José Carreño Figueras
El ex Senador republicano Rick Santorum es el mas reciente aspirante a la candidatura presidencial republicana en ser considerado como el “anti-romney”, o sea la alternativa al gris, aburrido y sólido Mitt Romney, ex-gobernador de Massachussetts, visto hoy como el mas probable ganador de un proceso de nominación que apenas empieza y muchos desearían hubiera terminado ya.
Santorum, un católico ultraconservador, es al menos de momento el último representativo de lo que parece un movimiento que bien podría llamarse “cualquiera menos Romney” basado sobre todo entre los grupos mas derechistas del Partido Republicano, a comenzar por los llamados “partidos del Té” que los últimos dos años se convirtieron en la imagen del conservadurismo estadounidense.
Las últimas encuestas de opinión en Iowa, daban el lunes a Santorum como un serio competidor para Romney, tanto o más que el veterano Ron Paul, visto más como representativo del sector libertario del partido que un candidato con posibilidades de ganar.
Romney, perteneciente a la religión mormona (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días), ha estado por meses entre los principales aspirantes a la candidatura republicana y a seis meses de que ese partido formalice su selección ha visto subir y caer a media docena de competidores, que sucesivamente han aparecido al frente de las encuestas y en poco tiempo regresan al “montón”: Michele Bachman, Rick Perry, Herman Cain, Newt Gingrich, Ron Paul, y ahora Santorum.
De acuerdo con una explicación del diario derechista “The Washington Examiner”, la oposición conservadora a Romney tiene sobre todo dos razones: una ley de atención de salud aprobada durante su período en Massachussetts (2003-2007) que incluye “mandato individual, subsidios y una maraña de reglas”, que el propio diario aseguró fue el patrón seguido por la reforma de atención a la salud del presidente Barack Obama. La otra motivación sería su cercanía al aparato político tradicional, al odiado “establecimiento”.
Un tercer motivo, aunque no tan claro, es su afiliación a la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias”, que lo haría objeto de la desconfianza de los protestantes conservadores que forman el núcleo principal de la derecha estadounidense.
Sea lo que sea, el sentimiento “antiromney” parece tan fuerte y resistente que aunque la evidencia actual es que la organización y recursos de Romney acabarán por imponerse, sus adversarios están dispuestos a resistir todo lo que puedan -y eso podría llevar a que la precampaña republicana se prolongue a lo largo del primer semestre de 2012, con su correspondiente desgaste económico y político.
Pero al final, si todo sale como ahora creen los expertos políticos en Estados Unidos, el mas probable candidato presidencial republicano será Mitt Romney.
De acuerdo con esa formulación, la evidencia hará que la derecha republicana se rinda a lo inevitable y acabe por aceptar que Romney es la única alternativa para derrotar al presidente Barack Obama, que hasta ahora no tiene competidor alguno por la candidatura de su partido demócrata.
Los indicios apuntan, por ahora, a que los conservadores lucharán hasta que Romney se sienta obligado a cumpla con una serie de condiciones que prevendrían la posibilidad de que el exgobernador de Massachussetts se mueva hacia el centro.
El dilema republicano es que un candidato republicano debilitado o encajonado en posiciones de extrema derecha no podría derrotar a Obama…
El ex Senador republicano Rick Santorum es el mas reciente aspirante a la candidatura presidencial republicana en ser considerado como el “anti-romney”, o sea la alternativa al gris, aburrido y sólido Mitt Romney, ex-gobernador de Massachussetts, visto hoy como el mas probable ganador de un proceso de nominación que apenas empieza y muchos desearían hubiera terminado ya.
Santorum, un católico ultraconservador, es al menos de momento el último representativo de lo que parece un movimiento que bien podría llamarse “cualquiera menos Romney” basado sobre todo entre los grupos mas derechistas del Partido Republicano, a comenzar por los llamados “partidos del Té” que los últimos dos años se convirtieron en la imagen del conservadurismo estadounidense.
Las últimas encuestas de opinión en Iowa, daban el lunes a Santorum como un serio competidor para Romney, tanto o más que el veterano Ron Paul, visto más como representativo del sector libertario del partido que un candidato con posibilidades de ganar.
Romney, perteneciente a la religión mormona (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días), ha estado por meses entre los principales aspirantes a la candidatura republicana y a seis meses de que ese partido formalice su selección ha visto subir y caer a media docena de competidores, que sucesivamente han aparecido al frente de las encuestas y en poco tiempo regresan al “montón”: Michele Bachman, Rick Perry, Herman Cain, Newt Gingrich, Ron Paul, y ahora Santorum.
De acuerdo con una explicación del diario derechista “The Washington Examiner”, la oposición conservadora a Romney tiene sobre todo dos razones: una ley de atención de salud aprobada durante su período en Massachussetts (2003-2007) que incluye “mandato individual, subsidios y una maraña de reglas”, que el propio diario aseguró fue el patrón seguido por la reforma de atención a la salud del presidente Barack Obama. La otra motivación sería su cercanía al aparato político tradicional, al odiado “establecimiento”.
Un tercer motivo, aunque no tan claro, es su afiliación a la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias”, que lo haría objeto de la desconfianza de los protestantes conservadores que forman el núcleo principal de la derecha estadounidense.
Sea lo que sea, el sentimiento “antiromney” parece tan fuerte y resistente que aunque la evidencia actual es que la organización y recursos de Romney acabarán por imponerse, sus adversarios están dispuestos a resistir todo lo que puedan -y eso podría llevar a que la precampaña republicana se prolongue a lo largo del primer semestre de 2012, con su correspondiente desgaste económico y político.
Pero al final, si todo sale como ahora creen los expertos políticos en Estados Unidos, el mas probable candidato presidencial republicano será Mitt Romney.
De acuerdo con esa formulación, la evidencia hará que la derecha republicana se rinda a lo inevitable y acabe por aceptar que Romney es la única alternativa para derrotar al presidente Barack Obama, que hasta ahora no tiene competidor alguno por la candidatura de su partido demócrata.
Los indicios apuntan, por ahora, a que los conservadores lucharán hasta que Romney se sienta obligado a cumpla con una serie de condiciones que prevendrían la posibilidad de que el exgobernador de Massachussetts se mueva hacia el centro.
El dilema republicano es que un candidato republicano debilitado o encajonado en posiciones de extrema derecha no podría derrotar a Obama…
Comentarios