Francisco Rodríguez / Índice Político
Cosa rara en una Administración que, amén de fallida, es inconstante. Garbanzo de a libra, sí, pero su indiscutible triunfo es producto de un esfuerzo sostenido en los últimos 11 años, durante los cuales ha acumulado una fuerza y un poder envidiables.
Porque, aunque se niegue en público, la realidad es que prácticamente todas las dependencias federales han estado a su servicio, muy en especial las del llamado “gabinete de seguridad”.
Y recién han venido descubriendo los estadounidenses, hasta las dependencias de la Casa Blanca han actuado –en los hechos– a su servicio.
Se trata, claro, de Joaquín Guzmán Loera a quien se conoce más por su mote de “El Chapo”.
Él es el verdadero “ganón” del PAN. Gracias al PAN. O con el PAN. Pero “ganón” al fin y al cabo.
En la práctica no hay personaje público o en el anonimato a quien más haya beneficiado la oncena de años que el Partido Acción Nacional lleva en el poder. Porque ni uno solo de nuestros cresos puede presumir que alguno de sus monopolios haya crecido y desarrollado tanto cual sí lo ha hecho el imperio del sinaloense Guzmán. Por el contrario, la lucha en contra de los frenos y obstáculos que, durante el último quinquenio, ha atravesado el panismo en el camino de –por ejemplo– los prestadores de servicios telefónicos y de televisión están pletóricos los estrados de cuanto tribunal hay en México, lo cual se refleja día a día en las páginas de los diarios.
El monopolio de “El Chapo”, mientras tanto, crece y se desarrolla.
Acaban de comprobarlo los lectores que el semanario estadounidense Newsweek tiene en prácticamente todo el planeta. Guzmán, dice el reportaje firmado por Aram Roston en la edición que ahora circula, ha llevado a cabo una exitosa estrategia para golpear y eliminar a sus rivales y convertirse así en el jede del cartel dominante al sur de la frontera de los Estados Unidos.
Y obviamente, en dicha estrategia están contempladas las “ayudas” que les han brindado no sólo los funcionarios de la fallida Administración panista en turno, también la de las fuerzas y agentes de Estados Unidos, dedicados a “administrar” y no a combatir el tráfico de drogas a su territorio.
El “ganón” es sin duda Joaquín Guzmán.
Desde enero de 2001, apenas un mes después de que Vicente Fox llegara a Los Pinos, cuando una muy bien orquestada presencia de agentes federales y de funcionarios de la Secretaría de Gobernación –dependencia que tenía bajo su férula a las cárceles federales– permitió que el sinaloense saliera del penal de alta seguridad (sic) Puente Grande, disfrazado de policía. Sí, como uno más de aquellos que dizque habían ido a investigar su “huída”.
Desde entonces, sí, hasta ahora que Newsweek presenta un mapa del territorio mexicano –imágenes del 2010 y de 2012– en los que se aprecia con claridad cómo es que el Cártel de Sinaloa ha avanzado, ocupando las plazas que antes fueran de los Arellano Félix, en prácticamente toda la península bajacaliforniana –sus dos entidades ya son “gobernadas” por el PAN– y cómo es que ha avanzado del Pacífico hacia el Golfo de México, teniendo como epicentro a Ciudad Juárez, donde prácticamente ha borrado de la comarca a sus rivales, dependientes de los Carrillo Fuentes.
Todo ello, “gracias a los gobiernos del PAN” cual rezan los spots que inundan ad nauseam las ondas hertzianas.
El “ganón”, en serio, es “El Chapo” Guzmán.
Ha avanzado en las listas que otra revista estadounidense, Forbes, compila periódicamente para dar a conocer quiénes son los más ricos y los más influyentes del globo terráqueo. Y en ambas el sinaloense avanza y avanza casillas.
Es el “ganón”. Su triunfo ya nos cuesta a los mexicanos más de 67 mil vidas, un par de decenas de miles de desaparecidos, millares de desplazados, la caída de prácticamente todos los índices económicos, el que el mundo nos vea con temor y desdén…
Todo gracias, repito el spot, a los gobiernos del PAN.
Índice Flamígero: De los tres aspirantes a la candidatura blanquiazul que ayer fueron votados, dos han dicho (Cordero y Vázquez) que continuarán con las mismas políticas y estrategias que Felipe Calderón ha empleado para combatir a la delincuencia –y que sólo han beneficiado a Joaquín Guzmán–, y solo Santiago Creel ha dicho que la cambiaría. Por eso las posibilidades de este último fueron siempre mínimas.
