Georgina Saldierna y Alma E. Muñoz / La Jornada
En el segundo debate de los precandidatos del PAN a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero y Santiago Creel enfocaron sus baterías en contra de Josefina Vázquez Mota, quien de nueva cuenta evadió a sus contendientes y sólo en una ocasión respondió retomando las palabras elogiosas que para ella tuvo el presidente Felipe Calderón, cuando dejó la coordinación de los diputados federales panistas.
De esa manera, la ex secretaria de Educación se convirtió al interior del PAN en la precandidata a vencer, mientras al exterior los tres aspirantes ubicaron al priísta Enrique Peña Nieto como el enemigo a derrotar rumbo a los comicios de julio.
Pese a que tuvo un formato más ágil, que permitió réplicas y contrarréplicas, el debate fue reiterativo en cuanto a las propuestas. Lo único que lo salvó de convertirse en mera propaganda política fue la coincidencia de Creel y Cordero en contra de Vázquez Mota.
A las 7 de la noche, en el comedor de la sede nacional panista, el presidente de la Comisión Nacional de Elecciones, José Espina, sorteó los turnos de participación en el encuentro. El ex secretario de Hacienda obtuvo el primer lugar, el ex titular de Gobernación el segundo y la diputada con licencia el tercero.
Mientras ello ocurría, a las afueras del edificio un grupo de ex trabajadores de Mexicana de Aviación volvieron a exigir dialogar con los precandidatos para encontrar una solución al conflicto que viven. Adentro, nadie los tomó en cuenta, a pesar de una ruidosa protesta y el despliegue de grandes mantas en las que llamaban a los transeúntes a no dar un solo voto al blanquiazul.
Apenas concluyó el sorteo, aparecieron ante las cámaras los precandidatos acompañados de sus principales colaboradores. El primero en entrar al auditorio donde a las 20 horas se inició el debate fue Creel acompañado por su esposa, Paulina Velasco, y el ex gobernador de Querétaro Ignacio Loyola, entre otros.
Diez minutos después arribó Cordero, quien ante una nube de fotógrafos y camarógrafos hizo la señal de la victoria con su mano derecha y exclamó: Ya casi, ya casi ganamos. Se destacó por acceder al recinto con los 13 acompañantes permitidos. Entre ellos su esposa, Cristina Keller; Max Cortázar, Juan Ignacio Zavala, Mariana Gómez del Campo y otros.
La última en entrar fue Vázquez Mota junto con Carlos Alberto Pérez Cuevas, Agustín Torres, Herminio Rebollo y Daniel Hernández. Su coordinador de precampaña, Roberto Gil, se incorporó más tarde, luego de presentar ante la Procuraduría General de la República la denuncia contra quien resulte responsable por espionaje e intervención telefónica.
La precandidata hizo tres apariciones ante los fotógrafos: la primera, cuando llegó; la segunda, al salir del auditorio para esperar la llegada de sus hijas y su esposo, Sergio Ocampo, y la tercera, cuando acompañada por Creel y Cordero se tomaron la foto al lado del dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y de José Espina.
El debate comenzó puntual, con Leonardo Curzio como moderador. Desde el inicio, Cordero comenzó las críticas hacia Vázquez Mota, al mencionar que el candidato del PAN a la Presidencia no debe rehuir este tipo de ejercicios y poseer trayectoria probada. También, desde el inicio, el ex titular de Hacienda insistió en que él es quien tiene la experiencia suficiente para dirigir al país en un momento económico difícil.
A los señalamientos de Cordero Arroyo se sumó Creel Miranda, mientras la ex secretaria de Desarrollo Social se concretó a reiterar sus ofertas de campaña.
Fue hasta la entrevista posterior al encuentro que Vázquez Mota explicó que para ella debatir es contrastar propuestas, no ofender, atacar o intentar descalificar. Señaló que venía preparada para los ataques, a sabiendas de que hay manuales que recomiendan acudir a ellos para ir en contra de quien encabeza encuestas.
Pero contra ese planteamiento, Creel dijo –también en conferencia de prensa– que si por los sondeos fuera, Vicente Fox no hubiera ganado la Presidencia en 2000. Yo no estaría aquí, (Felipe) Calderón no sería presidente del país, Andrés Manuel López Obrador hubiera ganado la elección. En el PAN las encuestas nunca han podido predecir nada, enfatizó.
