Jorge Diaz
¿Quién se convertirá en el candidato incómodo en estas campañas por la presidencia de la República? La carrera por el segundo lugar será vertiginosa, por lo que azules y amarillos se intentarán sacar hasta los dientes.
Es en esa lucha donde nos daremos cuenta, entre otras cosas, si es verdad lo de la aprobación del Presidente Calderón, puesto que la abanderada panista no tendrá otra más que refrendar lo hecho por él en los últimos años, aunque matizando los detalles en el discurso, ya dio señales de que por ahí llevará la campaña.
En los últimos días, mucho se ha hablado sobre el desplante de no mencionar a López Obrador en su celebración, enviándolo en automático al tercer lugar. Yo creo que se exagera, puesto que es bien conocida la treta de cualquier vendedor al ignorar a la competencia frente al posible cliente, pero falta que el cliente quiera ignorar la oferta del de enfrente. Así es que es más una estrategia de venta que otra cosa. ¿Efectiva? Lo veremos cuando se pase a la etapa de la presentación de “precios y condiciones”.
El impacto que causó su triunfo en la interna panista se reflejó en un avance en las preferencias según encuestas levantadas durante los tres días siguientes de su victoria; sin embargo, es por todos conocido que esos números tomarán un nivel real cuando la candidata empiece formalmente la campaña. Así es que dar por sentado que es un claro segundo lugar, es demasiado, en este momento aclaro.
Es importante recordar que en las candidaturas de Peña Nieto y López Obrador se han dado fenómenos iguales respecto de sus números; el primero, tenía holgada diferencia, pero conforme se pusieron en marcha las estrategias de los rivales, las cifras fueron bajando reflejando cada vez más la realidad (sin alejarse de una cómoda ventaja). Para AMLO ocurrió algo similar, no podemos soslayar que sus negativos (aunque despacio), disminuyen y la intención de voto (aunque poco) aumenta. Considero que lo mismo pasará con Josefina, al fin que apenas está empezando esto y el tabasqueño no está ni manco ni cojo.
Y precisamente Josefina y López Obrador lo saben, razón por la que no alcanzo a ver qué estrategia seguirán durante el tiempo en que por ley, están obligados a guardar silencio (algo así como cuarenta y cinco días). Será hasta el treinta de Marzo cuando, desesperados, salgan a intentar comerse a los electores, para entonces sí, posicionarse en un segundo lugar con amplia ventaja sobre el tercero, de lo contrario estarán aniquilados.
¿Cuál de los dos dará su brazo a torcer? Ninguno, de la manera en que ambos se incomoden e intenten jalarse hacia abajo, dependerá ganar el lugar de privilegio (segundo) para después, competir por el “voto útil”, pero mientras más tiempo pase en la lucha por el segundo y tercer lugar, adivinen quién nadará de muertito…
¿Quién se convertirá en el candidato incómodo en estas campañas por la presidencia de la República? La carrera por el segundo lugar será vertiginosa, por lo que azules y amarillos se intentarán sacar hasta los dientes.
Es en esa lucha donde nos daremos cuenta, entre otras cosas, si es verdad lo de la aprobación del Presidente Calderón, puesto que la abanderada panista no tendrá otra más que refrendar lo hecho por él en los últimos años, aunque matizando los detalles en el discurso, ya dio señales de que por ahí llevará la campaña.
En los últimos días, mucho se ha hablado sobre el desplante de no mencionar a López Obrador en su celebración, enviándolo en automático al tercer lugar. Yo creo que se exagera, puesto que es bien conocida la treta de cualquier vendedor al ignorar a la competencia frente al posible cliente, pero falta que el cliente quiera ignorar la oferta del de enfrente. Así es que es más una estrategia de venta que otra cosa. ¿Efectiva? Lo veremos cuando se pase a la etapa de la presentación de “precios y condiciones”.
El impacto que causó su triunfo en la interna panista se reflejó en un avance en las preferencias según encuestas levantadas durante los tres días siguientes de su victoria; sin embargo, es por todos conocido que esos números tomarán un nivel real cuando la candidata empiece formalmente la campaña. Así es que dar por sentado que es un claro segundo lugar, es demasiado, en este momento aclaro.
Es importante recordar que en las candidaturas de Peña Nieto y López Obrador se han dado fenómenos iguales respecto de sus números; el primero, tenía holgada diferencia, pero conforme se pusieron en marcha las estrategias de los rivales, las cifras fueron bajando reflejando cada vez más la realidad (sin alejarse de una cómoda ventaja). Para AMLO ocurrió algo similar, no podemos soslayar que sus negativos (aunque despacio), disminuyen y la intención de voto (aunque poco) aumenta. Considero que lo mismo pasará con Josefina, al fin que apenas está empezando esto y el tabasqueño no está ni manco ni cojo.
Y precisamente Josefina y López Obrador lo saben, razón por la que no alcanzo a ver qué estrategia seguirán durante el tiempo en que por ley, están obligados a guardar silencio (algo así como cuarenta y cinco días). Será hasta el treinta de Marzo cuando, desesperados, salgan a intentar comerse a los electores, para entonces sí, posicionarse en un segundo lugar con amplia ventaja sobre el tercero, de lo contrario estarán aniquilados.
¿Cuál de los dos dará su brazo a torcer? Ninguno, de la manera en que ambos se incomoden e intenten jalarse hacia abajo, dependerá ganar el lugar de privilegio (segundo) para después, competir por el “voto útil”, pero mientras más tiempo pase en la lucha por el segundo y tercer lugar, adivinen quién nadará de muertito…
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