Cosa rara en una Administración que, amén de fallida, es inconstante. Garbanzo de a libra, sí, pero su indiscutible triunfo es producto de un esfuerzo sostenido en los últimos 11 años, durante los cuales ha acumulado una fuerza y un poder envidiables.
Porque, aunque se niegue en público, la realidad es que prácticamente todas las dependencias federales han estado a su servicio, muy en especial las del llamado “gabinete de seguridad”.
Y recién han venido descubriendo los estadounidenses, hasta las dependencias de la Casa Blanca han actuado –en los hechos– a su servicio.
Se trata, claro, de Joaquín Guzmán Loera a quien se conoce más por su mote de “El Chapo”.
Él es el verdadero “ganón” del PAN. Gracias al PAN. O con el PAN. Pero “ganón” al fin y al cabo.
En la práctica no hay personaje público o en el anonimato a quien más haya beneficiado la oncena de años que el Partido Acción Nacional lleva en el poder. Porque ni uno solo de nuestros cresos puede presumir que alguno de sus monopolios haya crecido y desarrollado tanto cual sí lo ha hecho el imperio del sinaloense Guzmán. Por el contrario, la lucha en contra de los frenos y obstáculos que, durante el último quinquenio, ha atravesado el panismo en el camino de –por ejemplo– los prestadores de servicios telefónicos y de televisión están pletóricos los estrados de cuanto tribunal hay en México, lo cual se refleja día a día en las páginas de los diarios.
El monopolio de “El Chapo”, mientras tanto, crece y se desarrolla.
Acaban de comprobarlo los lectores que el semanario estadounidense Newsweek tiene en prácticamente todo el planeta. Guzmán, dice el reportaje firmado por Aram Roston en la edición que ahora circula, ha llevado a cabo una exitosa estrategia para golpear y eliminar a sus rivales y convertirse así en el jede del cartel dominante al sur de la frontera de los Estados Unidos.
Y obviamente, en dicha estrategia están contempladas las “ayudas” que les han brindado no sólo los funcionarios de la fallida Administración panista en turno, también la de las fuerzas y agentes de Estados Unidos, dedicados a “administrar” y no a combatir el tráfico de drogas a su territorio.
El “ganón” es sin duda Joaquín Guzmán.
Desde enero de 2001, apenas un mes después de que Vicente Fox llegara a Los Pinos, cuando una muy bien orquestada presencia de agentes federales y de funcionarios de la Secretaría de Gobernación –dependencia que tenía bajo su férula a las cárceles federales– permitió que el sinaloense saliera del penal de alta seguridad (sic) Puente Grande, disfrazado de policía. Sí, como uno más de aquellos que dizque habían ido a investigar su “huída”.
Desde entonces, sí, hasta ahora que Newsweek presenta un mapa del territorio mexicano –imágenes del 2010 y de 2012– en los que se aprecia con claridad cómo es que el Cártel de Sinaloa ha avanzado, ocupando las plazas que antes fueran de los Arellano Félix, en prácticamente toda la península bajacaliforniana –sus dos entidades ya son “gobernadas” por el PAN– y cómo es que ha avanzado del Pacífico hacia el Golfo de México, teniendo como epicentro a Ciudad Juárez, donde prácticamente ha borrado de la comarca a sus rivales, dependientes de los Carrillo Fuentes.
Todo ello, “gracias a los gobiernos del PAN” cual rezan los spots que inundan ad nauseam las ondas hertzianas.
El “ganón”, en serio, es “El Chapo” Guzmán.
Ha avanzado en las listas que otra revista estadounidense, Forbes, compila periódicamente para dar a conocer quiénes son los más ricos y los más influyentes del globo terráqueo. Y en ambas el sinaloense avanza y avanza casillas.
Es el “ganón”. Su triunfo ya nos cuesta a los mexicanos más de 67 mil vidas, un par de decenas de miles de desaparecidos, millares de desplazados, la caída de prácticamente todos los índices económicos, el que el mundo nos vea con temor y desdén…
Todo gracias, repito el spot, a los gobiernos del PAN.
Índice Flamígero: De los tres aspirantes a la candidatura blanquiazul que ayer fueron votados, dos han dicho (Cordero y Vázquez) que continuarán con las mismas políticas y estrategias que Felipe Calderón ha empleado para combatir a la delincuencia –y que sólo han beneficiado a Joaquín Guzmán–, y solo Santiago Creel ha dicho que la cambiaría. Por eso las posibilidades de este último fueron siempre mínimas.
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