Calderón: “¡Atrás de la raya!”

Francisco Rodríguez / Índice Político

Ni se le acerquen. Anda como agua pa’chocolate, cual decimos popularmente. Más fruncido que nunca, su ceño lo evidencia. Y sus palabras. Y sus actitudes rudas, groseras, totalmente fuera de lugar.

Usa los atriles y tribunas, cual dijera una de mis sobrinas más pequeñas, para “hacerle de papá regañón”.

¿Qué lo trae enojado, enchilado, muino? ¿Todavía no se le baja el tamaño corajote por la derrota de su hermana en Michoacán? Desde entonces se sintió engañado, traicionado, aún por sus propios paniaguados quienes le decían y le juraban “por esta” que sí, que ya tenían el triunfo en la bolsa, que ¡qué barbaridad!, vamos, que ¡qué chulada de derrota le habían propinado a los priístas! y…

Vino la muina, la bilis: nada de eso era verdad. De nada valieron los más de 20 mil millones de pesos dizque destinados al sector salud para en realidad inyectarlos a la campaña de la pariente. Y ahora la familia se quedó “sin refugio”. Su mamá, sus hermanos, sobrinos… Todos ellos a su suerte.

Y luego, otro encorajinamiento. Su creatura, su “delfín” de repuesto –el original falleció en un sospechoso avionazo–, también cayó abatido por las huestes de la descarriada ex colaboradora que no’más no colaboraba, la que se peleaba con “Iván”, la que lo metió en líos con el sindicato magisterial, la que no quiso ser candidata en el Estado de México, la que de plano ni atendía los asuntos de la Cámara… ¡Qué coraje! Y ahora poner cara de felicidad, de “me congratulo por su candidatura presidencial” así y en las fotos la sonrisa se vea fingida.

¿Cómo no va a estar enca… nijado el hombre? Le filtraron las “alertas migratorias” en contra de tres ex gobernadores del PRI, a quienes se las tiene jurada desde siempre y ahora le va a salir más caro el numerito ya en manos de la DEA estadounidense a la que tuvo que recurrir pues los de aquí, los suyos (jejeje), no’más le salen con uno y otro michoacanazo, uno y otro hankazo…

Y esas son las que sabemos. Las que ocurren en el principal despacho de Los Pinos que desde el 2006 él mantiene ocupado, ¡mejor ni nos las imaginamos!

Ni se le acerquen. No les vaya a suceder lo que a la profesora Martha Acosta, vecina de Salinas, en San Luis Potosí, a quien grosero, irrespetuoso, rudo en extremo, le marcó límites: “¡atrás de la raya, que estoy trabajando, por favor!”

Sí, igual, idéntico a un merolico en plaza pública. Así delimita su espacio el cada vez más enojado señor Calderón, ante quienes “hacen grilla” cual calificó a los reclamos de la profesora Acosta por el puro bla-bla-bla, por el puro chorro de spots que la televisión transmite a todas horas con cantaletas que sólo son autoelogios de una realidad inventada en los sopores de quién sabe qué reunión.

Además de muino, ¿estará nervioso? ¿Por lo que pueda venir? ¿Ya sin refugio para la mamá, hermanos, sobrinos? ¿Y él pa’ donde jala? ¿Guadalajara? Es un chiste, ¿no?

Porque si ganan los del tricolor, su suerte ya está marcada. Le cobrarán todas y cada una de las ofensas que les ha infligido desde que le ayudaron a ocupar Los Pinos. Que estúpidos, ¿a poco no?

Peor le irá si, en una de esas, ganan los panistas. No son los de él quienes van a la contienda. Bueno, hasta los de él andan lastimados, contando chistes en su contra, cual los michoacanos a quienes encaramó a la dirigencia blanquiazul.

¿Y si ahora sí le reconocen el triunfo a AMLO? Más le vale que lo de la República Amorosa sea verdad. Más le vale que triunfen el perdón –pero no el olvido–, porque si no…

¿Será por eso que apenas este fin de semana se lanzó ahora en contra de quienes aspiran a llegar a Los Pinos, legal y legítimamente ahora sí, a partir del próximo diciembre?

Porque seguro se enteró usted de su perorata al inaugurar una instalación del IMSS. Sí, claro, el lugar más propicio para hablar de su guerra ¿Qué no?

Y ahí soltó: “el gobernante que considere que no se debe combatir a los criminales, que no sea gobernante”. Esto, claro, ante las críticas que los tres precandidatos presidenciales conocidos han hecho, con diferentes matices, a su fracasada guerra en contra de la delincuencia.

Pero no todo quedó ahí, pues sus cuestionamientos a quienes rechazan su estrategia (jejeje) prosiguieron: “¿Qué querían que hiciera? ¿Qué los saludara?, ¿que los invitara a pasar?, ¿que les llevara un café? o ¿qué?”.

Pues, ¿qué de qué?, podría responderle, por ejemplo, Peña, ni modo que Josefina. AMLO no, porque ha optado por rehuir a las broncas.

Lo dicho. Ni se le acerquen.

Ahora que, a estas alturas del partido, ¿quién quisiera acercársele?

Índice Flamígero: ¿Creería usted que los editores y articulistas del imprescindible The Economist son antifeministas? ¿Ellos quienes ya tuvieron a Margaret Thatcher como primera ministra y durante 60 años –diez sexenios de acá, pues– han sido reinados por otra mujer? Bueno. Bueno. Pues ahora resulta que todas las críticas en contra de Josefina Vázquez Mota, incluida la del semanario británico, son por machismo. ¿De verdad?

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