Apro
Las fuerzas del orden tardaron más de dos horas en llegar al penal de Apodaca, de donde se fugaron 30 reos, presuntos integrantes de Los Zetas. Una hora después, los internos evadidos regresaron para asesinar a 44 enemigos, supuestamente pertenecientes al cártel del Golfo.
Así lo confesaron nueve custodios del Centro de Readaptación Social que esta tarde fueron interrogados por el Ministerio Público, según el vocero de Seguridad del estado, Jorge Domene Zambrano.
En conferencia de prensa, el funcionario dijo que los custodios aseguraron haber recibido una cuota de entre 5 mil y 10 mil pesos por parte de miembros de Los Zetas que escaparon del penal, para que formaran parte de las agresiones.
Con estas primeras declaraciones, añadió, se empieza a clarificar la situación jurídica de estos custodios.
Domene Zambrano explicó que los reos evadidos, de los cuales 25 eran del fuero común, empezaron el operativo de escape a la 01:10 de la madrugada del domingo 18.
A las 02:00, agregó, habrían terminado de irse por la torre próxima al dormitorio C, y entre esa hora y las 03:00 ingresaron con ayuda de los celadores al ambulatorio D, donde masacraron a sus rivales.
Hasta esa hora, cuando concluyó la ejecución, fueron llamados el Ejército y los elementos de Fuerza Civil, quienes arribaron entre las 03:15 y 03:30 horas, cuando la acción ya había terminado.
Domene confirmó que no hubo lesionados de parte de los agresores, por lo que se presume que actuaron dirigiéndose a objetivos muy específicos.
No se ha determinado cuántos internos del ambulatorio C, donde pernoctan 450 personas, participaron en el homicidio, dijo.
Los 18 custodios que cubrían la guardia y las cuatro autoridades penitenciarias que fueron cesadas –el comisario de la agencia de Planeación Penitenciaria, Ernesto García Guerrero; el director y el subdirector del penal, Jerónimo Miguel Andrés Martínez y Juan Hernández Hernández, respectivamente, así como el jefe de seguridad, Óscar Deveze Laureano– se encuentran en instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones, mientras son interrogados en relación a los hechos.
Mientras tanto, para atender a los familiares de los fallecidos fue instalada una mesa única en el exterior del servicio médico forense, en el Hospital Universitario, donde ya fueron entregados 27 cadáveres.
Las fuerzas del orden tardaron más de dos horas en llegar al penal de Apodaca, de donde se fugaron 30 reos, presuntos integrantes de Los Zetas. Una hora después, los internos evadidos regresaron para asesinar a 44 enemigos, supuestamente pertenecientes al cártel del Golfo.
Así lo confesaron nueve custodios del Centro de Readaptación Social que esta tarde fueron interrogados por el Ministerio Público, según el vocero de Seguridad del estado, Jorge Domene Zambrano.
En conferencia de prensa, el funcionario dijo que los custodios aseguraron haber recibido una cuota de entre 5 mil y 10 mil pesos por parte de miembros de Los Zetas que escaparon del penal, para que formaran parte de las agresiones.
Con estas primeras declaraciones, añadió, se empieza a clarificar la situación jurídica de estos custodios.
Domene Zambrano explicó que los reos evadidos, de los cuales 25 eran del fuero común, empezaron el operativo de escape a la 01:10 de la madrugada del domingo 18.
A las 02:00, agregó, habrían terminado de irse por la torre próxima al dormitorio C, y entre esa hora y las 03:00 ingresaron con ayuda de los celadores al ambulatorio D, donde masacraron a sus rivales.
Hasta esa hora, cuando concluyó la ejecución, fueron llamados el Ejército y los elementos de Fuerza Civil, quienes arribaron entre las 03:15 y 03:30 horas, cuando la acción ya había terminado.
Domene confirmó que no hubo lesionados de parte de los agresores, por lo que se presume que actuaron dirigiéndose a objetivos muy específicos.
No se ha determinado cuántos internos del ambulatorio C, donde pernoctan 450 personas, participaron en el homicidio, dijo.
Los 18 custodios que cubrían la guardia y las cuatro autoridades penitenciarias que fueron cesadas –el comisario de la agencia de Planeación Penitenciaria, Ernesto García Guerrero; el director y el subdirector del penal, Jerónimo Miguel Andrés Martínez y Juan Hernández Hernández, respectivamente, así como el jefe de seguridad, Óscar Deveze Laureano– se encuentran en instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones, mientras son interrogados en relación a los hechos.
Mientras tanto, para atender a los familiares de los fallecidos fue instalada una mesa única en el exterior del servicio médico forense, en el Hospital Universitario, donde ya fueron entregados 27 cadáveres.
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