Pronóstico: de mal en peor
En el PAN huele a imposición
Carlos Fernández-Vega / México SA
Los voceros oficiales y oficiosos están muy contentos, porque, dicen, la supuesta revaluación del peso frente al dólar “muestra la fortaleza de la economía nacional, por mucho que tal situación, en realidad, es consecuencia de la carretada de billetes verdes especulativos, no productivos, no generadores de riqueza, que simplemente llegan a chupar sangre, sin mayor beneficio para el país. Qué bueno que sean felices los que todo ven color de rosa, pero no cabe duda que la realidad es mucho más drástica que la presunta recuperación de la divisa autóctona. Cómo estará la cosa, que hasta el tradicionalmente optimista Banco de México advierte sobre un menor crecimiento en 2012 que en 2011 (año éste, dicho sea de paso, que registró un avance 35 por ciento menor al de 2010), toda vez que el balance de riesgos para la actividad económica se ha deteriorado, amén de que no se espera que el crecimiento de Estados Unidos sea un estímulo significativo para México en los años venideros.
El gobierno saliente (sólo le restan menos de 300 días en Los Pinos) se aferra a la ajada tesis del catarrito –ergo, aquí no pasa nada, como en 2009–, y pretende que le compren la novela rosa de que la crisis es externa. La realidad, sin embargo, es diametralmente distinta. Como bien lo subraya el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, la economía mexicana transita bajo un entorno externo cada vez más adverso, como lo advierte el Fondo Monetario Internacional; el detrimento de las tensiones en la zona del euro y de las condiciones financieras y la fragilidad en otras regiones, han llevado al deterioro de las perspectivas de crecimiento económico mundial y a la agudización de los riesgos a la baja. Asimismo, se han recrudecido los riesgos para la estabilidad financiera global, pese a las acciones de política implementadas para contener la crisis de deuda y bancaria de la eurozona.
Por si fuera poco, la ultra dependiente economía mexicana no encontrará alivio con el vecino del norte, por mucho que la economía estadunidense repuntó en el último trimestre del año pasado, pues tal resultado fue insuficiente para evitar que durante 2011 creciera menos que en 2010, ello como resultado de los problemas estructurales que presenta, como lo es la debilidad de su mercado laboral y de vivienda, lo que ha llevado a que el propio Comité Federal de Mercado Abierto ajustara a la baja su estimación de crecimiento económico.
Bajo este escenario, apunta el CEFP, la dinámica de la economía mexicana se ha desacelerado, amén de que se observan presiones inflacionarias ante la volatilidad del precio de los productos agropecuarios que están siendo influidos por las condiciones climatológicas prevalecientes en el país. Y, por si fuera poco, se aprecia que la marcha de la actividad económica estatal fue heterogénea y dispersa, situación que confirma lo señalado por el propio Banco de México, que la actividad productiva continuó expandiéndose a un menor ritmo debido, principalmente, al menor dinamismo de la demanda externa y a una desaceleración de algunos componentes de la demanda interna; mientras que, por su parte, el FMI ajustó a la baja su expectativa de crecimiento económico de México.
Por otra parte, en la primera quincena de enero el índice nacional de precios al consumidor tuvo un crecimiento de 0.32 por ciento con respecto de la segunda quincena de diciembre de 2011, casi el doble de la misma quincena de 2011, por lo que su variación anual fue de 3.94 por ciento, casi un punto porcentual por arriba del objetivo de inflación y menor en sólo 0.02 puntos al nivel observado en la misma quincena de 2011. Sin embargo, se aprecia un repunte de la inflación general anual desde la segunda quincena de marzo de 2011 cuando se ubicó su valor en 2.98 por ciento.
El nivel de los precios se explicó, fundamentalmente, por el alza en el precio de los alimentos procesados (tortilla de maíz y pan dulce) que aportaron 0.12 puntos porcentuales del nivel inflacionario (componente de la parte subyacente del índice que refleja en mayor medida la tendencia de mediano plazo de la inflación), así como por el incremento en el precio de los productos agropecuarios (pollo, carne de cerdo, huevo y tomate verde, principalmente) cuya participación en el nivel inflacionario fue de 0.11 puntos.
