Repsol y Pemex sellan una tregua de 10 años

La mexicana promete mantener entre el 5 y el 10% su participación en la petrolera española

LUIS M. ONTOSO


Regresa la calma al accionariado de Repsol. Después de que Sacyr rompiera su acuerdo con Pemex tras su fallido intento de asalto al control de la petrolera, la empresa mexicana suscribió ayer una «alianza industrial estratégica» con la compañía presidida por Antonio Brufau en la que se compromete durante un periodo de diez años a «establecer vías y mecanismos para la cooperación mutua» y mantener su participación —actualmente, del 9,49%— en una horquilla de entre un 5% y un 10%.

El acuerdo pone fin un periodo convulso, de evidente enfrentamiento, iniciado con el pacto de sindicación de acciones entre Pemex y Sacyr —este último, por entonces, con cerca de un 20% de los títulos— firmado a finales de agosto. Además de dar pie a una relación basada «en los principios de reciprocidad, beneficio y colaboración mutuos, vocación de largo plazo y no exclusividad», el armisticio también abarcará una mayor colaboración en el desarrollo de diversas áreas de negocio: exploración y producción de crudo («upstream») y de gas licuado en América y refino, venta y distribución («downstream») en España y Portugal (además del continente citado), según un comunicado.

Fuentes de la compañía sitúan el acuerdo al margen del embargo al petróleo iraní. La alianza no supone una mayor importación de crudo mexicano, según Repsol, que compensará esa caída con una mayor cuota procedente de Arabia Saudí y Libia, cuyas plantas avanzan, añadieron, hacia su capacidad máxima de producción.

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