Jorge Alejandro Medellín
En el último tramo del sexenio calderonista, las fuerzas armadas marchan con sus propias agendas e intereses en el terreno de la una y otra vez negada guerra antinarco, y lo hacen con objetivos institucionales claros: recomponer a como dé lugar su imagen ante la sociedad, aún a pesar de las encuestas en las que los usos y costumbres de la propaganda mediática las mantienen en los primeros niveles de confianza de la gente.
Mientras el Ejército Mexicano anunciaba que en los primeros nueve días del preapocalíptico 2012 llevaba más de 700 detenciones de presuntos delincuentes ligados al narcotráfico, la Armada de México no se quedaba atrás y manejaba también su propia agenda sobre el tema.
Los marinos no perdieron el tiempo y difundieron cifras sobre erradicación de plantíos de mariguana y amapola, agenda en la que ni la Sedena ni la Marina han rendido buenas cuentas o al menos cuentas precisas y uniformes en este sexenio.
La Marina indicó el 10 de enero que “durante diversos operativos realizados del 20 de diciembre pasado al 5 de enero del actual, Infantes de Marina localizaron y erradicaron por incineración 1 millón 165 mil 249 plantas de marihuana, las cuales fueron localizadas en 37 plantíos en los estados de Sinaloa y Michoacán, asimismo se erradicaron 10 mil 200 plantas de amapola”.
Añadía que “en el estado de Sinaloa, la erradicación consistió en la destrucción por incineración, en el lugar de los hechos de 30 plantíos de marihuana, con 1 millón 22 mil 749 plantas de ese enervante, que se encontraban en una superficie de 35 mil 693 metros cuadrados”.
El lunes nueve de enero, la Sedena daba a conocer que en las dos primera semanas de este año, tan solo en la Operación Laguna Segura, el personal militar sumaba ya 727 detenciones de civiles presumiblemente vinculados con el crimen organizado.
En cifras, los militares pertenecientes a la X Región Militar consignaban el aseguramiento de 15 armas largas, 15 armas cortas, más de 49 mil cartuchos útiles, una granada de mano, 10 vehículos y equipo de radiocomunicación. Éxito rotundo, se diría.
Lo cierto es que tanto militares como navales intentarán elevar sus estadísticas en la lucha antinarco para cerrar el año y el sexenio de la manera más decorosa, honrosa e institucional posible, con números que, pese a todo, muy difícilmente igualarán a los obtenidos al inicio de mandato de Felipe Calderón y que fueron desplomándose conforme avanzó la guerra contra los cárteles.
El gobierno federal recibió la administración con 188,797 plantíos y 28,047 hectáreas de mariguana destruidas en el sexenio foxista. En cuanto a la amapola, se destruyeron casi al final de ese sexenio 107,786 plantíos y 15,642 hectáreas del opiáceo.
En 2011 el esfuerzo de erradicación de la actual administración produjo la destrucción de 14,247 hectáreas de plantíos de mariguana y 15,855 hectáreas de sembradíos de amapola. El número de plantíos descendió mientras que la cantidad de hectáreas se mantiene en niveles más o menos similares a los de la anterior administración.
Baste citar algunos datos más al respecto. El informe “Seguimiento de las Metas Prioritarias Comprometidas con Presidencia de la República” señala de manera escueta que en el 2010 fueron erradicadas 33 mil 330 hectáreas de enervantes, con lo que se superó la meta programada de 22 mil 418 hectáreas (93%) para ese periodo.
En cambio, el IV Informe de Labores de la Sedena establece que en 2010 se destruyeron 16 mil 235 hectáreas de mariguana y 14 mil 784 de amapola, para un total de 31 mil 019 hectáreas de sembradíos ilícitos. La diferencia entre lo reportado por ambos documentos es de 2 mil 311 hectáreas.
Incluso, si se comparan los datos anteriores con los publicados en el micrositio de la Defensa Nacional actualizado cada año, se verá que existe una diferencia en lo reportado.
El micrositio indica que en 2010 se destruyeron 18 mil 001.3 hectáreas de mariguana y 15 mil 330.6 de amapola, para un total de 33 mil 331.9 hectáreas de droga. Esto es casi dos hectáreas (poco menos de 20 mil metros cuadrados) de superficie en el conteo.
Algo similar sucede con la Armada de México. En el 2010, la Marina indicó en su IV Informe de Labores haber evitado que se elaboraran 304 millones de dosis de mariguana y 15 millones 128 mil 64 de heroína.
El V Informe de Labores del Almirante Francisco Saynez indica que en 2011 se evitó la elaboración de199 millones de dosisde mariguana y 2 millones de dosisde heroína, pero de los 1,235 plantíos de amapola destruidos en 2010, la Marina pasó en 2011 a sólo 850 plantíos erradicados y a 140 hectáreas del opiáceo destruidas, en comparación con las 165 de 2011.
Con este panorama, que implica menos tropas y marinería en la erradicación de enervantes, las fuerzas armadas esperan cerrar lo que puede ser el último año panista en el poder, con números negros y un nivel operativo que buscará rehacer el daño colateralque se ha traducido en el desplazamiento de decenas de miles de soldados y marinos de la serranía hacia los pueblos y ciudades, dejando la erradicación en un delicado impasse.
