Si Josefina no gana a la primera, difícilmente lo lograría en la segunda, porque se pensaría que la ventaja sobre los otros dos era ficticia
José Cárdenas
Nadie apueste por algún aspirante panista en este momento.
El domingo el PAN tendrá candidato o candidata presidencial, siempre y cuando el ganador o la ganadora de la elección interna obtenga 37% del voto de militantes activos y adherentes, más una diferencia de cinco puntos sobre el segundo lugar. Si esto no ocurre, habrá una segunda vuelta el 19 de febrero.
Para Josefina Vázquez Mota, las cosas no son como parecen.
De acuerdo con las encuestas, Josefina es la favorita con una ventaja de seis a uno. Parece imposible que Ernesto Cordero o Santiago Creel puedan remontar esa ventaja. Eso, si las encuestas fueran retrato fiel del momento. Pero no es así.
Cordero y Creel han cuestionado la precisión de las consultas. No porque estén mal hechas, sino porque se aplicaron sobre un padrón gelatinoso, cuando menos, que no refleja la verdadera capacidad de movilización del aparato panista… ni los liderazgos regionales que lo operan. Elementos subjetivos que no se pueden medir en las encuestas.
Precisamente por esa ventana habrá que asomarse el domingo… y esperar cualquier sorpresa. El resultado de la votación, más que popularidad, revelará la mayor eficacia de alguno de los tres aspirantes para negociar los apoyos de los liderazgos y las fuerzas vivas.
En las internas de hace tres semanas, para seleccionar candidatos a diputaciones plurinominales, 55% de los ganadores tiene acuerdos con Ernesto Cordero.
Planteadas así, las cosas no están tan decididas como parece.
El PAN calcula que la votación va a estar floja. Quienes van a acudir a los mil 651 centros de votación serán los militantes activos, es decir, los que sí pueden ser movilizados por el aparato de partido o por los liderazgos locales. Los duros y los acarreados.
De un millón 800 mil empanizados, se calcula que votarán 300 mil.
La cifra más optimista pronostica 450 mil.
Sobre tal base, el ganador va a necesitar unos 200 mil votos.
Josefina, Cordero y Creel pueden logar esa cifra.
El resultado final dependerá del apoyo que reciba cada cual del aparato partidista. Ahí es donde va a contar cómo negoció, cada uno, los acuerdos políticos con los liderazgos regionales.
Josefina Vázquez Mota apuesta todo a que la candidatura presidencial panista se defina en la primera vuelta; Ernesto Cordero, a no perder el domingo y ganar en la segunda vuelta.
Si Josefina no gana a la primera, muy difícilmente lo lograría en la segunda, porque se generaría la percepción de que toda la ventaja que les llevaba a sus adversarios era ficticia.
MONJE LOCO: El “cerebro” de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, presentó ante el Partido Acción Nacional tres quejas contra Ernesto Cordero por andar de espía… y coaccionando el voto del domingo a su favor. Todo contra El Delfín… por coraje, por capricho… y por placer.
José Cárdenas
Nadie apueste por algún aspirante panista en este momento.
El domingo el PAN tendrá candidato o candidata presidencial, siempre y cuando el ganador o la ganadora de la elección interna obtenga 37% del voto de militantes activos y adherentes, más una diferencia de cinco puntos sobre el segundo lugar. Si esto no ocurre, habrá una segunda vuelta el 19 de febrero.
Para Josefina Vázquez Mota, las cosas no son como parecen.
De acuerdo con las encuestas, Josefina es la favorita con una ventaja de seis a uno. Parece imposible que Ernesto Cordero o Santiago Creel puedan remontar esa ventaja. Eso, si las encuestas fueran retrato fiel del momento. Pero no es así.
Cordero y Creel han cuestionado la precisión de las consultas. No porque estén mal hechas, sino porque se aplicaron sobre un padrón gelatinoso, cuando menos, que no refleja la verdadera capacidad de movilización del aparato panista… ni los liderazgos regionales que lo operan. Elementos subjetivos que no se pueden medir en las encuestas.
Precisamente por esa ventana habrá que asomarse el domingo… y esperar cualquier sorpresa. El resultado de la votación, más que popularidad, revelará la mayor eficacia de alguno de los tres aspirantes para negociar los apoyos de los liderazgos y las fuerzas vivas.
En las internas de hace tres semanas, para seleccionar candidatos a diputaciones plurinominales, 55% de los ganadores tiene acuerdos con Ernesto Cordero.
Planteadas así, las cosas no están tan decididas como parece.
El PAN calcula que la votación va a estar floja. Quienes van a acudir a los mil 651 centros de votación serán los militantes activos, es decir, los que sí pueden ser movilizados por el aparato de partido o por los liderazgos locales. Los duros y los acarreados.
De un millón 800 mil empanizados, se calcula que votarán 300 mil.
La cifra más optimista pronostica 450 mil.
Sobre tal base, el ganador va a necesitar unos 200 mil votos.
Josefina, Cordero y Creel pueden logar esa cifra.
El resultado final dependerá del apoyo que reciba cada cual del aparato partidista. Ahí es donde va a contar cómo negoció, cada uno, los acuerdos políticos con los liderazgos regionales.
Josefina Vázquez Mota apuesta todo a que la candidatura presidencial panista se defina en la primera vuelta; Ernesto Cordero, a no perder el domingo y ganar en la segunda vuelta.
Si Josefina no gana a la primera, muy difícilmente lo lograría en la segunda, porque se generaría la percepción de que toda la ventaja que les llevaba a sus adversarios era ficticia.
MONJE LOCO: El “cerebro” de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, presentó ante el Partido Acción Nacional tres quejas contra Ernesto Cordero por andar de espía… y coaccionando el voto del domingo a su favor. Todo contra El Delfín… por coraje, por capricho… y por placer.
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