionar algunas veces, pero no todo el tiempo.
Entonces, resalta, lo que está pasando actualmente es que mucha gente “engañada” se está dando cuenta de que no puede seguir “lo mismo”, es decir, el mismo sistema de gobierno.
Enseguida pide a los ciudadanos “que no nos vean con desconfianza”, que se acerquen a conocer sus propuestas.
Para finalizar, la imagen vuelve al blanco y negro. De pie, Beatriz y López Obrador sonríen de frente a dos enormes libreros. Platican, sólo se logra escuchar una música de fondo y, al fondo, emerge una palabra: “Continuará”…
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