Se suma Isabel, cambian fichas en el PRD

Jorge Fernández Menéndez

En unas pocas horas el proceso electoral en el Distrito Federal tomó rumbos que parecían inéditos, pero que también harán de los comicios capitalinos unos de los más competidos e interesantes de este 2012.

Sorpresivamente, Carlos Navarrete decidió abandonar la búsqueda de la candidatura, para apoyar a Alejandra Barrales. El senador, que representa a la corriente más numerosa del PRD, Nueva Izquierda, que tiene la presidencia del partido con Jesús Zambrano, estaba tercero en ese proceso. Participó incluso en el debate entre los precandidatos y, terminado éste, anunció que apoyaba a Barrales.

La pregunta es cómo se está alineando Nueva Izquierda en el proceso interno del PRD nacional. Por la relación que esa corriente tenía con Marcelo Ebrard, se hubiera podido suponer que el apoyo de Navarrete sería hacia Miguel Mancera. Pero no fue así, al contrario, quienes dicen que apoyarán al ex procurador capitalino son los que se suponía que serían sus adversarios: los grupos de René Bejarano y Dolores Padierna. Y entonces queda pendiente otra pregunta: ¿cómo se mueven estas fuerzas en torno, o no, de Andrés Manuel López Obrador? Porque hay que recordar que en el equipo de campaña del tabasqueño no hay un solo integrante de Nueva Izquierda. Una cosa es cierta: para esa candidatura se presentan cinco aspirantes, pero sólo hay dos que compiten, Barrales y Mancera.

Mientras tanto, consecuencia de una caballada que se veía demasiado flaca para enfrentar a los rivales que le pondrían enfrente el PRD y el PRI, el PAN decidió optar por una candidatura ciudadana que lo sitúa en condiciones de real competencia en la capital: Isabel Miranda de Wallace es una magnífica candidata. Una mujer que ha labrado su propio destino, que ha trascendido desde su hogar hasta alcanzar un lugar de preeminencia en los movimientos sociales que luchan por la seguridad del país. Luego del secuestro de su hijo Hugo, que fue asesinado por sus captores, Isabel se enfrentó a las autoridades que no habían hecho nada por localizarlo; buscó a los secuestradores, los localizó, luchó hasta que todos fueron encarcelados y, luego, cuando se enfrentaron con sentencias increíblemente indulgentes, volvió a luchar para que esas sentencias fueran rectificadas. Y también lo logró. En el camino sacó, junto con otros activistas, como Alejandro Martí y María Elena Morera, una ley antisecuestro que es uno de los muy pocos avances legislativos que se han dado en la lucha contra la inseguridad.

Isabel será una magnífica aspirante, sobre todo si el PAN procede en consecuencia y su candidatura ciudadana se convierte en un movimiento también ciudadano; si el PAN se abre a distintas opciones y posibilidades y no se la engloba a Isabel en una estructura, como la panista en la capital, muy cerrada y pequeña con relación a la del PRD y el PRI, que llevará al frente en el DF a otra muy buena aspirante, Beatriz Paredes.

Habrá que ver cómo quedan las cosas pero lo cierto es que en el DF tendremos la posibilidad de una contienda entre tres mujeres: Isabel, Beatriz y Alejandra. Depende de la encuesta perredista de mañana. Si en lugar de Barrales queda Mancera, el debate sobre temas de seguridad entre el ex funcionario y la activista social, que tienen un buena relación personal entre ambos, dará mucho de qué hablar.

Mientras tanto, en el ámbito nacional, Enrique Peña Nieto presentó su equipo de campaña y no hubo sorpresas. La coordinación quedó como estaba desde el principio, en manos de Luis Videgaray. En las vicecoordinaciones, hay una posición para Beatriz Paredes en Jorge Carlos Ramírez Marín, y otra para Manlio Fabio Beltrones en Felipe Solís Acero. El primero, con buena relación con legisladores y, el segundo, un especialista reconocido en temas electorales. Sorpresas, insistimos, no hay. Videgaray me decía que la intención es que la campaña se lleve de la mano con el PRI: las oficinas del candidato y del equipo de campaña estarán en el mismo edificio de Insurgentes Norte. Habrá que ver cómo les resultan las cosas: en el primer mes de campaña real, entre noviembre y diciembre pasados, a la estructura anterior no le salieron bien las cosas y se cometieron varios errores: este equipo tendrá que velar por que no se repitan. Dice mi buen amigo Héctor Aguilar Camín que las encuestas de esta semana revelaron una gran estabilidad y que lo que reflejen las de febrero, cuando ya esté definida la candidatura panista, podrían mantenerse estables hasta julio. Puede ser, pero no lo creo: son demasiados los imponderables, demasiada la posibilidad de acierto y error.

En el PAN se preparan con miras al debate interno del martes, y Ernesto Cordero fue a Monterrey, una plaza clave para el panismo. Ahí, el alcalde Fernando Larrazabal encabezó a los corderistas, ¿pero qué aporte le puede dar Larrazabal a Cordero?, ¿ya se olvidaron de Adalberto Madero, del Casino Royale, de los sobornos de Jonás Larrazabal, de las divisiones internas en el panismo local provocadas por el equipo del alcalde?

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