El costo económico de la inseguridad

Lilia Arellano

Las malas noticias se le siguen acumulando a Felipe Calderón: ahora hasta el Banco de México advirtió que además de los problemas de la economía mundial y la inestabilidad financiera internacional, la inseguridad pública y la ausencia de cambios estructurales podrían impactar negativamente en el crecimiento de la economía, el cual podría ser insuficiente para contrarrestar un menor impulso proveniente de la demanda externa. En un informe sobre la inflación correspondiente al periodo octubre-diciembre de 2011, que recibió el Senado de la República, Banxico estimó que en el 2012 la inflación será del 3 por ciento y que el número de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aumentará entre 500 y 600 mil personas. También pronosticó un déficit de 3.9 millones de dólares para la balanza comercial, que equivalen a 0.3% del PIB, y de 13.7 miles de millones de dólares para la cuenta corriente, que representa el 1.2 del PIB.

También especialistas en seguridad reiteraron que el problema de la violencia que se registra en el país no es culpa de los policías, sino de la mala planeación de las autoridades para enfrentar al crimen organizado. Incluso el ex canciller Jorge Castañeda recomendó en el “Foro Drogas: un balance a un siglo de prohibición” que la administración calderonista debe dejar el “discurso chillón” de culpar a Estados Unidos del problema de las drogas y en lugar de eso buscar un cambio en la estrategia de combate. Señaló que “los casi 60 mil muertos” con los que va a terminar su gestión le da a Calderón la “autoridad moral” para generar un debate en los Estados Unidos junto con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, en el que señalen que “no podemos seguir así, estos son los costos, estos son los resultados, esto es la inviabilidad de esta política, ayúdenos a buscar una alternativa”.

A su vez, Walter McKay, policía de Estados Unidos, en el mismo foro dijo que desde el momento en que el gobierno federal emitió la guerra contra las drogas, estuvo condenada al fracaso. Explicó que jamás los militares van a igualar el trabajo de los policías, ya que mientras un militar está entrenado para matar, el policía tiene la función de ayudar a la comunidad, de servir a la comunidad. Jack Cole otro policía de la ciudad de Nueva York, coincidió en señalar que el criminalizar la guerra contra las drogas, el poner más elementos en las calles y aumentar los recursos estimados para combatirla, no dará resultados al gobierno de México. Ambos elementos señalaron que México está condenado al fracaso que vive EU en la actualidad donde no se ha logrado disminuir el consumo de las drogas y por el contrario se ha incrementado el número de consumidores y la violencia que se registra en territorio estadounidense.

Mientras en Estados Unidos, como en México, el tema esta politizado y es usado para llevar agua al molino de los dos partidos, el Republicano y el Demócrata. En el Senado estadounidense, durante un intercambio de preguntas y respuestas con el zar de las agencias de inteligencia, James Clapper, en el Comité de Servicios Armados, el senador republicano y ex candidato presidencial, John McCain, puso en tela de juicio la voluntad de, “al menos uno de los candidatos” presidenciales en nuestro país para mantener la lucha anticrimen que emprendió el gobierno de Felipe Calderón, pero se negó a identificarlo. Clapper por su parte hizo una valoración sobre la actividad de los cárteles de la droga y reiteró que la violencia desatada por la disputa de rutas y mercados supone una profunda amenaza a la seguridad de Estados Unidos, principalmente en los estados fronterizos ante el temor de una expansión de la violencia.

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