Marco A. Flota / Grillotina
Pues, señoras y señores, resulta que los señores diputados tenían golondrinas en el alambre.
Pero quizá sea oportuno aclarar para los ignorantes (y no es alusión a los señores diputados) lo que significa esa folclórica expresión.
Cuando alguien tiene su teléfono intervenido para escuchar- y grabar- sus charlas telefónicas, se dice que tiene “golondrinas en el alambre” y casi siempre se atribuye tal actividad ilícita a la secretaría de Gobernación. Aunque cuando estuvo al frente de la SEGOB don Carlos Abad Scal, (QEPD) se cambió la coloquial expresión por “palomas en el alambre”, pues el religioso señor siempre se encomendaba al Espíritu Santo.
Y de regresar el PRI a Los Pinos en diciembre próximo posiblemente se diga “’Gaviotas en el alambre”.
En fin, se ha descubierto que alguien estaba realizando espionaje telefónico a los señores diputados y ya hay una demanda interpuesta por la propia Cámara ante la PGR por este hecho reprobable. Lo que nos parece muy bien, porque nadie tiene derecho a enterarse de lo que se supone se habla en privado y menos si es nuestra señora esposa escuchando por la extensión. Pero, chismosos que somos, no podemos dejar de especular sobre el contenido de algunas de las grabaciones hechas antes de que se descubriera el espionaje. Sí, ya sabemos que, más tarde que temprano, alguien filtrará las cintas de audio a un periódico o programa de radio y televisión.
De todos modos, imaginemos una llamada:
-Bueno, aquí Chucho... ¿quién habla?
-Guadalupe...
-¡QuÉ ronca se te escucha, Lupe!... ¿estás enferma?
-¡Habla Guadalupe Acosta Naranjo, presidente de la Cámara de Diputados!
-¡Pues aclara, porque si nos están grabando me metes en una bronca familiar!
-Disculpa, Chucho. ¿pero qué Chucho habla: Ortega o Zambrano?
-¡De buey te digo, si nos están grabando qué quemada me doy...!
Otra:
-Bueno, Fracción Parlamentaria del PRI...
-Habla Martel...
-Gracias, pero hoy no vamos a hacer pedido de coñac, por el escándalo que nos armaron la otra vez que nos cacharon inflando durante la sesión...
-¡Soy el diputado, José Ramón Martel!
-Eh...ah...número equivocado...
Una más:
-Bueno, ¿quién habla?
-¿Cómo que quién habla?... ¡No te hagas buey, hijo de tu ¡*#$%***!
-Eh...perdón, diputado Noroña... ¿con quién desea usted hablar?
Otra:
-Bueno, Palacio Legislativo de San Lázaro, aquí Paco...
-¿Cuál Paco?... ¿Paco Ramírez Acuña, líder de los diputados del PAN o Paco Rojas, líder de los diputados del PRI?
-¿Quién habla?
-¡Tu jefa, Paco!
-¡Ah, perdón!... ¿En qué te puedo servir Josefina?
-¿Cuál Josefina?... ¡Habla Beatriz!
La última:
-Bueno... ¿quién habla?
-Muñoz Ledo...
-¡Click...!
-¡Me volvieron a colgar!... ¿por qué nadie quiere hablar conmigo?
¡Riingg!
-Bueno, la PGR...
-¿Es cierto que están realizando una indagatoria sobre los bien de Fox.
-Sí, señor...
-¿Y sobre los males de Martita qué?
Epigrillo
Calderón Y Peña Nieto coinciden allá en Davós (También Zedillo: ¡qué aprieto! ¿A cuál le irá de los dos?
Pues, señoras y señores, resulta que los señores diputados tenían golondrinas en el alambre.
Pero quizá sea oportuno aclarar para los ignorantes (y no es alusión a los señores diputados) lo que significa esa folclórica expresión.
Cuando alguien tiene su teléfono intervenido para escuchar- y grabar- sus charlas telefónicas, se dice que tiene “golondrinas en el alambre” y casi siempre se atribuye tal actividad ilícita a la secretaría de Gobernación. Aunque cuando estuvo al frente de la SEGOB don Carlos Abad Scal, (QEPD) se cambió la coloquial expresión por “palomas en el alambre”, pues el religioso señor siempre se encomendaba al Espíritu Santo.
Y de regresar el PRI a Los Pinos en diciembre próximo posiblemente se diga “’Gaviotas en el alambre”.
En fin, se ha descubierto que alguien estaba realizando espionaje telefónico a los señores diputados y ya hay una demanda interpuesta por la propia Cámara ante la PGR por este hecho reprobable. Lo que nos parece muy bien, porque nadie tiene derecho a enterarse de lo que se supone se habla en privado y menos si es nuestra señora esposa escuchando por la extensión. Pero, chismosos que somos, no podemos dejar de especular sobre el contenido de algunas de las grabaciones hechas antes de que se descubriera el espionaje. Sí, ya sabemos que, más tarde que temprano, alguien filtrará las cintas de audio a un periódico o programa de radio y televisión.
De todos modos, imaginemos una llamada:
-Bueno, aquí Chucho... ¿quién habla?
-Guadalupe...
-¡QuÉ ronca se te escucha, Lupe!... ¿estás enferma?
-¡Habla Guadalupe Acosta Naranjo, presidente de la Cámara de Diputados!
-¡Pues aclara, porque si nos están grabando me metes en una bronca familiar!
-Disculpa, Chucho. ¿pero qué Chucho habla: Ortega o Zambrano?
-¡De buey te digo, si nos están grabando qué quemada me doy...!
Otra:
-Bueno, Fracción Parlamentaria del PRI...
-Habla Martel...
-Gracias, pero hoy no vamos a hacer pedido de coñac, por el escándalo que nos armaron la otra vez que nos cacharon inflando durante la sesión...
-¡Soy el diputado, José Ramón Martel!
-Eh...ah...número equivocado...
Una más:
-Bueno, ¿quién habla?
-¿Cómo que quién habla?... ¡No te hagas buey, hijo de tu ¡*#$%***!
-Eh...perdón, diputado Noroña... ¿con quién desea usted hablar?
Otra:
-Bueno, Palacio Legislativo de San Lázaro, aquí Paco...
-¿Cuál Paco?... ¿Paco Ramírez Acuña, líder de los diputados del PAN o Paco Rojas, líder de los diputados del PRI?
-¿Quién habla?
-¡Tu jefa, Paco!
-¡Ah, perdón!... ¿En qué te puedo servir Josefina?
-¿Cuál Josefina?... ¡Habla Beatriz!
La última:
-Bueno... ¿quién habla?
-Muñoz Ledo...
-¡Click...!
-¡Me volvieron a colgar!... ¿por qué nadie quiere hablar conmigo?
¡Riingg!
-Bueno, la PGR...
-¿Es cierto que están realizando una indagatoria sobre los bien de Fox.
-Sí, señor...
-¿Y sobre los males de Martita qué?
Epigrillo
Calderón Y Peña Nieto coinciden allá en Davós (También Zedillo: ¡qué aprieto! ¿A cuál le irá de los dos?
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