Cordero Arroyo, a su vez, rechazó ante los medios de comunicación que su estrategia en el debate fuera a centrarse en las críticas a Vázquez Mota, por ser quien encabeza los sondeos. Aquí no se trata de pegarle a nadie, sino plantear las diferencias que existen entre los tres para ver quién piensa mejor. El contraste y la diferencia, agregó, está en las trayectorias, carácter y congruencia con que cada uno asume cargos públicos.
En el debate, Cordero y Creel acusaron a su contendiente de una deficiente labor legislativa en San Lázaro y de haber incluido a un solo panista en su equipo de trabajo cuando fue secretaria de Desarrollo Social.
El ex titular de Hacienda fue el más aguerrido, al resaltar que en el periodo de febrero a abril de 2011, Vázquez Mota fue la diputada con la más baja participación en votaciones de todos los legisladores, incluso por debajo del ex dirigente nacional de Nueva Alianza Jorge Kahwagi. Aseguró que de 134 votaciones, su correligionaria faltó a 126, y no participó en la aprobación de iniciativas importantes como la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestros, y modificaciones en el tema de derechos humanos.
Creel Miranda, por su lado, recordó que cuando él estuvo a cargo de la Secretaría de Gobernación integró su equipo con panistas, mientras Vázquez Mota sólo incluyó a uno.
La legisladora optó por destacar al final de cada una de sus intervenciones un llamado a los panistas para que voten con libertad el próximo 5 de febrero, cuando se realizará la primera vuelta electoral para definir al abanderado del blanquiazul.
Interrogada al respecto al final del encuentro, dijo que ese llamado es en razón de que los panistas son demócratas que juegan limpio.
Los precandidatos panistas otorgaron poco espacio a la elección constitucional de julio próximo. Cordero y Vázquez Mota se limitaron a señalar que cada uno le puede ganar a Peña Nieto. Gracias al trabajo que venimos realizando, enfatizó la diputada con licencia, “cada día acortamos la brecha con el PRI… y hemos dejado en tercer lugar a (Andrés Manuel) López Obrador.
En sus ansias por ganar el debate, Cordero fusionó el nombre del antecesor de Calderón con el apellido del actual presidente, de manera que dijo que quería continuar los logros obtenidos por Vicente Calderón.
En el segundo debate de los precandidatos del PAN a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero y Santiago Creel enfocaron sus baterías en contra de Josefina Vázquez Mota, quien de nueva cuenta evadió a sus contendientes y sólo en una ocasión respondió retomando las palabras elogiosas que para ella tuvo el presidente Felipe Calderón, cuando dejó la coordinación de los diputados federales panistas.
De esa manera, la ex secretaria de Educación se convirtió al interior del PAN en la precandidata a vencer, mientras al exterior los tres aspirantes ubicaron al priísta Enrique Peña Nieto como el enemigo a derrotar rumbo a los comicios de julio.
Pese a que tuvo un formato más ágil, que permitió réplicas y contrarréplicas, el debate fue reiterativo en cuanto a las propuestas. Lo único que lo salvó de convertirse en mera propaganda política fue la coincidencia de Creel y Cordero en contra de Vázquez Mota.
A las 7 de la noche, en el comedor de la sede nacional panista, el presidente de la Comisión Nacional de Elecciones, José Espina, sorteó los turnos de participación en el encuentro. El ex secretario de Hacienda obtuvo el primer lugar, el ex titular de Gobernación el segundo y la diputada con licencia el tercero.
Mientras ello ocurría, a las afueras del edificio un grupo de ex trabajadores de Mexicana de Aviación volvieron a exigir dialogar con los precandidatos para encontrar una solución al conflicto que viven. Adentro, nadie los tomó en cuenta, a pesar de una ruidosa protesta y el despliegue de grandes mantas en las que llamaban a los transeúntes a no dar un solo voto al blanquiazul.
Apenas concluyó el sorteo, aparecieron ante las cámaras los precandidatos acompañados de sus principales colaboradores. El primero en entrar al auditorio donde a las 20 horas se inició el debate fue Creel acompañado por su esposa, Paulina Velasco, y el ex gobernador de Querétaro Ignacio Loyola, entre otros.
Diez minutos después arribó Cordero, quien ante una nube de fotógrafos y camarógrafos hizo la señal de la victoria con su mano derecha y exclamó: Ya casi, ya casi ganamos. Se destacó por acceder al recinto con los 13 acompañantes permitidos. Entre ellos su esposa, Cristina Keller; Max Cortázar, Juan Ignacio Zavala, Mariana Gómez del Campo y otros.
