Víctor Cardoso / La Jornada
El gobierno de Felipe Calderón benefició con más de 110 mil millones de dólares a un limitado grupo de empresas petroleras, entre las que se encuentran algunas de las más grandes del mundo, con las que se mantienen contratos de compra de las gasolinas que Petróleos Mexicanos (Pemex) no ha logrado producir, revelaron fuentes y documentos de la paraestatal.
Trasnacionales como Shell, Exxon, la venezolana Sitgo (filial de PDVSA, pero que está constituida legalmente en Estados Unidos) y Valero, concentran alrededor de 75 por ciento de las compras de gasolinas que se consumen en México y por las que en 2011 se pagaron 29 mil 403.6 millones de dólares, la cifra más alta en la historia del país.
Sólo dos petroleras, la estadunidense Exxon y la anglo-holandesa Shell, le venden a México más de la mitad de las importaciones de combustibles automotrices, con el argumento de que se compra al que ofrezca el precio más barato.
Con esa estrategia, Pemex concentra 60 por ciento de sus compras de gasolinas en el mercado estadunidense y otro 20 por ciento se adquiere en compañías europeas (particularmente Shell), aunque según las fuentes consultadas en la petrolera mexicana también se adquiere el combustible de refinerías ubicadas en Arabia Saudita, España, Argentina, Brasil, Kuwait y China, siempre y cuando se considere una cotización adecuada y porque no queremos depender de un solo país.
Información contenida en los Indicadores operativos de Pemex revela un creciente déficit entre la elaboración y el consumo nacional de gasolinas, con todo y que entre 2006 y 2009 la producción tuvo un crecimiento de 3.37 por ciento. Durante el actual gobierno la dependencia de las gasolinas producidas en el extranjero se incrementó 98 por ciento, al pasar de 204 mil 700 barriles al día en 2006, a 405 mil 200 toneles en 2011.
Actualmente las importaciones de los combustibles automotrices representan 50.7 por ciento del consumo nacional, calculado por Pemex en 799 mil barriles diarios, y no se estima que ese porcentaje pueda bajar antes de 2015, cuando la operación de la nueva refinería que se construye en Tula, Hidalgo, apoye las actividades de refinación.
Ahorro en pesos, gasto en dólares
La información económica de Pemex da cuenta además de que la falta de decisiones para ampliar la capacidad de refinación del país ha costado a los mexicanos, a través de su petrolera, gastar casi 110 mil 766 millones de dólares, cifra cercana a la deuda pública externa total del sector público mexicano.
El gasto de las importaciones creció 193 por ciento en la actual administración gubernamental, al pasar de 10 mil 28.8 millones de dólares en 2006, a 29 mil 403.6 millones en 2011. El año pasado el costo de las importaciones de combustibles automotrices mermó en 52.7 por ciento los ingresos totales por exportaciones petroleras, que sumaron 55 mil 796.3 millones de dólares.
Pemex, sin embargo, tomó el resultado por el lado positivo y difundió que el año pasado registró un superávit de 24 mil 996 millones de dólares en flujo de efectivo en su balanza comercial de petróleo crudo, petrolíferos, petroquímicos y gas natural durante 2011, cantidad 28 por ciento superior en comparación con el saldo reportado del año anterior.
El gobierno de Felipe Calderón benefició con más de 110 mil millones de dólares a un limitado grupo de empresas petroleras, entre las que se encuentran algunas de las más grandes del mundo, con las que se mantienen contratos de compra de las gasolinas que Petróleos Mexicanos (Pemex) no ha logrado producir, revelaron fuentes y documentos de la paraestatal.
Trasnacionales como Shell, Exxon, la venezolana Sitgo (filial de PDVSA, pero que está constituida legalmente en Estados Unidos) y Valero, concentran alrededor de 75 por ciento de las compras de gasolinas que se consumen en México y por las que en 2011 se pagaron 29 mil 403.6 millones de dólares, la cifra más alta en la historia del país.
Sólo dos petroleras, la estadunidense Exxon y la anglo-holandesa Shell, le venden a México más de la mitad de las importaciones de combustibles automotrices, con el argumento de que se compra al que ofrezca el precio más barato.
Con esa estrategia, Pemex concentra 60 por ciento de sus compras de gasolinas en el mercado estadunidense y otro 20 por ciento se adquiere en compañías europeas (particularmente Shell), aunque según las fuentes consultadas en la petrolera mexicana también se adquiere el combustible de refinerías ubicadas en Arabia Saudita, España, Argentina, Brasil, Kuwait y China, siempre y cuando se considere una cotización adecuada y porque no queremos depender de un solo país.
Información contenida en los Indicadores operativos de Pemex revela un creciente déficit entre la elaboración y el consumo nacional de gasolinas, con todo y que entre 2006 y 2009 la producción tuvo un crecimiento de 3.37 por ciento. Durante el actual gobierno la dependencia de las gasolinas producidas en el extranjero se incrementó 98 por ciento, al pasar de 204 mil 700 barriles al día en 2006, a 405 mil 200 toneles en 2011.
Actualmente las importaciones de los combustibles automotrices representan 50.7 por ciento del consumo nacional, calculado por Pemex en 799 mil barriles diarios, y no se estima que ese porcentaje pueda bajar antes de 2015, cuando la operación de la nueva refinería que se construye en Tula, Hidalgo, apoye las actividades de refinación.
Ahorro en pesos, gasto en dólares
La información económica de Pemex da cuenta además de que la falta de decisiones para ampliar la capacidad de refinación del país ha costado a los mexicanos, a través de su petrolera, gastar casi 110 mil 766 millones de dólares, cifra cercana a la deuda pública externa total del sector público mexicano.
El gasto de las importaciones creció 193 por ciento en la actual administración gubernamental, al pasar de 10 mil 28.8 millones de dólares en 2006, a 29 mil 403.6 millones en 2011. El año pasado el costo de las importaciones de combustibles automotrices mermó en 52.7 por ciento los ingresos totales por exportaciones petroleras, que sumaron 55 mil 796.3 millones de dólares.
Pemex, sin embargo, tomó el resultado por el lado positivo y difundió que el año pasado registró un superávit de 24 mil 996 millones de dólares en flujo de efectivo en su balanza comercial de petróleo crudo, petrolíferos, petroquímicos y gas natural durante 2011, cantidad 28 por ciento superior en comparación con el saldo reportado del año anterior.
Comentarios