El índice de la canasta básica de consumo tuvo un incremento quincenal de 0.49 por ciento en el periodo de análisis, cifra casi similar a la registrada en la misma quincena de 2011 (0.47 por ciento) y mayor a la inflación general; lo que implicó que su variación anual fuera de 6.63 por ciento, mientras que la de los alimentos, tanto procesados como agropecuarios, tuvo un incremento quincenal de 1.1 por ciento, lo que representó más de tres veces la inflación general y su valor contrasta con la reducción observada el año pasado (-0.23 por ciento); así, su variación anual fue de 7.20 por ciento, mayor a la observada el año anterior (4.22 por ciento) y casi el doble de la del índice general.
Ante el repunte observado en la inflación, el salario mínimo general promedio real ajustado por el INPC para los ingresos familiares mensuales de hasta un salario mínimo tuvo, en la primera quincena de enero de 2012, una pérdida anual de su poder adquisitivo de 4.13 por ciento con relación a la misma quincena de 2011; menoscabo superior al que tuvo en la primera quincena de enero de 2011 cuando se redujo su poder de compra en 3.2 por ciento. Estos resultados inciden en la dinámica de la demanda interna del país.
Entonces, el problema económico real supera, por mucho, la supuesta revaluación del peso frente al dólar que tanta felicidad provoca entre los jilgueros oficiales y oficiosos.
Las rebanadas del pastel
A escasas veinticuatro horas de abrirse las urnas blanquiazules a sus militantes y adherentes, un fétido olor se registra en el mundillo panista: es el tufo de la imposición calderonista; apesta a Cordero… El próximo martes 7 de febrero estará en México el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera. Entre sus actividades destaca la conferencia magistral que dictará en el Auditorio Ricardo Torres Gaitán del Instituto de Investigaciones Económicas en Ciudad Universitaria. La convocatoria es para todo público, y la cita es a las 15:30 horas. Se va a poner bueno.
En el PAN huele a imposición
Carlos Fernández-Vega / México SA
Los voceros oficiales y oficiosos están muy contentos, porque, dicen, la supuesta revaluación del peso frente al dólar “muestra la fortaleza de la economía nacional, por mucho que tal situación, en realidad, es consecuencia de la carretada de billetes verdes especulativos, no productivos, no generadores de riqueza, que simplemente llegan a chupar sangre, sin mayor beneficio para el país. Qué bueno que sean felices los que todo ven color de rosa, pero no cabe duda que la realidad es mucho más drástica que la presunta recuperación de la divisa autóctona. Cómo estará la cosa, que hasta el tradicionalmente optimista Banco de México advierte sobre un menor crecimiento en 2012 que en 2011 (año éste, dicho sea de paso, que registró un avance 35 por ciento menor al de 2010), toda vez que el balance de riesgos para la actividad económica se ha deteriorado, amén de que no se espera que el crecimiento de Estados Unidos sea un estímulo significativo para México en los años venideros.
El gobierno saliente (sólo le restan menos de 300 días en Los Pinos) se aferra a la ajada tesis del catarrito –ergo, aquí no pasa nada, como en 2009–, y pretende que le compren la novela rosa de que la crisis es externa. La realidad, sin embargo, es diametralmente distinta. Como bien lo subraya el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, la economía mexicana transita bajo un entorno externo cada vez más adverso, como lo advierte el Fondo Monetario Internacional; el detrimento de las tensiones en la zona del euro y de las condiciones financieras y la fragilidad en otras regiones, han llevado al deterioro de las perspectivas de crecimiento económico mundial y a la agudización de los riesgos a la baja. Asimismo, se han recrudecido los riesgos para la estabilidad financiera global, pese a las acciones de política implementadas para contener la crisis de deuda y bancaria de la eurozona.