La última en entrar fue Vázquez Mota junto con Carlos Alberto Pérez Cuevas, Agustín Torres, Herminio Rebollo y Daniel Hernández. Su coordinador de precampaña, Roberto Gil, se incorporó más tarde, luego de presentar ante la Procuraduría General de la República la denuncia contra quien resulte responsable por espionaje e intervención telefónica.
La precandidata hizo tres apariciones ante los fotógrafos: la primera, cuando llegó; la segunda, al salir del auditorio para esperar la llegada de sus hijas y su esposo, Sergio Ocampo, y la tercera, cuando acompañada por Creel y Cordero se tomaron la foto al lado del dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y de José Espina.
El debate comenzó puntual, con Leonardo Curzio como moderador. Desde el inicio, Cordero comenzó las críticas hacia Vázquez Mota, al mencionar que el candidato del PAN a la Presidencia no debe rehuir este tipo de ejercicios y poseer trayectoria probada. También, desde el inicio, el ex titular de Hacienda insistió en que él es quien tiene la experiencia suficiente para dirigir al país en un momento económico difícil.
A los señalamientos de Cordero Arroyo se sumó Creel Miranda, mientras la ex secretaria de Desarrollo Social se concretó a reiterar sus ofertas de campaña.
Fue hasta la entrevista posterior al encuentro que Vázquez Mota explicó que para ella debatir es contrastar propuestas, no ofender, atacar o intentar descalificar. Señaló que venía preparada para los ataques, a sabiendas de que hay manuales que recomiendan acudir a ellos para ir en contra de quien encabeza encuestas.
Pero contra ese planteamiento, Creel dijo –también en conferencia de prensa– que si por los sondeos fuera, Vicente Fox no hubiera ganado la Presidencia en 2000. Yo no estaría aquí, (Felipe) Calderón no sería presidente del país, Andrés Manuel López Obrador hubiera ganado la elección. En el PAN las encuestas nunca han podido predecir nada, enfatizó.
Cordero Arroyo, a su vez, rechazó ante los medios de comunicación que su estrategia en el debate fuera a centrarse en las críticas a Vázquez Mota, por ser quien encabeza los sondeos. Aquí no se trata de pegarle a nadie, sino plantear las diferencias que existen entre los tres para ver quién piensa mejor. El contraste y la diferencia, agregó, está en las trayectorias, carácter y congruencia con que cada uno asume cargos públicos.
En el debate, Cordero y Creel acusaron a su contendiente de una deficiente labor legislativa en San Lázaro y de haber incluido a un solo panista en su equipo de trabajo cuando fue secretaria de Desarrollo Social.
El ex titular de Hacienda fue el más aguerrido, al resaltar que en el periodo de febrero a abril de 2011, Vázquez Mota fue la diputada con la más baja participación en votaciones de todos los legisladores, incluso por debajo del ex dirigente nacional de Nueva Alianza Jorge Kahwagi. Aseguró que de 134 votaciones, su correligionaria faltó a 126, y no participó en la aprobación de iniciativas importantes como la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestros, y modificaciones en el tema de derechos humanos.
Creel Miranda, por su lado, recordó que cuando él estuvo a cargo de la Secretaría de Gobernación integró su equipo con panistas, mientras Vázquez Mota sólo incluyó a uno.
La legisladora optó por destacar al final de cada una de sus intervenciones un llamado a los panistas para que voten con libertad el próximo 5 de febrero, cuando se realizará la primera vuelta electoral para definir al abanderado del blanquiazul.
Interrogada al respecto al final del encuentro, dijo que ese llamado es en razón de que los panistas son demócratas que juegan limpio.
Los precandidatos panistas otorgaron poco espacio a la elección constitucional de julio próximo. Cordero y Vázquez Mota se limitaron a señalar que cada uno le puede ganar a Peña Nieto. Gracias al trabajo que venimos realizando, enfatizó la diputada con licencia, “cada día acortamos la brecha con el PRI… y hemos dejado en tercer lugar a (Andrés Manuel) López Obrador.
En sus ansias por ganar el debate, Cordero fusionó el nombre del antecesor de Calderón con el apellido del actual presidente, de manera que dijo que quería continuar los logros obtenidos por Vicente Calderón.
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