Desarticulan en Monterrey a banda de “zetas” secuestradores

Apro

Agentes ministeriales detuvieron hoy a cinco presuntos integrantes de una banda de secuestradores y robo de autos, la cual estaba encabezada por Jesús Borja Ramírez, El Comandante Guía o El Chuy, quien se encontraba al servicio de Francisco Medina Mejía, El Quemado, presunto autor intelectual del ataque al Casino Royale, donde perdieron la vida 52 personas en agosto pasado.

Según las autoridades estatales, el grupo criminal operaba en municipios del oriente de esta capital y se dedicaba al secuestro, robo de autos y ejecuciones.

De 28 años, El Comandante Guía o El Chuy confesó que desde hace año y medio trabajaba para “Los Zetas” en los municipios de Juárez y Cadereyta.

Junto con Borja cayeron Noé Puga Yáñez, El Flaco, El Güero, El Psico, de 20 años, originario de Pánuco, Veracruz; Marco Antonio Vázquez, El Tintos, El Negro, El Marcos, de 28, originario de Ciudad Mante, Tamaulipas; Rogelio Córdova Muñoz, apodado El Alvin o El Gordo, de 27 años, oriundo de Ciudad Acuña, Coahuila; y Carlos Enrique Luna Sarabia, El Pepito, de 25 años, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

El arresto de la banda fue efectuado el pasado 19 de enero en la colonia Anzures, de Benito Juárez, municipio ubicado 20 kilómetros al oriente de esta capital, informó Jorge Domene, vocero de seguridad, quien estuvo acompañado en la presentación por el procurador Adrián de la Garza.

El Comandante Guía confesó que recibía 20 mil pesos por quincena para hacer trabajos bajo las órdenes de El Quemado.

Domene explicó que entre los homicidios atribuidos a Borja se cuenta el de una mujer que fue secuestrada frente a la Comandancia de Policía de Cadereyta, hace cuatros semanas, y a la que después asesinaron y tiraron en una brecha de la comunidad de San Juan, en esa localidad ubicada a 40 kilómetros al oriente de Monterrey.

El vocero explicó que la mataron porque supusieron que trabajaba para un grupo rival de la delincuencia organizada.

También, hace tres semanas secuestraron en la colonia El Roble de Cadereyta y privaron de la vida a un joven que vendía droga para un grupo rival. Su cadáver fue tirado en el puente La Mosca de ese mismo municipio.

Hace dos semanas secuestraron y asesinaron a un guardia al que identifican únicamente como Kung-Fu Panda. Su cuerpo fue tirado en una cisterna de la colonia Bella Vista, de Cadereyta.

Confesaron que secuestraron a un comerciante de Cadereyta por el que pidieron un millón de pesos, aunque sólo obtuvieron por él 373 mil antes de liberarlo.

También asesinaron a una enfermera de la clínica de Pemex, en Cadereyta, que quedó en medio de una balacera contra un grupo rival en el libramiento Cadereyta-Allende. El Comandante Guía ordenó que calcinaran su cuerpo.

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