Apro
El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, acusó hoy a su predecesor, el perredista Leonel Godoy, de dejar quebrantadas las finanzas de la entidad, por lo que anunció que en breve pondrá en marcha un enérgico plan de austeridad que incluye ahorros en gasolina, energía eléctrica y telefonía.
La deuda reconocida por Godoy al término de su gestión es de más de 16 mil millones de pesos, sin embargo, el funcionario presumió que en realidad podría superar los 21 mil millones, sumando los pasivos que se tienen pendientes.
Entrevistado en Morelia, el mandatario priista dijo que las finanzas del estado que gobierna desde hace una semana están quebrantadas y hay adeudos por pagar a proveedores y a contratistas en todas las dependencias.
Reveló que el Festival Internacional Cervantino (FIC) demandó al gobierno estatal por el pago de un millón de pesos que no fue hecho. Adicional a eso, detalló, existen decenas de proveedores que tienen cuentas pendientes y que es necesario cubrir.
“En todas las áreas se debe y tenemos que irnos programando para ver cómo vamos a pagar, esto de acuerdo a nuestras posibilidades”, dijo.
No obstante, rechazó que piense poner en venta la Casa de Gobierno o parte del Centro de Convenciones, como algunos han especulado.
Explicó que la estrategia de ahorro incluye construir un nuevo complejo de oficinas que permita terminar con el gasto millonario que representa rentar diversos inmuebles.
“Muchos son inmuebles que ni siquiera son apropiados para oficinas y sí generan un gasto muy alto”, reconoció.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, durante el gobierno de Godoy la deuda pública de Michoacán se disparó de 6 mil 500 a casi 16 mil millones de pesos en sólo cuatro años, y todavía antes de dejar el cargo el perredista solicitó una nueva reestructuración de deuda por 4 mil 950 millones de pesos al Congreso del estado.
Dicha maniobra implicará elevar aún más los compromisos financieros del estado, dependiendo del plazo, condiciones y tasas de interés que determinen los bancos.
Vallejo aceptó que dicho proyecto sigue en pie y que está siendo valorado por los diputados como medida para buscar aliviar la actual presión financiera de Michoacán.
El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, acusó hoy a su predecesor, el perredista Leonel Godoy, de dejar quebrantadas las finanzas de la entidad, por lo que anunció que en breve pondrá en marcha un enérgico plan de austeridad que incluye ahorros en gasolina, energía eléctrica y telefonía.
La deuda reconocida por Godoy al término de su gestión es de más de 16 mil millones de pesos, sin embargo, el funcionario presumió que en realidad podría superar los 21 mil millones, sumando los pasivos que se tienen pendientes.
Entrevistado en Morelia, el mandatario priista dijo que las finanzas del estado que gobierna desde hace una semana están quebrantadas y hay adeudos por pagar a proveedores y a contratistas en todas las dependencias.
Reveló que el Festival Internacional Cervantino (FIC) demandó al gobierno estatal por el pago de un millón de pesos que no fue hecho. Adicional a eso, detalló, existen decenas de proveedores que tienen cuentas pendientes y que es necesario cubrir.
“En todas las áreas se debe y tenemos que irnos programando para ver cómo vamos a pagar, esto de acuerdo a nuestras posibilidades”, dijo.
No obstante, rechazó que piense poner en venta la Casa de Gobierno o parte del Centro de Convenciones, como algunos han especulado.
Explicó que la estrategia de ahorro incluye construir un nuevo complejo de oficinas que permita terminar con el gasto millonario que representa rentar diversos inmuebles.
“Muchos son inmuebles que ni siquiera son apropiados para oficinas y sí generan un gasto muy alto”, reconoció.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, durante el gobierno de Godoy la deuda pública de Michoacán se disparó de 6 mil 500 a casi 16 mil millones de pesos en sólo cuatro años, y todavía antes de dejar el cargo el perredista solicitó una nueva reestructuración de deuda por 4 mil 950 millones de pesos al Congreso del estado.
Dicha maniobra implicará elevar aún más los compromisos financieros del estado, dependiendo del plazo, condiciones y tasas de interés que determinen los bancos.
Vallejo aceptó que dicho proyecto sigue en pie y que está siendo valorado por los diputados como medida para buscar aliviar la actual presión financiera de Michoacán.
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