Coahuila, la infamia

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Es momento de preguntarse cuántos de los juzgadores del Poder Judicial de la Federación son capaces de conciliar el sueño, de ver a sus esposas o esposos y a sus hijos directamente a los ojos, con la tranquilidad que puede lograrse al no prevaricar, al cumplir con el mandato constitucional.

Con toda certeza el juez en materia penal federal, Porfirio Huitrón, no puede hacerlo, pues modificó el modelo de administración de justicia por sus pistolas y, además, olvidó que la duda beneficia a los supuestos delincuentes. Transcribo, para el juez y los lectores, un correo que enviaron a este periodista:

“Le comento que conozco a Jaime Jiménez Flores y a Jorge López Alarcón; de hecho, Jorge es gran amigo mío. Siento mucho pesar y a la vez coraje el que esté pasando por esta situación tan difícil.

“Jorge es una persona común y corriente, de lo más normal, clase media, muy noble y por tanto nunca se prestaría a hacer un fraude millonario como el que hizo la gente de Coahuila.

“Jorge estaba contratado por honorarios en la SHCP. Su contrato concluyó el 31 de enero de 2011. Lo anterior significa que para la fecha del supuesto contrato con el gobierno de Coahuila, el 14 de febrero de 2011, él ya ni siquiera trabajaba en la SHCP.

“Asimismo, se le acusa de que supuestamente escribió un número de folio en el contrato con el sello falso. Caray, un número de folio lo pudo haber escrito cualquiera, y además un folio no es una firma, son simples números. Y en el último de los casos, si Jaime y Jorge tenían acceso a los sellos originales de la SHCP, ¿para qué se iban a molestar en poner un sello falso, si fácilmente pudieron haber puesto el sello original? Es a todas luces obvio que quien puso el sello falso le dio la vuelta a la SHCP, o ¿para qué iban a mostrar un sello falso en la SHCP sabiendo que se iban a dar cuenta?

“Todas esas cosas son absurdas. Agarraron a Jaime y a Jorge de chivos expiatorios porque difícilmente van a poder pagar un abogado.

“Otra cosa absurda: detienen a Villarreal con una pistola y miles de dólares, lo que claramente nos da a entender que se está escapando, y con tan solo pagar una fianza lo dejan ir.

“Y, ¿por qué si a las 7 personas involucradas se les acusa del mismo delito, los 5 de Coahuila ya hasta se ampararon, y a Jaime y a Jorge los metieron al reclusorio sin derecho a fianza? ¿Por qué la PGR no ha seguido el rastro de los miles de millones de pesos? ¿Sera porque están en poder de algún político que goza de impunidad?”

Después quieren que la sociedad confíe en la administración de justicia proporcionada por el Poder Judicial de la Federación, que permanezca tranquila ante la infamia de procesar a inocentes para encubrir a los “picudos” de Hacienda.

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