Jenaro Villamil
Con el voto en contra sólo del comisionado presidente Mony de Swaan, cuatro de los cinco integrantes del pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) decidieron echar abajo la posibilidad de una tercera cadena de televisión abierta, en sistema digital, y aplazaron la votación para modificar la política de la Televisión Digital Terrestre, aprobada en julio de 2004, que benefició ampliamente a las dos televisoras dominantes del país: Televisa y TV Azteca.
En una larga sesión, este miércoles 25 de enero, la mayoría de los comisionados decidió ignorar la consulta pública, organizada por la propia Cofetel, que arrojó un apoyo mayoritario a favor de la licitación de una tercera cadena de televisión digital.
De acuerdo con el comunicado emitido por Cofetel, la mayoría de los comisionados “resolvió aplazar la votación del proyecto (de una tercera cadena de televisión abierta) y que el mismo no sea integrado en la agenda de futuras sesiones del pleno hasta considerar que han quedado atendidos elementos que están fuera del ámbito de competencia de la comisión. No se definió fecha para que el tema sea analizado nuevamente”.
En relación con el cambio de política de Televisión Digital Terrestre (TDT), también cuatro de los cinco comisionados de Cofetel decidieron “aplazar la votación” para que se reformen, adicionen y deroguen diversas disposiciones que modificaban el estándar tecnológico y cortaban los plazos del 2021 al 2015 para el famoso “apagón analógico”.
La decisión contraviene el acuerdo tomado el 12 de septiembre de 2011, cuando la mayoría del pleno de comisionados aprobó modificar la política de TDT, aprobada en 2004 e iniciar un proceso de mejora regulatoria.
El 15 de noviembre del mismo año, la Suprema Corte de Justicia resolvió desechar la controversia promovida por el Congreso de la Unión contra el decreto presidencial del 10 de septiembre de 2010 que acortó los plazos para el “apagón analógico”. Desde ese momento, era claro que la decisión estaba en manos de la Cofetel.
El 11 y 18 de enero de 2012, la Unidad de Sistemas de Radio y Televisión de Cofetel presentó al pleno tanto el proyecto de respuesta al dictamen total, como el proyecto de modificación a la política de TDT que recoge diversos comentarios recibidos durante el proceso de mejora regulatoria y armoniza algunos aspectos del proyecto del decreto presidencial.
El comunicado de Cofetel advierte que “en ambas sesiones los comisionados hicieron observaciones que fueron atendidas por el área sustantiva en aras de fortalecerlo”.
Presiones y megafusión
La decisión de la mayoría de integrantes de Cofetel se adopta en medio de intensas presiones de las dos grandes televisoras (Televisa y TV Azteca) para que se aprobara la megafusión de ambas en la compañía Iusacell y para evitar que antes de que terminara el sexenio de Felipe Calderón se concretara la posibilidad de una tercera cadena de televisión.
El martes 24 de enero, en una hermética sesión, los cinco comisionados de la Comisión Federal de Competencia resolvieron sobre la megafusión en Grupo Iusacell, pero aplazaron dar a conocer los detalles de su resolución hasta que se notifique a los agentes económicos involucrados, es decir, a Televisa y a TV Azteca.
Con el voto en contra sólo del comisionado presidente Mony de Swaan, cuatro de los cinco integrantes del pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) decidieron echar abajo la posibilidad de una tercera cadena de televisión abierta, en sistema digital, y aplazaron la votación para modificar la política de la Televisión Digital Terrestre, aprobada en julio de 2004, que benefició ampliamente a las dos televisoras dominantes del país: Televisa y TV Azteca.
En una larga sesión, este miércoles 25 de enero, la mayoría de los comisionados decidió ignorar la consulta pública, organizada por la propia Cofetel, que arrojó un apoyo mayoritario a favor de la licitación de una tercera cadena de televisión digital.
De acuerdo con el comunicado emitido por Cofetel, la mayoría de los comisionados “resolvió aplazar la votación del proyecto (de una tercera cadena de televisión abierta) y que el mismo no sea integrado en la agenda de futuras sesiones del pleno hasta considerar que han quedado atendidos elementos que están fuera del ámbito de competencia de la comisión. No se definió fecha para que el tema sea analizado nuevamente”.
En relación con el cambio de política de Televisión Digital Terrestre (TDT), también cuatro de los cinco comisionados de Cofetel decidieron “aplazar la votación” para que se reformen, adicionen y deroguen diversas disposiciones que modificaban el estándar tecnológico y cortaban los plazos del 2021 al 2015 para el famoso “apagón analógico”.
La decisión contraviene el acuerdo tomado el 12 de septiembre de 2011, cuando la mayoría del pleno de comisionados aprobó modificar la política de TDT, aprobada en 2004 e iniciar un proceso de mejora regulatoria.
El 15 de noviembre del mismo año, la Suprema Corte de Justicia resolvió desechar la controversia promovida por el Congreso de la Unión contra el decreto presidencial del 10 de septiembre de 2010 que acortó los plazos para el “apagón analógico”. Desde ese momento, era claro que la decisión estaba en manos de la Cofetel.
El 11 y 18 de enero de 2012, la Unidad de Sistemas de Radio y Televisión de Cofetel presentó al pleno tanto el proyecto de respuesta al dictamen total, como el proyecto de modificación a la política de TDT que recoge diversos comentarios recibidos durante el proceso de mejora regulatoria y armoniza algunos aspectos del proyecto del decreto presidencial.
El comunicado de Cofetel advierte que “en ambas sesiones los comisionados hicieron observaciones que fueron atendidas por el área sustantiva en aras de fortalecerlo”.
Presiones y megafusión
La decisión de la mayoría de integrantes de Cofetel se adopta en medio de intensas presiones de las dos grandes televisoras (Televisa y TV Azteca) para que se aprobara la megafusión de ambas en la compañía Iusacell y para evitar que antes de que terminara el sexenio de Felipe Calderón se concretara la posibilidad de una tercera cadena de televisión.
El martes 24 de enero, en una hermética sesión, los cinco comisionados de la Comisión Federal de Competencia resolvieron sobre la megafusión en Grupo Iusacell, pero aplazaron dar a conocer los detalles de su resolución hasta que se notifique a los agentes económicos involucrados, es decir, a Televisa y a TV Azteca.
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