En el último tramo del sexenio calderonista, las fuerzas armadas marchan con sus propias agendas e intereses en el terreno de la una y otra vez negada guerra antinarco, y lo hacen con objetivos institucionales claros: recomponer a como dé lugar su imagen ante la sociedad, aún a pesar de las encuestas en las que los usos y costumbres de la propaganda mediática las mantienen en los primeros niveles de confianza de la gente.
Mientras el Ejército Mexicano anunciaba que en los primeros nueve días del preapocalíptico 2012 llevaba más de 700 detenciones de presuntos delincuentes ligados al narcotráfico, la Armada de México no se quedaba atrás y manejaba también su propia agenda sobre el tema.
Los marinos no perdieron el tiempo y difundieron cifras sobre erradicación de plantíos de mariguana y amapola, agenda en la que ni la Sedena ni la Marina han rendido buenas cuentas o al menos cuentas precisas y uniformes en este sexenio.
La Marina indicó el 10 de enero que “durante diversos operativos realizados del 20 de diciembre pasado al 5 de enero del actual, Infantes de Marina localizaron y erradicaron por incineración 1 millón 165 mil 249 plantas de marihuana, las cuales fueron localizadas en 37 plantíos en los estados de Sinaloa y Michoacán, asimismo se erradicaron 10 mil 200 plantas de amapola”.
Añadía que “en el estado de Sinaloa, la erradicación consistió en la destrucción por incineración, en el lugar de los hechos de 30 plantíos de marihuana, con 1 millón 22 mil 749 plantas de ese enervante, que se encontraban en una superficie de 35 mil 693 metros cuadrados”.
El lunes nueve de enero, la Sedena daba a conocer que en las dos primera semanas de este año, tan solo en la Operación Laguna Segura, el personal militar sumaba ya 727 detenciones de civiles presumiblemente vinculados con el crimen organizado.
En cifras, los militares pertenecientes a la X Región Militar consignaban el aseguramiento de 15 armas largas, 15 armas cortas, más de 49 mil cartuchos útiles, una granada de mano, 10 vehículos y equipo de radiocomunicación. Éxito rotundo, se diría.
Lo cierto es que tanto militares como navales intentarán elevar sus estadísticas en la lucha antinarco para cerrar el año y el sexenio de la manera más decorosa, honrosa e institucional posible, con números que, pese a todo, muy difícilmente igualarán a los obtenidos al inicio de mandato de Felipe Calderón y que fueron desplomándose conforme avanzó la guerra contra los cárteles.
El gobierno federal recibió la administración con 188,797 plantíos y 28,047 hectáreas de mariguana destruidas en el sexenio foxista. En cuanto a la amapola, se destruyeron casi al final de ese sexenio 107,786 plantíos y 15,642 hectáreas del opiáceo.
En 2011 el esfuerzo de erradicación de la actual administración produjo la destrucción de 14,247 hectáreas de plantíos de mariguana y 15,855 hectáreas de sembradíos de amapola. El número de plantíos descendió mientras que la cantidad de hectáreas se mantiene en niveles más o menos similares a los de la anterior administración.
Baste citar algunos datos más al respecto. El informe “Seguimiento de las Metas Prioritarias Comprometidas con Presidencia de la República” señala de manera escueta que en el 2010 fueron erradicadas 33 mil 330 hectáreas de enervantes, con lo que se superó la meta programada de 22 mil 418 hectáreas (93%) para ese periodo.
En cambio, el IV Informe de Labores de la Sedena establece que en 2010 se destruyeron 16 mil 235 hectáreas de mariguana y 14 mil 784 de amapola, para un total de 31 mil 019 hectáreas de sembradíos ilícitos. La diferencia entre lo reportado por ambos documentos es de 2 mil 311 hectáreas.
Incluso, si se comparan los datos anteriores con los publicados en el micrositio de la Defensa Nacional actualizado cada año, se verá que existe una diferencia en lo reportado.
El micrositio indica que en 2010 se destruyeron 18 mil 001.3 hectáreas de mariguana y 15 mil 330.6 de amapola, para un total de 33 mil 331.9 hectáreas de droga. Esto es casi dos hectáreas (poco menos de 20 mil metros cuadrados) de superficie en el conteo.
Algo similar sucede con la Armada de México. En el 2010, la Marina indicó en su IV Informe de Labores haber evitado que se elaboraran 304 millones de dosis de mariguana y 15 millones 128 mil 64 de heroína.
El V Informe de Labores del Almirante Francisco Saynez indica que en 2011 se evitó la elaboración de199 millones de dosisde mariguana y 2 millones de dosisde heroína, pero de los 1,235 plantíos de amapola destruidos en 2010, la Marina pasó en 2011 a sólo 850 plantíos erradicados y a 140 hectáreas del opiáceo destruidas, en comparación con las 165 de 2011.
Con este panorama, que implica menos tropas y marinería en la erradicación de enervantes, las fuerzas armadas esperan cerrar lo que puede ser el último año panista en el poder, con números negros y un nivel operativo que buscará rehacer el daño colateralque se ha traducido en el desplazamiento de decenas de miles de soldados y marinos de la serranía hacia los pueblos y ciudades, dejando la erradicación en un delicado impasse.
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