Por si fuera poco, la ultra dependiente economía mexicana no encontrará alivio con el vecino del norte, por mucho que la economía estadunidense repuntó en el último trimestre del año pasado, pues tal resultado fue insuficiente para evitar que durante 2011 creciera menos que en 2010, ello como resultado de los problemas estructurales que presenta, como lo es la debilidad de su mercado laboral y de vivienda, lo que ha llevado a que el propio Comité Federal de Mercado Abierto ajustara a la baja su estimación de crecimiento económico.
Bajo este escenario, apunta el CEFP, la dinámica de la economía mexicana se ha desacelerado, amén de que se observan presiones inflacionarias ante la volatilidad del precio de los productos agropecuarios que están siendo influidos por las condiciones climatológicas prevalecientes en el país. Y, por si fuera poco, se aprecia que la marcha de la actividad económica estatal fue heterogénea y dispersa, situación que confirma lo señalado por el propio Banco de México, que la actividad productiva continuó expandiéndose a un menor ritmo debido, principalmente, al menor dinamismo de la demanda externa y a una desaceleración de algunos componentes de la demanda interna; mientras que, por su parte, el FMI ajustó a la baja su expectativa de crecimiento económico de México.
Por otra parte, en la primera quincena de enero el índice nacional de precios al consumidor tuvo un crecimiento de 0.32 por ciento con respecto de la segunda quincena de diciembre de 2011, casi el doble de la misma quincena de 2011, por lo que su variación anual fue de 3.94 por ciento, casi un punto porcentual por arriba del objetivo de inflación y menor en sólo 0.02 puntos al nivel observado en la misma quincena de 2011. Sin embargo, se aprecia un repunte de la inflación general anual desde la segunda quincena de marzo de 2011 cuando se ubicó su valor en 2.98 por ciento.
El nivel de los precios se explicó, fundamentalmente, por el alza en el precio de los alimentos procesados (tortilla de maíz y pan dulce) que aportaron 0.12 puntos porcentuales del nivel inflacionario (componente de la parte subyacente del índice que refleja en mayor medida la tendencia de mediano plazo de la inflación), así como por el incremento en el precio de los productos agropecuarios (pollo, carne de cerdo, huevo y tomate verde, principalmente) cuya participación en el nivel inflacionario fue de 0.11 puntos.
El índice de la canasta básica de consumo tuvo un incremento quincenal de 0.49 por ciento en el periodo de análisis, cifra casi similar a la registrada en la misma quincena de 2011 (0.47 por ciento) y mayor a la inflación general; lo que implicó que su variación anual fuera de 6.63 por ciento, mientras que la de los alimentos, tanto procesados como agropecuarios, tuvo un incremento quincenal de 1.1 por ciento, lo que representó más de tres veces la inflación general y su valor contrasta con la reducción observada el año pasado (-0.23 por ciento); así, su variación anual fue de 7.20 por ciento, mayor a la observada el año anterior (4.22 por ciento) y casi el doble de la del índice general.
Ante el repunte observado en la inflación, el salario mínimo general promedio real ajustado por el INPC para los ingresos familiares mensuales de hasta un salario mínimo tuvo, en la primera quincena de enero de 2012, una pérdida anual de su poder adquisitivo de 4.13 por ciento con relación a la misma quincena de 2011; menoscabo superior al que tuvo en la primera quincena de enero de 2011 cuando se redujo su poder de compra en 3.2 por ciento. Estos resultados inciden en la dinámica de la demanda interna del país.
Entonces, el problema económico real supera, por mucho, la supuesta revaluación del peso frente al dólar que tanta felicidad provoca entre los jilgueros oficiales y oficiosos.
Las rebanadas del pastel
A escasas veinticuatro horas de abrirse las urnas blanquiazules a sus militantes y adherentes, un fétido olor se registra en el mundillo panista: es el tufo de la imposición calderonista; apesta a Cordero… El próximo martes 7 de febrero estará en México el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera. Entre sus actividades destaca la conferencia magistral que dictará en el Auditorio Ricardo Torres Gaitán del Instituto de Investigaciones Económicas en Ciudad Universitaria. La convocatoria es para todo público, y la cita es a las 15:30 horas. Se va a poner bueno.
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